wonderwoman
Madmaxista
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Desde hace un tiempo pienso que no estoy del todo cuerda. Algo tiene que andar mal en mi cuando me encuentro día a día con lo que definiría como el mundo al revés.
Y es entonces cuando pienso que gente como yo en este país no tenemos cabida. Ni cabida, ni un futuro esperanzador.
No voy a hablar de mi, pero si me permitiré incluirme en el conjunto de aquellos que se esfuerzan, de los que hemos vivido los contratos becarios, precarios, temporales, por obra y servicio, tanto en A y tanto B, "empieza por abajo y mete cabeza".
Acaba la carrera, haz prácticas, estudia inglés, estudia otro idioma, estudia otro idioma más, trabaja gratis, haz un curso de especialización, haz un máster, etc, etc, etc. Siempre queda algo, algo más que debemos o podemos hacer, algo que nos falta.
Llamémosle "conjunto A".
Lo curioso de todo esto, de todo lo que llevo recorrido en el mundo laboral, que no es poco, es que el conjunto A coexiste con otro tipo de individuos que poco o nada tienen que ver: "el conjunto B".
El conjunto B lo forman gente con estudios los justos y cero afán de esforzarse en nada. Coexisten con A en igualdad o incluso superioridad de condiciones: salen a su hora, no son productivos, se jactan de no serlo, se jactan de no saber, ponen mil pegas para afrontar cualquier novedad, pero ahí están.
- secretari@s que no saben usar una triste cuenta de correo.
- Telefonistas y recepcionistas que no saben usar un teléfono.
- administrativos que no saben usar un office (nivel básico, ctrl C ctrl V, imprimir...)
- gente ejerciendo puestos de responsabilidad que no saben ni siquiera organizar una reunión, ni lo que es un orden del día, un acta, etc.
- gente en general sin saber un mísero "how are you?"
Esa gente vive, tiene sus familias, se va sus 15 días de rigor a Benidorm y algún que otro puente a la casa rural de turno, hacen sus cenitas, llevan a sus retoños al zoo y todo ese tipo de cosas.
Me cuesta mucho, muchísimo, entender cómo puede ser que haya miles y miles de personas hipercualificadas ahora mismo en paro, y no digo sobreformadas, mientras especímenes de este tipo mantienen el tipo.
- Descarto enchufe cuando procede
- Descarto buenrollismo cuando procede
Y me quedo sin razones.
Hubo un tiempo en el que estos individuos me hacían gracia. Ahora ninguna. Cada vez que me topo con uno de ellos, aparte de tener que capear una y otra vez con los balones fuera que les encanta tirar (porque aprovechan a tirar hez sobre el trabajo de los demás para quejarse de que no pueden o saben hacer su trabajo), no me dan pena ninguna, pienso que le están quitando un puesto de trabajo a alguien que se lo ha currado y que podría desempeñar ese puesto como es debido.
Qué es lo que se me escapa?
Y es entonces cuando pienso que gente como yo en este país no tenemos cabida. Ni cabida, ni un futuro esperanzador.
No voy a hablar de mi, pero si me permitiré incluirme en el conjunto de aquellos que se esfuerzan, de los que hemos vivido los contratos becarios, precarios, temporales, por obra y servicio, tanto en A y tanto B, "empieza por abajo y mete cabeza".
Acaba la carrera, haz prácticas, estudia inglés, estudia otro idioma, estudia otro idioma más, trabaja gratis, haz un curso de especialización, haz un máster, etc, etc, etc. Siempre queda algo, algo más que debemos o podemos hacer, algo que nos falta.
Llamémosle "conjunto A".
Lo curioso de todo esto, de todo lo que llevo recorrido en el mundo laboral, que no es poco, es que el conjunto A coexiste con otro tipo de individuos que poco o nada tienen que ver: "el conjunto B".
El conjunto B lo forman gente con estudios los justos y cero afán de esforzarse en nada. Coexisten con A en igualdad o incluso superioridad de condiciones: salen a su hora, no son productivos, se jactan de no serlo, se jactan de no saber, ponen mil pegas para afrontar cualquier novedad, pero ahí están.
- secretari@s que no saben usar una triste cuenta de correo.
- Telefonistas y recepcionistas que no saben usar un teléfono.
- administrativos que no saben usar un office (nivel básico, ctrl C ctrl V, imprimir...)
- gente ejerciendo puestos de responsabilidad que no saben ni siquiera organizar una reunión, ni lo que es un orden del día, un acta, etc.
- gente en general sin saber un mísero "how are you?"
Esa gente vive, tiene sus familias, se va sus 15 días de rigor a Benidorm y algún que otro puente a la casa rural de turno, hacen sus cenitas, llevan a sus retoños al zoo y todo ese tipo de cosas.
Me cuesta mucho, muchísimo, entender cómo puede ser que haya miles y miles de personas hipercualificadas ahora mismo en paro, y no digo sobreformadas, mientras especímenes de este tipo mantienen el tipo.
- Descarto enchufe cuando procede
- Descarto buenrollismo cuando procede
Y me quedo sin razones.
Hubo un tiempo en el que estos individuos me hacían gracia. Ahora ninguna. Cada vez que me topo con uno de ellos, aparte de tener que capear una y otra vez con los balones fuera que les encanta tirar (porque aprovechan a tirar hez sobre el trabajo de los demás para quejarse de que no pueden o saben hacer su trabajo), no me dan pena ninguna, pienso que le están quitando un puesto de trabajo a alguien que se lo ha currado y que podría desempeñar ese puesto como es debido.
Qué es lo que se me escapa?