Hitler y los banqueros judíos; por Karl Santhrese y la portación de Donald Rumsfeld

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Antes de nada decir que no comparto al 100% el contenido de éste artículo. Pese a eso, ofrece una visión alternativa a la oficial que creo merece ser tenida en cuenta analizando y filtrando la información que aporta.
Por la misma razón, seguido a éste pondré un post con una pequeña "aclaración", a mi juicio más cercana a la realidad, que tomo prestada de un libro.

***

Artículo y comentarios: Paz Digital -06-04-2008-

Es sorprendente que la URSS y USA atacaran coordinadamente a Alemania durante la II Guerra Mundial. Dos potencias teóricamente antagónicas se aliaron contra toda lógica y, durante años, fingieron la "Guerra Fría". Este fenómeno ha sido poco analizado, pero los que siguen los artículos que venimos publicando aquí, quizás, ya tengan la respuesta.

Hitler y los banqueros judíos


-Karl Santhrese
-Aportación: DonaldRumsfeld


Lionel Nathan Rothschild el gran banquero internacional, era judío, esto lo puede verificar cualquiera (cito tan solo una fuente: la Enciclopedia Encarta 2006), otro hecho que ya es conocido es que Karl Marx se llamaba en realidad Kissel Mordekay también era judío y esto no es ningún secreto. Lo que suele esconderse o acallarse es un hecho notable: el gran cabecilla e ideólogo de los “revolucionarios” Kar Marx fue financiado por un poderoso banquero internacional, es decir Marx fue financiado por el banquero de la misma tribu.

Esto lo admite el judío Paul Koch cuando dice “El dato que no suelen recoger las enciclopedias, aunque los originales se guarden en las colecciones de documentos del British Museum, es que fue Nathan Rothschild quien firmó los cheques de la llamada Liga de los Hombres Justos, con los que Marx fue gratificado por la elaboración de sus famosas obras” ([1]). Pero como no es prudente basarnos solo en lo que dice un hebreo -incluso cuando parece decir la verdad- veamos otras fuentes y datos de la realidad.

Mikhail Bakunin era un socialista imbuido en el anarquismo teórico, se unió en 1842 en París al grupo de Karl Marx y Pierre-Joseph Proudhon, siendo cofundador de la Primera Internacional. El gran hecho es que rompe su relación con Marx al descubrir la trama oculta y la finalidad oscura y soterrada del socialismo marxista, abría así no solo una disputa política sino una enemistad manifiesta. Su revelación fue hecha pública en su “Carta a los internacionales de Bolonia” de diciembre de 1871 (Instituto Internacional de Historia Social de Ámsterdam) exponiendo a Marx como lo que realmente era, un representante oculto de los intereses judeo-mesiánico-racistas. Bakunin señala entre otras cosas la relación entre éste con los Rothschild y los judíos en general, “…Como son los judíos en todos los lugares, agentes de comercio, académicos, políticos, periodistas, en una palabra correctores de literatura, a la vez que intermediario de las finanzas, ellos se apoderan de toda la prensa de Alemania comenzando por los periódicos de los monárquicos mas absolutistas hasta de los periódicos absolutistas radicales y los socialistas, y desde hace mucho tiempo reinan en el mundo del dinero y de las grandes especulaciones financieras y comerciales: de esa forma, teniendo un pie en el banco, acaban de colocar en estos últimos años el otro pie en el socialismo, así apoyando su posterior en la literatura cotidiana de Alemania… Usted puede imaginarse que literatura nauseabunda debe salir de esto”.

“Bien, todo este mundo judío que forma una única secta explotadora, una especie de sanguijuela de la gente, un parásito colectivo devorador y organizado, no solo a través de las fronteras de los estados, sino a través mismo de todas las diferencias de opiniones políticas, este mundo esta actualmente, en gran parte por lo menos, a disposición de Marx por un lado y de los Rothschild por el otro. Yo sé que los Rothschild, como reaccionarios que son y que deben ser, aprecian mucho los méritos del comunista Marx y, a su vez, el comunista Marx se siente inevitablemente arrastrado, por una atracción instintiva y una admiración respetuosa, en la dirección del genio financiero de los Rothschild. La solidaridad judía, esta solidaridad tan fuerte que se mantuvo a lo largo de toda la historia, los une”.

“Esto debe parecerse extraño. ¿qué pueden tener en común el socialismo y el gran banco? Es que el socialismo autoritario o comunismo de Marx busca una fuerte centralización del Estado, y allí, donde exista la centralización del Estado, debe haber necesariamente un Banco Central del Estado, y allí, donde existe tal Banco, los judíos siempre estarán seguros de no morir de frío o de hambre” ([2]). Esto no lo dice un nancy, ya que ni siquiera existía el nazismo, lo dice nada menos que un anarquista teórico afín a ideas del socialismo histórico.

Así Bakunin, que fue cofundador de la Primera Internacional, se manifestó y puso en relieve la actitud conspirativa, despótica, autoritaria y pro-judaica de Marx que en la Primera Internacional socialista (1864) se convertía en el encargado de exponer y redactar los estatutos y objetivos de la futura lucha comunista, los proletarios también significaban una fuerza de choque que demostró ser entre otras cosas fácilmente manipulable.

Exponer la realidad a la luz de todos le costó caro, fue expulsado de la Primera Internacional, pero dejó su legado de verdad. Fíjense que ni siquiera estoy citando fuentes nazis, donde tal cuestión alcanzó niveles de análisis refinados de carácter científico, abarcando múltiples planos, antropológicos, sociológicos, socio-biológicos, culturales, religiosos, psicológicos, económicos etc. No obstante, esta trama silenciada de la historia toma relieve público universal a partir de la irrupción nacionalsocialista en la historia alemana y mundial y es vuelta a silenciarse, censurarse y hasta distorsionarse luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial en 1945 hasta nuestros días, donde el tema no puede tocarse ni tratarse aun objetivamente, sin que un ejército de periodistas de la tribu y sus seguidores alienados saquen a relucir la bandera y la chicana moral de los 6 millones de gaseados, anulando así toda opinión libre objetiva e imparcial. Pero la verdad siempre termina saliendo a luz revelándose contra los amos del engaño y la oscuridad.

No era un delirio ni una difamación de los nazis cuando acusaban a los judíos de tramar una conspiración mundial para el dominio imperial del mundo. La idea de conquistar el mundo por medio del comunismo marxista aparece con toda diafanidad en muchos famosos escritores judíos como Edmond Fleg, Barbusse, André Spire, y otros, pero principalmente en la conocida carta enviada por el celebre judío neomesianista Baruch Levy a Karl Marx descubierta en 1888 y publicada por primera vez en ese mismo año. Su texto es el siguiente:

“El pueblo judío tomado colectivamente será él mismo su Mesías. Su reino sobre el Universo se obtendrá por la fusión de las otras razas humanas, la supresión de las fronteras y de las monarquías que son los baluartes del particularismo, y el establecimiento de una República Universal que reconocerá por doquier los derechos de la ciudadanía a los judíos. En esta nueva organización de la humanidad, los hijos de Israel diseminados actualmente sobre toda la superficie del globo, todos de la misma raza y de igual formación tradicional, llegarán a ser sin oposición el elemento dirigente en todas partes, sobre todo si llegan imponer a las masas obreras la dirección estable de algunos de entre ellos. Los gobiernos de las naciones al formar la Republica Universal pasaran todos sin esfuerzos a manos de los israelitas. La propiedad individual podrá entonces ser suprimida por los gobiernos de raza judía que administrarán en todas partes la fortuna pública. Así se realizará la promesa del Talmud que cuando los tiempos del Mesías hayan llegado los judíos tendrán bajo sus llaves los bienes de todos los pueblos del mundo” ([3]).

En ningún lado esta escrito que esta idea haya sido descartada aún en nuestros días de globalinvasión.

Sea apostando al capitalismo liberalista o al comunismo marxista, existe un solo ganador: el judío internacional. Por ello el tan detestado Hitler posee una pésima imagen, pues él fue el creador de una verdadera y genuina oposición al Sistema para salir de esta trampa bipolar caza ignorantes. Hitler propuso un socialismo que en oposición del internacionalista-judío de Marx bregaba por la nación, un socialismo nacionalista, por ello llamó a su partido político nacionalsocialismo. Él pensaba que si el bien común era realmente promovido desde el Estado dentro del marco de la nación y la raza, la lucha clasista-maniquea entre opresores-oprimidos debería desaparecer debido a que la supervivencia racial de toda la nación era más importante que cualquiera de sus partes. El nacionalsocialismo bregaba por un Estado Poderoso, pero hizo la salvedad de que el mismo solo era un medio para un fin, este fin era la conservación eugenésica de la raza blanca. En el plano económico se rompía con el Sistema dual que protegía a las finanzas internacionales y la “secta explotadora”, atacando doctrinalmente desde el principio el concepto explotador del interés del dinero, y todo tipo de actividad especulativa beneficiando por otro lado solo la economía productiva o real. A los especuladores que creaban hiperinflaciones y se enriquecían a costa de la pobreza del pueblo, se los mandaba a trabajar a los campos de concentración.

Sin dudas era un gran cambio de ambiente, claramente hostil para todo tipo de parásitos sociales.

Ahora expondré porque Marx fue financiado. ¿Qué decía su doctrina? ¿Hacia donde tendía, más allá del palabrerío refinado? ¿Qué no decía? Comenzaré por la última pregunta. Es un hecho de que el Banco y el sistema financiero siempre estuvieron por encima de la industria en cuanto relación de poder, pues la falta de liquidez hacía a la industria dependiente del crédito, luego el interés del dinero producía una relación de servidumbre que se extendía a toda la sociedad, mucho más cuando los banqueros judíos comenzaban a “otorgar” –a veces mediante métodos no limpios- créditos a interés compuesto a los gobernantes y Estados. Lejos de beneficiarlos se creaba una servidumbre realmente expoliadora y parasitaria, puesto que permitía a los banqueros internacionales vivir de los intereses cada vez mayores sin aportar actividades productivas a la economía real, logrando como el FMI condicionar determinantemente las políticas de los Estados subyugados mediante la extorsión del pago de la deuda muchas veces impagable -debido a la exorbitante acumulación de intereses-. Sin embargo, el marxismo distorsionaba esta realidad a los ojos de los ignorantes seguidores, ya que escondía el funcionamiento de este Sistema realmente expoliador y subyugante apuntando sus dardos en cambio hacia “los poseedores” la industria, los terratenientes, etc., es decir, la competencia del judaísmo internacional, mientras que se mantenía impune e intocable el eje y la cúpula explotadora. Así mismo, gracias a una forzada visión clasista-maniquea-materialista de la sociedad entre opresores (ricos) y oprimidos (pobres) creaba una lucha intestina en cada nación, en cada Estado (es decir los enemigos del judaísmo internacional). La designación abarcadora y amplia de “clase opresora” le permitía esconder una realidad: la existencia de una raza expoliadora, eje promotor del feroz capitalismo liberalista. Mientras los proletarios desperdiciaban sus energías apuntando sus manifestaciones frente a las industrias, los hebreos seguían condicionando y recaudando tranquilamente en sus bancos, esperando el quiebre de una u otra industria para luego comprarla barato, ese fue el uso mínimo de los mismos, mientras que el uso máximo de ellos fue para armar revueltas y golpes de Estado que venían justificados por “una buena causa”. Los proletarios fueron usados como fuerza de choque y no solamente en este ámbito sino también en el plano cultural-ideológico.

Mientras el capitalismo liberalista debilitaba el Estado quedando subyugado éste a los bancos judíos y a intereses de las grandes corporaciones, es decir los grandes Trust internacionales judíos (las conocidas multinacionales), llevaba incorporado en el plano ideológico el individualismo que destruye centrífugamente una sociedad; por otro lado el marxismo judaico utilizaba la “resistencia” ignorante y oprimida, para luego alejarla de la nación y la raza al abrazar por sobre ésta la clase social, con ello se acentuaba la destrucción de los Estados, las fronteras, las naciones, y se preparaba el terreno mental proclive a la mezcla de las razas (objetivo judío). Con estas estratagemas de manipulación se lograba chicanear al mismo tiempo la industria nacional, de modo de condicionar su existencia (por arriba los bancos, por debajo el proletario) y con el tiempo internacionalizar esa industria que poco a poco caía en manos judías.

Tanto el individualismo capitalista-liberalista como el colectivismo marxista-clasista no conocen ni naciones, ni fronteras, ni razas, siendo por ello el caldo de cultivo para la destrucción de las mismas. Con esa destrucción de las razas, el judaísmo internacional organizado y dirigido por racistas (obviamente también judíos), pretende lograr imponerse ante todos como el único particularismo dotado de origen, historia común, tradición, unión nacional-racial-religiosa, así los demás pueblos serían débiles y fácilmente doblegables frente a esta unidad poderosa. El fomento judío de la inmi gración de razas de color a Europa y EEUU permite acentuar el proceso de exterminio a la Raza blanca, permitiendo obtener a las multinacionales, abundante mano de obra barata al tiempo que se crea una competencia desleal contra los nativos blancos, también oprimidos y expoliados por la baja general de salarios.

La creación y el fomento del Estado-multinacional o multirracial o como eufemísticamente lo llaman “Estado-multicultural” no es otra cosa que la preparación de la disolución y el exterminio de la raza blanca indoeuropea mediante el mestizaje, el objetivo sería alcanzar el “Estado-Híbrido” al estilo de la India actual, donde habitan millones de esclavos hambrientos y mestizos (ni personas de color ni blancos) sin origen, sin destino, carentes de toda creatividad y futuro propio… quedando a merced de la Raza explotadora. Recién estamos en la etapa de la creación de los “Estados multirraciales” y si esto no cambia, las razas se terminarán fusionando, es decir serán exterminadas (exterminio silencioso), así se comprende porque en la mayoría de las películas de Hollywood (en manos judías) se hace constantemente apología a las parejas mixtas y se promueven “bellezas” exóticas, se venden estas uniones interraciales con las mismas técnicas publicitarias usadas para vender los productos comunes, “satisfacción garantizada”, “mucho placer”, “bellas curvas”, “miembros exuberantes”, muchos hombres y mujeres de raza blanca europea corren alienados en busca de su doncella exótica o su macho “superdotado” sin percibir que han sido brutal y criminalmente manipulados psicológicamente mediante mitos, engaños y sofismas. Así se entiende la finalidad oculta de aquellas películas, programas y shows, mientras que aflora al mismo tiempo la hipocresía del llamado a la “tolerancia” y la continua lucha contra “la discriminación” y “el racismo”, las masas alienadas repiten como loros estas consignas emanadas desde la prensa (monopolios mediáticos a su vez controlados por banqueros judíos…). ([4).

Pero no fue solamente Marx el que fue financiado por las finanzas internacionales, ese fue solo el comienzo, una vez sembrada la ideología, que actúa como una suerte de pantalla a través de la cual los alienados seguidores ven el mundo desde una óptica prediseñada por el sofista, solo quedaba la organización para el asalto al poder, pues la justificación ya estaba lista. Una cantidad inaudita de judíos se dispusieron a tomar el poder por la fuerza en toda Europa, siendo financiados no solo por el banquero Rothschild sino por toda una pandilla de banqueros de la misma tribu. Esto sería una difamación contra los judíos si yo no presentase pruebas, pero la presentación de las mismas sumando hechos inobjetables plasmados en la historia dejan mi conciencia tranquila, contraatacando a través de un llamando de atención a los ingenuos y negacionistas irracionales.

A principios de 1919, el servicio secreto de los EEUU entregó al alto delegado de la República Francesa en ese país un memorial en el que categóricamente señala la participación de los principales capitales banqueros en la preparación de la revolución comunista rusa:

“7-618-6 No. 912-S. R.2 II Transmitido por el Estado Mayor del ejército 2º despacho:

En febrero de 1916, se supo por primera vez que en Rusia se estaba fomentando una revolución. Se descubrió que las personas y firmas bancarias que se mencionan estaban complicadas en esta obra de destrucción:

1.-Jacob Schiff. judío

2.-Kuhn, Loeb and Co.. firma judía.

Dirección:

Felix Warburg, judío

Otto Kahn, judío

Mortimer Schiff, judío

Jacobo Schiff. Judío

Jerónimo H. Hanauer, judío

3.- Guggenheim, judío

4.- Max Breitung, judío ([5])



“A principios de 1917 el poderoso banquero Jacobo Schiff comenzó a proteger a Trotsky, judío y francmasón, cuyo verdadero nombre es Bronstein; la misión que se le encomendaba era dirigir en Rusia la revolución social. El periódico de Nueva York “Forward”, cotidiano judío y bolchevista, también le protegió con el mismo objeto. También le ayudaban financieramente los grandes bancos: Casa judía Max Warburg, de Estocolmo; el Sindicato “Westphalien-Rhenan”, por el judío Olef Aschberg de la Nye-Banken de Estocolmo y por Jivotovsky, judío, cuya hija se casó con Trotsky y de este modo se establecieron las relaciones entre los multimillonarios judíos y los judíos proletarios…” “La firma judía Khun, Loeb and Co., está en relación con la Sindical “Westphalien-Rhenan”, firma judía de Alemania; lo mismo los hermanos Lazare, casa judía de París, lo está con la Gunzbourg, casa judía de Petrogrado y Tokio y París; si observamos además que todos los precedentes negocios judíos mantienen estrechas relaciones con la casa judías Speyer and Co., de Londres, Nueva York y Francfort-sur-le-Mein, y lo mismo con las casas Nye Banken, que es la encargada de los negocios judíos-bolchevistas de Estocolmo, podremos deducir que la relación que tiene la Banca con todos los movimientos bolchevistas, debe pensarse que en la práctica representa la expresión verdadera de un movimiento general judío, y que ciertas Casas Bancarias judías están interesadas en la organización de esos movimientos” ([6])


Ya lo advirtió Henry Ford en su libro “El judío internacional”: “El Soviet no es una institución rusa, sino judía…..el 90 % de los comisarios eran judíos. Al triunfar la revolución bolchevique, el nuevo régimen fue integrado en su mayoría por judíos y en estos porcentajes:

. Consejo de comisarios populares, 77% de judíos

. Comisión de guerra, 77%.

. Comisariado de asuntos exteriores, 81%.

. Comisariado de hacienda, 80%.

. Comisariado de gracia y justicia, 80%

. Comisariado de educación pública, 79%.

. Comisariado de socorro social, 100%

. Comisariado de provincias, 91%.

. Periodistas (dirigentes) 100%. ([7])


Bajo este régimen judío fueron masacrados y asesinados millones de seres humanos inocentes, saqueos, pillajes, incendios de iglesias, fusilamientos masivos, mientras que no tardarían en llegar los campos de exterminio judeocomunistas, los otrora famosos y hoy silenciados Gulag. Si bien se popularizaron con Stalin, su existencia se conoce desde la temprana subida al poder por parte de los judíos bolcheviques; fueron legalizados por decretos promulgados en septiembre de 1918 y en abril de 1919. Es decir todos esos “Campos de concentración” nazis que vemos en interminable cantidad de películas (hechas por judíos) fueron copiados en realidad a los “Campos de concentración” que los judíos bolcheviques habían construido en Rusia, ¿usted sabía esto?, ¿alguna vez usted vio una película que aclare este pequeño-gran detalle?...

Mientras millones de alemanes morían en el frente de batalla en la Primera Guerra Mundial, una pandilla de judíos liderados por Kurt Eisner aprovechaba el desconcierto para sabotear mediante huelgas la moral de los soldados del frente y la nación alemana, esto fue coronado con la toma del poder el 7 de noviembre de 1918. Luego entre el 6 y el 15 de abril de 1919 otro grupo de pagapensiones judíos provenientes de Rusia liderados por Leviné-Nissen, Axelrod y Levien toma el poder en Alemania proclamando la República Soviética Bávara ([8]), inspirada en el ejemplo de Béla Kun en Hungría (también de la misma tribu). Es decir los alemanes caían bajo el yugo de un gobierno tiránico de judíos formado por pagapensiones de origen ruso que habían participado también en actividades revolucionarias en Rusia (1905). Apenas establecido este nuevo gobierno judeo-tiránico en Alemania de Weimar, comenzó un imperio de terror que se veía mitigado solamente por su ineficiencia. Se había nombrado gran cantidad de judíos en distintas áreas de gobierno, muchos de ellos fueron los soldados del “Ejercito Rojo” que corrían borrachos por las calles, saqueando y pillando. ([9])

Resumiendo, vemos por un lado algunos de los más prominentes banqueros y financistas judíos: los Rothschild, los Warburg, Kuhn, Loeb, Olef Aschberg, Schiff, Lazare, Hirsch, Gunzbourg, Speyer, Wallenberg, Guggenheim, Breitung, etc., todos promoviendo revoluciones socialistas-marxistas y anarquistas lideradas por judíos como Trotzky (Bronstein), Kamenyev, Ederer, Rosenthal, Goldenrudin, Merzvin (Merzwinsky), Furstemberg (Ganetsky), etc. en Rusia; Béla Kun en Hungría; Liebknecht y Eisner en Alemania, otros judíos fueron Ernst Toller, Erich Mühsam, Leviné, Levien, Axelrod, R. Luxemburg, etc. Entre los más destacados. De esta manera puedo afirmar que las conspiraciones no existen, pero que las hay las hay, sería torpe y hasta ingenuo pensar que esto fue una mera coincidencia.

Quienes liderarían las “revoluciones” sabían perfectamente que la doctrina marxista no era sino un “cheque en blanco” para que una raza -la judía- asaltara el poder por la fuerza bruta sin poner en riesgo los exorbitantes capitales de los grandes banqueros judíos, logrando una soberanía jamás imaginada en un contexto racista, no-revolucionario y no-igualitario.

Los reinados del terror judío, recubiertos de una apariencia y fundamentación clasista proletaria, eran en realidad golpes de Estado. Se pretendía hacerlo masivamente por Europa, y luego por el mundo, lo cual les habría proporcionado la tan deseada conquista del mundo, pero las cosas no les salieron del modo óptimo en que habían sido planeadas, esperaban resistencias, si, pero jamás imaginaron la tremenda reacción vital germana liderada por Hitler, quien puso un muro de contención no solo físico-histórico, sino también psicológico a nivel doctrinal. Nada ingenuos fueron los germanos que pudieron darse cuenta de tal estratagema. En esos momentos trágicos que vivía Europa y Alemania especialmente, encontramos expresiones como la siguiente “esa dictadura de los soviets o, para decirlo mejor, una soberanía pasajera de los judíos, que habrían sido objetivo original de los promotores de la revolución” (Hitler, en su libro “Mi Lucha”).

La irrupción histórica de Hitler y el Tercer Reich puso en riesgo, en tan solo 12 años, el esfuerzo de siglos y siglos de conspiración. La histeria invadió los círculos conspirativos y cabalistas, pues Hitler así como demostró ser un gran estratega en el plano militar, también lo fue en el plano doctrinal al crear su Weltanschauung, en efecto, hizo doctrina pública todo aquello que pretendían evitar los judíos cabalistas conspirativos,

1º) Hitler evitó un choque o confrontación clasista-artificial, que afectaba negativamente a la raza propia, llevando el combate y la confrontación a un plano racista-natural contra todo el pueblo judío.

2º) Hitler imprimió a los arios de un vitalismo naturalista poderosísimo.

3º) Hitler creo una doctrina única en su especie, que por su característica singular la hace –a diferencia de otras ideologías- eterna o inmortal, es decir, no muere o no puede morir, ni siquiera con la caída del Tercer Reich.

Los cabalistas y talmudistas judíos (que son los dirigentes) sabían que su única esperanza para lograr sus fines era manteniendo su obrar en sigilo (como quien se toma una guerra en serio), y evitando que “el problema judío” sea resuelto de un modo efectivo, es decir, a ellos no les molestaba un antisemitismo estéril como el antisemitismo religioso de tipo cristiano debido a que simplemente acudían a la falsa conversión -veamos los marranos- lo cual les permitía continuar con sus planes en Europa. El antisemitismo clasista –basado solo en la crítica a los privilegios económicos- tampoco representaba una gran amenaza, a lo sumo se veían amenazadas sus posesiones por un tiempo, pero les permitía seguir parasitando y conspirando en Occidente. Es decir ningún antisemitismo tradicional era peligroso para ellos, entiéndase para su existencia. Mientras esto continuara así tarde o temprano la victoria llegaría para Sion, los pueblos ya habían olvidado su propio origen racial y por ello se veían más permeables a una invasión de un pueblo foráneo que se disfrazaba de mera religión y que acudía al igualitarismo, solo para ganar derechos en su conquista ([10]). Este antisemitismo o mejor dicho antijudaísmo cambió radicalmente con la visión racista de los germanos y Hitler, influenciadas a su vez por los incipientes descubrimientos científicos en las ciencias naturales, principalmente las ciencias biológicas -que por cierto no tardaron en llevarse al plano social-, las leyes de la herencia (Mendel), el nacimiento de la eugenesia (F. Galton), el darwinismo y principalmente el darwinismo social -que es más preciso llamarlo spencerismo- (Herbert Spencer, Karl Pearson, Ernst Haeckel), las teorías del Conde Buffón, el tratado del Conde de Gobineau y hasta Comte influyeron y tuvieron su cuota en la elaboración del nacionalsocialismo, sin olvidar a Wagner como músico e ideólogo, a Guido von List con su faceta místico-pagana, al zoólogo Lanz von Liebenfels y la gran influencia del filósofo F. Nietzsche y su discípulo nancy Alfred Baeumler.

Con la visión racista, Hitler colocaba la lucha en un plano natural de razas contra razas, donde la supervivencia de la más apta lograría una humanidad evolucionada y mejor. La lucha y la exaltación de determinados valores como el heroísmo, la lealtad y el amor al propio origen y los antepasados hacían del nacionalsocialismo una cosmovisión también espiritual. Al mismo tiempo Hitler denunciaba públicamente al judaísmo como opresor declarando una «guerra justa» en la cual él mismo se erigía como libertador de su pueblo justificando su accionar por el legítimo derecho de defensa. No hay que olvidar que Hitler fue elegido democráticamente en Alemania, siendo recibido con flores por parte del pueblo austriaco cuando este anexionó ese país al Reich. Si usted no tenia esta imagen de Hitler, apague un poco el televisor, puede estar siendo manipulado mentalmente!.

Aquellos valientes germanos que al igual que Bakunin descubrieron en su propia patria los “engranajes ocultos” de esta maquinaria infernal a la que llamamos “Sistema”, no solo se limitaron al análisis o la crítica sino que apuntaron a denunciar públicamente este “motor oculto”, con el sano intento de suprimirlo (querían cortar el mal de raíz), luego todo el Sistema sería sustituido por uno nuevo, basado en la concepción aria de las leyes naturales. ¿Cómo se destruía un Sistema formado por dos oposiciones dialécticas falsas? La solución que idearon fue Crear una Oposición Real al sistema de dominio que pretendían suprimir. En un contexto ideológico dominado por dos opciones que en el fondo son iguales y que tienden en mi opinión a alejar al hombre de su centro vital y de sí-mismo, alejándolo de sus raíces (por debajo) y los vínculos con lo trascendente (por arriba), Hitler presentó una genuina e integral oposición al Sistema de dominio místico-social-psicológico cuya esencia acabo de describir. Su solución fue restaurar en el hombre los lazos que lo unen hacia sus raíces (entiéndase por ello el culto a la raza, la hermandad en la comunidad de sangre) y los lazos con lo trascendente (entiéndase con ello toda una exaltación de una existencia vitalista basada en valores elevados de lealtad, entrega, valor, heroísmo, camaradería, amor a la naturaleza, familia natural, idealismo próximo, etc., todos valores que pueden ser confundidos con una deidad que se encontraba adormecida por un proceso corrosivo que había comenzado a infiltrarse en Europa desde hacía ya casi dos milenios). Todo resultó positivamente para los alemanes, que habían encontrado el antídoto contra el veneno que los corroía y hubo quienes advirtieron el carácter milagroso de restauración Social acaecida en ese breve transcurso de tiempo histórico (12 años). Pero el nacionalsocialismo era un ejemplo peligroso de liberación para los demás pueblos occidentales, por ello debía ser eliminado cuanto antes. Así pues las potencias mundiales que respondían a los mandatos judaicos se reunieron para destruir mediante una guerra mundial a una díscola Alemania (así como hoy pretenden eliminar a Irán).

(FIN DE PARTE 1)
 
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