Primeras contradicciones en el Govern por la vivienda

Primeras contradicciones en el Govern por la vivienda·

Los profesionales ven muy difícil que se aplique la ley que obliga a arrendar pisos vacíos
· La dificultad para detectar los pisos que están vacíos pone en tela de juicio la efectividad de la ley
16/12/2006 | Actualizada a las 03:35h | Barcelona
Silvia Angulo | El proyecto de ley de la Vivienda que defiende el alquiler forzoso de un piso que esté durante más de dos años vacío ha abierto un debate sobre el derecho a la propiedad privada. Para unos la medida es totalmente constitucional y entra dentro de los límites de la legalidad, mientras que para otros la iniciativa entra en conflicto con un derecho fundamental, el de la propiedad. En lo que sí están de acuerdo los expertos consultados por este diario es que será una normativa de difícil aplicación. La principal dificultad será detectar y determinar qué pisos están desocupados. Además, a la larga la ley podría provocar un efecto contrario al deseado, ya que muchas de estas viviendas podrían finalmente ser vendidas por la presión de la Administración a los propietarios.

Esto es lo que piensa Enrique Mensión, responsable del área residencial de Catalunya de la consultora inmobiliaria Jones Lang LaSalle. Mensión cree que la aplicación de la norma es casi imposible por el problema de demostrar que un piso está desocupado. En el caso de que se detecte, Mensión considera que "la propiedad es un concepto básico y la Administración no puede decidir por el propietario si éste no quiere o no puede alquilar su piso". En este sentido, sostiene que la ley es "excesivamente agresiva e intervencionista y de adentra en un terreno peligroso". También destaca que los resultados de la ley pueden ser totalmente contrarios a su objetivo. Es decir, que en lugar de que salgan a la luz y se pongan en el mercado de alquiler los pisos que están ahora vacíos se produzca una venta masiva de este tipo de viviendas.

Mensión dice que todavía hay muchas dudas por resolver y hace referencia a la cuestión de los precios. "El propietario siempre puede poner una renta desorbitada, mientras que la Administración lo hará a la baja.

¿Quién pone el precio?", se pregunta. Una duda que también expone Ferran Grasses, del despacho de abogados Jofresa, quien explica que a la sombra de esta ley surgirá todo tipo de picaresca para burlarla. "Es muy complicado que la Administración se lance a inspeccionar qué pisos están vacíos. Además, debería determinar los precios a los que se alquilarán estas viviendas", expone el abogado. Grasses también tiene muchas preguntas sobre la posible aplicación de la norma. En este sentido, cuestiona que la Administración pueda condenar al alquiler forzoso a un propietario que durante más de dos años ha tenido su vivienda desocupada y la ha puesto en alquiler, pero a un precio muy obligado.

Sobre la legalidad del artículo 42 del proyecto para el derecho a la vivienda, que recoge la "expropiación del usufructo de los pisos vacíos" - muy cuestionado por CiU y PP- Grasses considera que sería totalmente viable. En este sentido explica que las actuales leyes ya prevén "la expropiación de viviendas por razones de interés público - en el caso de construcción de carreteras o planes urbanísticos-.

Por eso, si se reconoce la función social de la vivienda, se podría obligar a un propietario a ponerla en alquiler". Aun así, asegura que la Administración puede tener problemas para demostrar cuándo una vivienda está desocupada. Por eso, recomienda que sólo se aplique de forma excepcional.

En su opinión, la futura ley afectará sobre todo a las grandes sociedades mercantiles que controlan el alquiler en la ciudad. Para el secretario de la junta del Col · legi d´Administradors de Finques de Barcelona, Joan Ramon València, la futura ley es muy valiente porque pretende aplicar una medida completamente novedosa.

De todos modos, considera complicada llevarla a la práctica y ve más factible influir en el mercado de alquiler con otro tipo de iniciativas más asumibles. València reconoce que hay mucha demanda de pisos de alquiler en la ciudad, pero no surge de una mentalidad por el alquiler, sino de la necesidad de encontrar una vivienda más asequible. Por eso, señala que es más importante animar a los promotores a crear pisos nuevos en régimen de arrendamiento para dotar al mercado de alquiler de más residencias y mejorar las condiciones en las que los propietarios alquilan sus viviendas para dotarlos de todas las garantías.

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También destaca que los resultados de la ley pueden ser totalmente contrarios a su objetivo. Es decir, que en lugar de que salgan a la luz y se pongan en el mercado de alquiler los pisos que están ahora vacíos se produzca una venta masiva de este tipo de viviendas.

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