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Será en Octubre
La falta de trabajadores frena a la construcción en Santiago: «En una semana te dejan tirado diciéndote que "esto no es para mí"»
Álvaro Sevilla SANTIAGO / LA VOZ
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Sandra Alonso
Los promotores se ven obligados a posponer o rechazar obras por la falta de profesionales: «Si pudiera contratar a una cuadrilla, mañana podría coger dos o tres trabajos»
13 abr 2024. Actualizado a las 12:06 h.
Comentar · 30
«Si pudiera contratar a una cuadrilla más, mañana podría coger dos o tres obras, pero me resulta imposible. Por mucho que busque, no hay. No es que no encuentre a personas cualificadas y con experiencia, sino que me cuesta dar con trabajadores para empezar de cero y formarlos yo. Igual en una semana te dejan tirado diciéndote ‘esto no es para mí' y te quedas con cara de orate». El que habla es un profesional de la construcción de Santiago, que confirma lo que padece buena parte del sector. La escasez de mano de obra, especialmente en roles que requieren más experiencia o son más duros, resulta total. «Los que hacen cimentaciones, estructuras, de derechasdas, o los que colocan soldaduras y alicatados son los que más nos cuesta contratar», apunta José Manuel Gerpe, de Ingenia Hogar, que construye varias viviendas de lujo en el área de influencia de la capital gallega.
El sentir de ambos resulta mayoritario entre los miembros de una actividad que renace tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, que los obligó a sobrevivir a medio gas durante casi una década. Eso motivó que muchos cambiaran de profesión o latitud, llenándose países como Inglaterra, Suiza o Francia con trabajadores gallegos. Torneros y ebanistas son otros de los perfiles más demandados y también más complicados de encontrar, lo mismo que electricistas con conocimientos de domótica y automatismos. A la dificultad de hallarlos se suma la de mantenerlos en plantilla. «La clave es ser tras*parente, que sepan que esto es como una familia. Intento que los problemas de la empresa no sean los suyos, no meterles más presión. Al final nos pasamos más tiempo juntos que con nuestras familias», explica Luis Louzao, de la firma de construcción de piscinas Aquadiseño. Admite que la manera de consolidar grupos pasa por no quemar al personal, que cobren cada hora que hacen a mayores y sentirse integrados. Óscar Rey, de la Inmobiliaria Julio Rey, es de los pocos que admite que no tiene problemas para contar con profesionales. Señala una máxima, que en realidad debiera ser un axioma: «Hai que coidar á xente».
Las grandes
Ese déficit de profesionales afecta también a las grandes promotoras de la ciudad, como es el caso de Santiago Sur Galicia, que admite que a ellos también se les complica la posibilidad de contratar. Que existe una demanda al alza de mano de obra, aunque se carezca de experiencia, lo demuestran los porcentajes de inserción laboral de los ciclos de formación de la rama de la construcción, madera, soldadura o electricidad, con tasas del 90 %.
«Albañiles, fontaneros o electricistas vas encontrando, lo que cuesta mucho es llamar a un ebanista y que tenga hueco para hacerte tu encargo. Cuanto más difícil y específico es el trabajo, peor se te pone», admiten fuentes del sector, que reconocen que las obras de menor calado quedan en un segundo lugar para sacar adelante de las de mayores presupuestos. En definitiva, en pleno auge de la construcción, el perjudicado termina siendo el cliente menor, que se encuentra con listas de esperas que pueden llegar a un año para poder construir la casa con la que llevaba soñando una vida.
Los estudiantes de FP Básica, un filón del que tiran las empresas al acabar las prácticas
Las principales empresas del área metropolitana colaboran activamente con los centros de formación profesional, especialmente con los que ofertan titulaciones de FP Básica. Se trata de un modelo donde los estudiantes pasan la mitad del curso trabajando, siendo la mayoría la que repite firma los dos cursos, lo que motiva que muchos tengan la posibilidad de quedarse una vez terminan los estudios. Desde los centros apuntan que en ocasiones son los propios jóvenes los que deciden rechazar las ofertas para seguir formándose.
Soldadores, montadores de andamios y encofradores, las ofertas abiertas
El portal de la Fundación Laboral de la Construcción es un termómetro perfecto para conocer el estado del mercado laboral. Solo en la provincia de A Coruña cuenta con una treintena de ofertas de puestos de trabajo diferentes, entre los que destaca la necesidad de soldadores, montadores de andamios o encofradores. También se buscan técnicos en revestimientos para viviendas, así como jefes de contratación, donde ya se requiere una mayor experiencia.
Lo que más abundan son plazas de albañil, pintores y oficiales de primera categoría. En el extenso listado se encuentra una trabajo como técnico de prevención y control de calidad, con un salario bruto anual de unos 32.000 euro, aunque con una experiencia mínima de tres años.
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Sandra Alonso
Los promotores se ven obligados a posponer o rechazar obras por la falta de profesionales: «Si pudiera contratar a una cuadrilla, mañana podría coger dos o tres trabajos»
13 abr 2024. Actualizado a las 12:06 h.
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«Si pudiera contratar a una cuadrilla más, mañana podría coger dos o tres obras, pero me resulta imposible. Por mucho que busque, no hay. No es que no encuentre a personas cualificadas y con experiencia, sino que me cuesta dar con trabajadores para empezar de cero y formarlos yo. Igual en una semana te dejan tirado diciéndote ‘esto no es para mí' y te quedas con cara de orate». El que habla es un profesional de la construcción de Santiago, que confirma lo que padece buena parte del sector. La escasez de mano de obra, especialmente en roles que requieren más experiencia o son más duros, resulta total. «Los que hacen cimentaciones, estructuras, de derechasdas, o los que colocan soldaduras y alicatados son los que más nos cuesta contratar», apunta José Manuel Gerpe, de Ingenia Hogar, que construye varias viviendas de lujo en el área de influencia de la capital gallega.
El sentir de ambos resulta mayoritario entre los miembros de una actividad que renace tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, que los obligó a sobrevivir a medio gas durante casi una década. Eso motivó que muchos cambiaran de profesión o latitud, llenándose países como Inglaterra, Suiza o Francia con trabajadores gallegos. Torneros y ebanistas son otros de los perfiles más demandados y también más complicados de encontrar, lo mismo que electricistas con conocimientos de domótica y automatismos. A la dificultad de hallarlos se suma la de mantenerlos en plantilla. «La clave es ser tras*parente, que sepan que esto es como una familia. Intento que los problemas de la empresa no sean los suyos, no meterles más presión. Al final nos pasamos más tiempo juntos que con nuestras familias», explica Luis Louzao, de la firma de construcción de piscinas Aquadiseño. Admite que la manera de consolidar grupos pasa por no quemar al personal, que cobren cada hora que hacen a mayores y sentirse integrados. Óscar Rey, de la Inmobiliaria Julio Rey, es de los pocos que admite que no tiene problemas para contar con profesionales. Señala una máxima, que en realidad debiera ser un axioma: «Hai que coidar á xente».
Las grandes
Ese déficit de profesionales afecta también a las grandes promotoras de la ciudad, como es el caso de Santiago Sur Galicia, que admite que a ellos también se les complica la posibilidad de contratar. Que existe una demanda al alza de mano de obra, aunque se carezca de experiencia, lo demuestran los porcentajes de inserción laboral de los ciclos de formación de la rama de la construcción, madera, soldadura o electricidad, con tasas del 90 %.
«Albañiles, fontaneros o electricistas vas encontrando, lo que cuesta mucho es llamar a un ebanista y que tenga hueco para hacerte tu encargo. Cuanto más difícil y específico es el trabajo, peor se te pone», admiten fuentes del sector, que reconocen que las obras de menor calado quedan en un segundo lugar para sacar adelante de las de mayores presupuestos. En definitiva, en pleno auge de la construcción, el perjudicado termina siendo el cliente menor, que se encuentra con listas de esperas que pueden llegar a un año para poder construir la casa con la que llevaba soñando una vida.
Los estudiantes de FP Básica, un filón del que tiran las empresas al acabar las prácticas
Las principales empresas del área metropolitana colaboran activamente con los centros de formación profesional, especialmente con los que ofertan titulaciones de FP Básica. Se trata de un modelo donde los estudiantes pasan la mitad del curso trabajando, siendo la mayoría la que repite firma los dos cursos, lo que motiva que muchos tengan la posibilidad de quedarse una vez terminan los estudios. Desde los centros apuntan que en ocasiones son los propios jóvenes los que deciden rechazar las ofertas para seguir formándose.
Soldadores, montadores de andamios y encofradores, las ofertas abiertas
El portal de la Fundación Laboral de la Construcción es un termómetro perfecto para conocer el estado del mercado laboral. Solo en la provincia de A Coruña cuenta con una treintena de ofertas de puestos de trabajo diferentes, entre los que destaca la necesidad de soldadores, montadores de andamios o encofradores. También se buscan técnicos en revestimientos para viviendas, así como jefes de contratación, donde ya se requiere una mayor experiencia.
Lo que más abundan son plazas de albañil, pintores y oficiales de primera categoría. En el extenso listado se encuentra una trabajo como técnico de prevención y control de calidad, con un salario bruto anual de unos 32.000 euro, aunque con una experiencia mínima de tres años.