Eso es muy español. En Alemania, por ejemplo, hay tanta corrupción como en la España de 1980 pero no se presume de ella. La exhibición desabrida del poder. "Somos los protegidos de". "Usted no sabe con quién está hablando". "A mí no me pitan un penalty en dos años aunque resulte ridículo y cante a los cuatro vientos y el que se atreva se la carga".
En mi "ministerio" (administración autonómica, realmente) hemos tenido décadas una banda de charos que exhibían abiertamente su privilegio de salir y entrar a compras y cafés todo lo que se les antojaba al mismo tiempo que se erigían en fiscalizadoras de las horas de los demás. Fiscalizadoras feroces. Cuando pasé a depender de otro departamento de personal una de ellas hasta llamó por teléfono al nuevo para "advertirles" sobre mí.
Otra vez tuve que soportar por diversos trámites un largo tiempo en el Registro Civil a una übercharen fulastre, chulesca e insoportable que, evidentemente, era la cortesana guardiana del juez encargado, que resultaba dificilísima de encontrar en su puesto de trabajo y, por algún motivo, me resultaba familiar.
Semanas después me di cuenta de por qué me resultaba familiar: me la encontraba constantemente en la calle donde yo trabajo, que es una calle céntrica y comercial, siempre con bolsas de compra. Y mi trabajo está a tres kilómetros del Registro.