C
Carlos
Guest
Sigue pasando el tiempo y todavía flota en el aire la maniobra para tratar
de involucrar a ETA en el brutal atentado de Madrid.
El tema debiera ser grave, pero esto es España; quiero decir que el estatuto
que tiene nuestra democracia no es lo suficientemente maduro como para que
actitudes tan irresponsables paguen el peaje de la marginación del sistema.
Durante un año, una tropa de periodistas, adscritos incondicionalmente a la
órbita del Partido Popular, ha tratado de dar credibilidad, con una
cobertura mediática absolutamente irresponsable, a la pretensión de que ETA
estaba involucrada en la masacre de Atocha. Ésa ha sido la estrategia del
Partido Popular en la Comisión de Investigación del 11-M y ha estado viva
gracias a la pertinaz persistencia de esos periodistas, encabezados por el
director de El Mundo, Pedro J. Ramirez.
Ahora pretenden que todos caigamos en el olvido de esas conductas.
Naturalmente que quienes les tienen que pedir cuentas de esta fechoría son
sus lectores u oyentes. Pero ya que una disculpa por parte de quienes han
ofendido a la verdad y a la razón con tanta vehemencia, es impensable (por
la esencia de sus principios de la ética política y periodística), conviene
que los demás ciudadanos no perdamos la memoria de lo que cada uno de los
políticos y comunicadores ha venido diciendo desde el momento mismo del
atentado hasta el día de hoy, en que tenemos en la mano la primera de las
sentencias judiciales que establecen la realidad de lo sucedido.
Hay personas que no saben conjugar el verbo disculpar en la forma reflexiva
y pronominal de la primera persona del singular; no está en su naturaleza
porque son incapaces de la generosidad del reconocimiento de un error o de
su culpa. Nuestro castigo es tener que convivir con ellos. Esa es la
grandeza de la democracia.
Carlos Carnicero
http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=271
de involucrar a ETA en el brutal atentado de Madrid.
El tema debiera ser grave, pero esto es España; quiero decir que el estatuto
que tiene nuestra democracia no es lo suficientemente maduro como para que
actitudes tan irresponsables paguen el peaje de la marginación del sistema.
Durante un año, una tropa de periodistas, adscritos incondicionalmente a la
órbita del Partido Popular, ha tratado de dar credibilidad, con una
cobertura mediática absolutamente irresponsable, a la pretensión de que ETA
estaba involucrada en la masacre de Atocha. Ésa ha sido la estrategia del
Partido Popular en la Comisión de Investigación del 11-M y ha estado viva
gracias a la pertinaz persistencia de esos periodistas, encabezados por el
director de El Mundo, Pedro J. Ramirez.
Ahora pretenden que todos caigamos en el olvido de esas conductas.
Naturalmente que quienes les tienen que pedir cuentas de esta fechoría son
sus lectores u oyentes. Pero ya que una disculpa por parte de quienes han
ofendido a la verdad y a la razón con tanta vehemencia, es impensable (por
la esencia de sus principios de la ética política y periodística), conviene
que los demás ciudadanos no perdamos la memoria de lo que cada uno de los
políticos y comunicadores ha venido diciendo desde el momento mismo del
atentado hasta el día de hoy, en que tenemos en la mano la primera de las
sentencias judiciales que establecen la realidad de lo sucedido.
Hay personas que no saben conjugar el verbo disculpar en la forma reflexiva
y pronominal de la primera persona del singular; no está en su naturaleza
porque son incapaces de la generosidad del reconocimiento de un error o de
su culpa. Nuestro castigo es tener que convivir con ellos. Esa es la
grandeza de la democracia.
Carlos Carnicero
http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=271