siemprelopodrasvender
Madmaxista
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¿Comienza el hundimiento del precio de la vivienda?
A pesar de que muchos negasen que pasaría, el precio de la vivienda comienza a bajar. El año 2011 ha marcado un punto de inflexión en el ajuste de los precios y la vivienda ha firmado su mayor descenso desde 2007, alcanzando una caída del 11,2% en el cuarto trimestre del año y batiendo récords tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Con este, ya van quince trimestres consecutivos de bajada, y esto no ha hecho más que empezar.
Los descensos fueron generalizados y han afectado tanto a la vivienda nueva como a la de segunda mano. Esta última ha sido la que ha experimentado un mayor descenso, del 13,7%, frente al 8,5% en la caída del precio de la vivienda nueva. Además, desde que se pinchó la burbuja la bajada también ha sido mayor para la vivienda de segunda mano (28,7%) que para la nueva (16,1%).
Teniendo en cuenta el stock de viviendas tan brutal en España estos datos no podrían siquiera considerarse un éxito, sino una necesidad. La caída en el precio de las casas continuará durante este año y el siguiente. El ajuste será lento pero muy duro. Como ya explicamos anteriormente en otro post, las burbujas se inflan y cobran vida con gran facilidad pero son más difíciles de pinchar.
La época dorada de nuncabajistas, ladrillos, pladur y visilleras ha terminado. Comienza la era de los tapayoguristas, según los cuales “el stock de pisos vacíos es tan grande y la demanda tan pequeña en España que el precio de los pisos se deberá ajustar hasta ser el equivalente a los regalos que vienen en las tapas de los yogures”, ahí es nada.
Bromas aparte, la tendencia no deja lugar a dudas. Esto lo saben los compradores potenciales y también lo saben los que dependen del ladrillo. La reforma financiera contribuirá al hundimiento de los precios. Rato, por ejemplo, ya ha movido ficha creando Bankia Hábitat y arrancando con descuentos del 60%. Y como digo, es sólo un ejemplo. Las entidades bancarias, inmobiliarias del presente, se verán obligadas a revisar a la baja los precios de sus inmuebles para sobrevivir en el mercado. Y sólo cuando llegue ese día, será el momento de comprar una casa.
A pesar de que muchos negasen que pasaría, el precio de la vivienda comienza a bajar. El año 2011 ha marcado un punto de inflexión en el ajuste de los precios y la vivienda ha firmado su mayor descenso desde 2007, alcanzando una caída del 11,2% en el cuarto trimestre del año y batiendo récords tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Con este, ya van quince trimestres consecutivos de bajada, y esto no ha hecho más que empezar.
Los descensos fueron generalizados y han afectado tanto a la vivienda nueva como a la de segunda mano. Esta última ha sido la que ha experimentado un mayor descenso, del 13,7%, frente al 8,5% en la caída del precio de la vivienda nueva. Además, desde que se pinchó la burbuja la bajada también ha sido mayor para la vivienda de segunda mano (28,7%) que para la nueva (16,1%).
Teniendo en cuenta el stock de viviendas tan brutal en España estos datos no podrían siquiera considerarse un éxito, sino una necesidad. La caída en el precio de las casas continuará durante este año y el siguiente. El ajuste será lento pero muy duro. Como ya explicamos anteriormente en otro post, las burbujas se inflan y cobran vida con gran facilidad pero son más difíciles de pinchar.
La época dorada de nuncabajistas, ladrillos, pladur y visilleras ha terminado. Comienza la era de los tapayoguristas, según los cuales “el stock de pisos vacíos es tan grande y la demanda tan pequeña en España que el precio de los pisos se deberá ajustar hasta ser el equivalente a los regalos que vienen en las tapas de los yogures”, ahí es nada.
Bromas aparte, la tendencia no deja lugar a dudas. Esto lo saben los compradores potenciales y también lo saben los que dependen del ladrillo. La reforma financiera contribuirá al hundimiento de los precios. Rato, por ejemplo, ya ha movido ficha creando Bankia Hábitat y arrancando con descuentos del 60%. Y como digo, es sólo un ejemplo. Las entidades bancarias, inmobiliarias del presente, se verán obligadas a revisar a la baja los precios de sus inmuebles para sobrevivir en el mercado. Y sólo cuando llegue ese día, será el momento de comprar una casa.
