Mataron a Gaddafi por esto?

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Mataron a Gadaffi por esto?

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Aquí tienen este histórico discurso, de recomendable lectura y traducido al español gracias al trabajo de Web Islam.

Discurso del líder libio Moammar Al-Gadafi en la 64ª Asamblea General de Naciones Unidas

En el nombre de Dios…

Excelencias, señores miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Os saludo en nombre de la Unión Africana y ruego que sea una sesión histórica en la vida del mundo.

En el nombre de la Asamblea General que Libia preside, en el de la Unión Africana y en nombre mi reino tradicional africano, en nombre de todos vosotros, felicito a nuestro hijo Obama, por ser la primera vez que presencia con nosotros esta Asamblea en calidad de presidente de los EE.UU. Le saludamos por ser el país anfitrión.

Esta celebración se realiza mientras compartimos un conjunto de desafíos comunes, ante los cuales todo el mundo debería aunar sus fuerzas para poder vencerlos, ya que se tratan de retos colectivos: el cambio climático, la crisis financiera, el derrumbe económico capitalista, la crisis alimenticia, la desertización, el terrorismo, la emigración y la propagación de enfermedades, tanto las elaboradas por el ser humano como las que no lo son. Recordemos aquí que algunos bichito fueron fabricados por laboratorios como armas de guerra sobre las que posteriormente se perdió el control.

Puede que la gripe porcina (del árabe “Anf’al’anza” Al’janazir) no sea sino uno de los bichito que se escaparon del control, manipulados en los laboratorios como arma de guerra.

También está el tema de la terrible proliferación nuclear, junto con un nuevo tipo de terrorismo como es la propagación de la hipocresía, el miedo y la incredulidad, el retroceso de la ética y la hegemonía del materialismo. Todo eso configura el enemigo que todos tenemos en común.

Estimados Señores,

Saben Uds. que la ONU se constituyó en sus inicios en base a tres o cuatro Estados que se habían aliado en contra de Alemania… ésos eran “las Naciones Unidas” y no la “Organización de Naciones Unidas”. Ésta sería la que ahora nos alberga, que es otra cosa distinta. Aquellos Estados habían formado un Consejo que denominaron el “Consejo de Seguridad” y se adjudicaron asientos permanentes en él con derecho a veto. Nosotros no estábamos presentes en aquel entonces, cuando diseñaron entre tres o cuatro el vestido y luego nos pidieron a nosotros que nos lo pusiéramos. Esta es la verdad y la realidad sobre la cual se basó la Organización Internacional.

Su gestación se produjo en ausencia de 165 naciones hoy presentes, esto es, en una proporción de 1 a 8, uno presente y 8 ausentes. Ellos fueron quienes crearon el Estatuto de la ONU, donde, como todos sabemos, el preámbulo dice una cosa y sus artículos otra. ¿Cómo se explica esto? Los Estados presentes en San Francisco en 1945 compartieron la redacción del preámbulo, dejando los demás artículos, incluidos los decretos internos, a la voluntad de lo que se denomina “Consejo de Seguridad”, y que son los expertos, especialistas y políticos de los países que lucharon contra Alemania y crearon el Consejo de Seguridad.

El preámbulo es muy atractivo y no tengo sobre él objeciones. Sin embargo, todo cuanto viene después se contradice totalmente con él, y es por ello que provoca nuestra absoluta oposición y rechazo ya que, además, se realizó en una situación extraordinaria, justo después de la segunda guerra mundial.

El preámbulo dice que “todas las naciones son iguales, sean grandes o pequeñas”. ¿Acaso somos iguales en lo que respecta a asientos permanentes?, evidentemente no, no somos iguales. ¿O tal vez somos iguales con respecto al derecho de veto? Esto quiere decir que el veto y los asientos permanentes se contradicen con el preámbulo del Estatuto, lo que ni reconocemos ni aceptamos.

El Estatuto dice en el preámbulo: “nos comprometemos a no usar la fuerza armada, con la excepción del interés común”. Es este el preámbulo que nos convenció y por él nos adherimos e integramos en la ONU. Sin embargo, han estallado 65 guerras desde que se instauró la ONU y se creó el Consejo de Seguridad, causando más víctimas que las provocadas por la segunda guerra mundial. ¿Se trata de guerras de “interés común”? En absoluto, son solamente del interés de uno, dos o tres Estados. Ello constituye una evidente contradicción con el preámbulo que ratificamos y nos indujo a integrarnos en la ONU.

Dado que la situación actual no cumple el preámbulo que aceptamos en principio, nuestra permanencia no cuenta a partir de ahora. Nosotros no somos parciales, no hablamos en términos diplomáticos ni tenemos miedo, ni codicia, ni tampoco nos da por ser arbitrarios cuando se trata del destino del mundo. De esto precisamente estamos hablando, del destino de la raza humana, cuestión que no acepta cortesías, hipocresías, ni diplomacia, puesto que ser negligentes, hipócritas y cobardes han hecho estallar 65 guerras desde la creación de la ONU.

El preámbulo dice que “en caso de usar la fuerza, ésta debería ser multinacional y tratarse de fuerzas conjuntas”, y entonces es la ONU, como comandante en jefe en las guerras, la que hace uso de la fuerza y no un solo Estado, dos o tres, sino que todas las Naciones Unidas deciden usar la fuerza para proteger la paz mundial. Se supone que en caso de que hubiese una agresión por parte de un Estado contra otro, a partir de 1945, son las Naciones Unidas, en su conjunto, las que se encargarían de repeler tal agresión. Es decir, en caso de que Libia atacara a Francia, por poner un ejemplo, la ONU debería repeler la agresión libia porque Francia es un Estado independiente y soberano, miembro de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Estamos comprometidos a defender la soberanía del conjunto de las naciones, sin embargo estallaron 65 guerras y/o agresiones sin que la ONU pudiera evitarlas, siendo autores de las mismas los mismos países que poseen los asientos permanentes y el derecho de veto en el Consejo de Seguridad. Son los Estados en que supuestamente nos refugiamos, por creer que son los defensores de la seguridad y la independencia, los responsables de la amenaza a la independencia de los pueblos y del uso de la fuerza de forma arbitraria, los que creíamos se iban a encargar de repeler la agresión y defender a los pueblos con objeto de reafirmar la concordia en el mundo.

No hay en todo el Estatuto nada que le otorgue a la ONU el derecho de intervenir en los asuntos que sólo le competen a la autoridad interna de un determinado Estado. Esto quiere decir que el sistema de gobierno es un asunto interno de un determinado país, donde nadie tiene el derecho de intervenir, hagas lo que hagas con tu régimen, sea dictatorial, democrático, socialista, capitalista, retrógrado o progresista, pues se trata de la responsabilidad de esa determinada sociedad; asunto interno y punto.

En épocas del gobierno de “Julio César”, Roma había decidido votar a favor de que el gobierno fuera dictatorial, concediéndole el senado tal permiso, pues ellos veían que la fórmula dictatorial era propicia y útil para la Roma de entonces. Era una decisión interna y nadie se atreve a preguntarle a Roma por qué hizo de Julio César un dictador.

En el preámbulo contenía lo que habíamos acordado, mientras que el veto vino después y no está mencionado en el Estatuto. De habernos enterado de su existencia no hubiésemos ingresado en la ONU, pues creíamos ser iguales en derechos y por eso nos habíamos adherido. Sin embargo, aparece después un Estado con derecho de veto sobre todas nuestras decisiones y encima con un asiento permanente. ¿Quién pues le dio ese derecho? Son esos cuatro Estados los que se autodesignaron como permanentes. El único país al que dimos nuestro voto para que fuera permanente es China. Por ende, el único Estado cuya posición es legítimamente democrática es China, mientras que los otros cuatro asientos no son democráticos, sino dictatoriales, porque se nos impusieron, por lo que no los reconocemos.

Reformar la ONU, señores, no es por vía del incremento de asientos. Incrementarlos “embarraría aún mas la cancha” (risas del líder por tratarse de una expresión difícil de traducir, según él, por el traductor de inglés), puesto que lo que haría es agregar nuevas grandes potencias a las ya existentes, de modo que la balanza de las grandes potencias se incrementaría más aún. Rechazamos por ello el incremento de los miembros permanentes de este modo. Lo más peligroso es aumentar el número de miembros de las grandes potencias, agregando otros nuevos a los anteriores. Ello arrasaría con los pueblos del tercer mundo y con todos los pueblos pequeños. Es esto lo que rechazamos. Incrementar los miembros del Consejo de Seguridad fomentaría la opresión y la iniquidad, como así la tensión a nivel mundial, fomentando la competencia por los asientos del Consejo de Seguridad entre un grupo de países muy importantes. Habría tensiones y competencia entre Italia, Alemania, Indonesia, India, Pakistán, Filipinas, Japón, Argentina, Brasil, Nigeria, Argelia, Libia, Egipto, Congo, Sudáfrica, Tanzania, Turquía, Irán, Grecia, Ucrania. Todos estos países pedirían un asiento en el Consejo de Seguridad, continuando así la competencia hasta el punto de equipararse el número del Consejo de Seguridad con el de esta Asamblea General, lo cual no sería nada práctico.

¿Cuál es la solución? La solución planteada ahora ante la Asamblea General, a cargo de Ali Treki (diplomático libio, nuevo presidente de la Asamblea General), donde se votará una resolución, que será vinculante por tratarse de la decisión de la mayoría en la Asamblea, es la de cerrar la puerta a nuevos miembros y por tanto evitar el incremento de los asientos en el Consejo de Seguridad. En este caso, serían reemplazados por los miembros de bloques y/o Uniones en forma democrática, esto es, igualando entre los países miembros, transfiriendo las competencias del Consejo de Seguridad hacia la Asamblea General. En este caso, los miembros serían de las Uniones y no la de los Estados. Si aceptamos un nuevo miembro en el Consejo de Seguridad todos querrían entrar y nadie les podrá decir que no, nadie tendrá el derecho de impedírselo. ¿Quién le podrá decir que no a Italia si Alemania lo solicita?, la prioridad sería para Italia, alegando que abandonó el Eje y se adhirió a los aliados, en cambio Alemania era la agresora y fue vencida, etc., sin embargo, no se trata de la Alemania actual sino la anterior, la nancy.

Si diéramos a India un asiento alegando que lo merece, protestaría Pakistán, pues éste también es un país nuclear y ambos están peligrosamente enfrentados. Lo mismo pasaría en caso de dárselo a Japón, dirán que por qué no a Indonesia, el mayor país de la religión del amor del mundo? Qué le diríamos a Turquía, o a Irán, o a Ucrania, Brasil, Argentina o Libia, país éste que eliminó su programa de armas nucleares y que por ende merecería un asiento en el Consejo de Seguridad por haber protegido la seguridad mundial?

Le tocaría después el turno a Egipto, Nigeria, Argelia, Congo, Sudáfrica y Tanzania; todos ellos países importantes.

Es por ello una puerta que hay que cerrar, ya que se trata de una burla y un engaño, dado que lo que se hace es ubicar nuevas potencias en la misma balanza que las anteriores potencias que actualmente padecemos.

La Asamblea General es el Parlamento del mundo, el Congreso del mundo, el legislador cuyas decisiones son vinculantes, como debe ser una democracia, debiendo el Consejo de Seguridad someterse a la supremacía de la Asamblea General, y siendo nuestra obligación oponernos a él si llegase a propasarla. La Asamblea es el poder legislativo y estos son sus legisladores.

Lo correcto no es que la Asamblea cumpla con las recomendaciones del Consejo de Seguridad, sino lo contrario; éste debería someterse a las recomendaciones de aquella. Son estos 190 países los que constituyen las Naciones Unidas y no el Consejo de Seguridad que está en la sala de al lado, o sea, 10 personas. ¿Qué democracia es esa y de qué seguridad me hablan? ¿Cómo es que podemos estar tranquilos cuando nuestro destino está en manos de diez, controlados por cinco Estados, siendo nosotros 190 naciones existentes cual personas en el Hyde Park, o sea un adorno, una mera decoración? A Vds. los tienen de adorno, Vds. no tienen valor, esto es una simple tribuna para lanzar discursos igual que en el Hyde Park, hablas y te vas, eso son Vds. Si el Consejo de Seguridad se convirtiera en simple ejecutor de las recomendaciones y decisiones de la Asamblea General sólo entonces dejarían de competir por los asientos en el Consejo de Seguridad. Lo planteado ahora ante la Asamblea es un asiento permanente para cada bloque o espacio:

La Unión Europea, 27 países, le correspondería un asiento permanente en el Consejo de Seguridad.
La Unión Africana, 53 Estados, un asiento para ella.
ASEAN, 10 más 2 más 3 más 4, otro.
La Federación Rusa, ya tiene uno ahora.
Los Estados de América, 50 Estados que ya están “already”.
La SARC, en vías de armarse, si es que se concreta, también otro.
La Liga Árabe, 22 Estados, otro asiento.
La Organización de la Conferencia Islámica, 45 países.
El Movimiento de los No Alineados, 120 países, otro.
Los G100, un Foro, que estamos pensando, de todos los pequeños países, podría tener otro asiento.
En caso de existir otros países fuera de estas asociaciones regionales, puede designárseles uno cuyo delegado se turnaría cada seis meses o cada año. Puede que Japón, Australia o Nueva Zelanda se queden fuera de algún bloque de estos y entonces se les otorgue un asiento.

Es esto lo que está planteado, en términos de solución, ante la Asamblea General. Se trata de un asunto esencial, articulador y fundamental expuesto ante la Asamblea General, Congreso del mundo, no reconociendo a nadie fuera de este recinto, pues nosotros somos las Naciones Unidas.

Ali Treki y Ki-moon elaborarán las redacciones administrativas legales, además de formar las comisiones pertinentes para someter esto a votación, esto es, que a partir de ahora el Consejo de Seguridad se articule en base a uniones regionales. Esto es lo justo y democrático. Terminaríamos así con el cuento de que el Consejo de Seguridad es poseído por determinados Estados, uno porque posee bombas nucleares, el otro porque posee un poder económico, otro la tecnología, etc. Esto es terrorismo. No podemos someternos a un Consejo de Seguridad poseído por los dueños del poder destructor, esto es terrorismo. El derecho de veto o se otorga a todas esas uniones o se anula totalmente con la reforma. En este caso, el Consejo de Seguridad se convertiría en el instrumento ejecutivo de la Asamblea General. La soberanía radicaría en la existencia de todas las naciones (las 190) en el Consejo de Seguridad por igual, de la misma manera que están en la Asamblea General. No nos someteríamos a ninguna resolución emanada del actual Consejo de Seguridad en su estado actual.

Henos aquí nosotros, estuvimos colonizados, estábamos bajo tutela, pero ahora ya nos hemos independizado nos hemos reunido y queremos decidir el destino del mundo de modo democrático para preservar la paz y la seguridad de todos los pueblos e igualar todas las naciones, sean estas pequeñas o grandes.

El terrorismo no es solamente el de “Al’Qaeda”, pues toda la situación actual es terrorismo.

El arbitraje sería solamente para la mayoría de los votos en la Asamblea General, no correspondiendo a ninguna otra entidad. Si la Asamblea vota, ninguna otra instancia podrá oponerse alegando que está por encima de la Asamblea General y si lo hiciere quedaría fuera de la ONU, apartado.

La democracia no es la del más fuerte, ni más rico, ni del terrorista que nos aterra, sino que es igual para todas las naciones. Sin embargo, ahora resulta que el Consejo de Seguridad es un feudo de seguridad, un feudo político para los dueños de los asientos permanentes, quines lo utilizan para protegerse ellos en contra nuestro, por lo que no cabe denominarlo Consejo “de seguridad”, sino “del terror”.

Ustedes vieron cómo cuando lo requieren recurren a él y cuando no necesitan usarlo en nuestra contra lo ignoran. A su vez, cuando necesitan usar el Estatuto en contra nuestro lo respetan y lo veneran, buscando el séptimo artículo para aplicarlo contra esta nación o aquella otra pobre, pero que cuando quieren cometer algo que trasgrede este estatuto lo ignoran como si no existiese.

Que el derecho de veto y el asiento permanente sean para quien es dueño del poder es una total injusticia y un terrorismo que no soportamos, ni viviremos bajo su égida.

Las grandes potencias tienen intereses muy extendidos en el mundo y usan el derecho de veto, el Consejo de Seguridad y la fuerza de la ONU para proteger dichos intereses, lo cual atemorizó al mundo e hizo que el tercer mundo viviera aterrorizado.

El Consejo de Seguridad, desde su creación en 1945 nunca nos brindó seguridad, sino sanciones y terror y es por eso por lo que no estamos obligados a obedecer sus resoluciones a partir de este cuadragésimo discurso mío.

Desde la creación del Consejo de Seguridad, unas 65 guerras han estallado todas ellas contra el tercer mundo, contra los pequeños Estados, sean guerras entre sí o agresiones por parte de las grandes potencias contra los pequeños países, sin que el Consejo de Seguridad interviniera para repelerlos, infringiendo por tanto el Estatuto.

La Asamblea General por ende votará respecto a estas soluciones históricas planteadas, después de lo cual o seguimos juntos en una sola “Naciones Unidas” o nos dividimos en dos partes: naciones igualadas con su Asamblea y su Consejo de Seguridad propio también, quedándose los grandes países dueños de los asientos permanentes y del derecho de veto en su propia Asamblea, ellos tres, cuatro o cinco, allá ellos, no nos importa que sigan eternamente en sus asientos, la eternidad es propia solamente de Dios. Nosotros no tenemos por qué someternos a la voluntad de los dueños de un veto que se autoadjudicaron.

Nosotros no les dimos ese derecho y seríamos más que necios si se lo diéramos a un grupo de Estados permanentes y despreciáramos a las demás naciones considerándolas inferiores e indignas de ser permanentes o poseer veto. ¿Por qué íbamos a hacerlo si son naciones sagradas y respetadas? Éstas son las naciones de la tierra, las 190 naciones.

Vds. han visto que se ha iniciado el proceso de ignorar las resoluciones del Consejo de Seguridad al darnos cuenta que se utilizaban en nuestra contra y no en contra de los grandes países. Contra ellos nada, ninguna resolución.

Por ende, está hecho en contra nuestra por lo que todo lo que resuelve será causa de nuestra risa y desdén. Se convirtió en el hazmerreír de las Naciones Unidas, ya que las verdaderas decisiones empezaron a pergeñarse fuera del recinto de la ONU: esto es, las guerras, las hostilidades, las infracciones contra fronteras de países independientes, contra las soberanías, los crímenes de guerra, las limpiezas étnicas en contra del Estatuto y en presencia del Consejo de Seguridad, al cual ignoran.

Lo más importante aún es que cada bloque internacional o grupo inició el rumbo de constituir su propio Consejo de Seguridad para exponer ante él sus problemas y asuntos y poco a poco el Consejo de Seguridad, con su actual estructura, empieza a aislarse:

La Unión Africana con el MAS empieza a desarrollar su propio Consejo de Seguridad.
La Unión Europea hará lo propio.
El ASEAN pondrá en marcha su propio Consejo de Seguridad.
América Latina formará su Consejo de Seguridad.
Los No Alineados, 120 países, también están planteando crear su propio Consejo de Seguridad.
Todos ellos son indicadores de que hemos perdido la confianza en el Consejo de Seguridad actual, por no brindarnos seguridad, recurriendo cada cual a Consejo de Seguridad regionales. La estructura actual del Consejo de Seguridad no es democrática, sino dictatorial e inicua y nadie nos puede obligar a permanecer en él o hacerle caso.

Las Naciones Unidas de hoy perdieron su respeto y no tienen autoridad en la vida ni en la seguridad del mundo y sus resoluciones tampoco son vinculantes.

La Corte Penal Internacional, una instancia judicial mundial, cuyos fallos sólo se aplican contra los pequeños y contra el tercer mundo, siendo eludidas por las grandes potencias. Aquí enfrente mío tengo fallos de la Corte Penal Internacional que otros Estados rechazaron obedecer.

La Agencia Internacional de la Energía Atómica es una importante institución, a la que los grandes no se someten, pues descubrimos que sólo está para imponerse sobre nosotros (los pequeños). Pero, ¿no decís que es un “Agencia Internacional”?, si fuera para todos por igual estamos de acuerdo, pero si no lo es, la ignoraríamos y no la reconoceremos a partir de éste mi cuadragésimo discurso. Ali Treki a cargo de la Asamblea debería interrogar al director de la Agencia, Al Baradei exdirector, preguntándole si realmente vigila el aumento o la disminución de la reserva nuclear, etc. Si contesta que sí, entonces y solo entonces nos sometemos a él, pero si contesta que no tiene autoridad para controlar a los grandes, entonces no le reconoceremos y le daríamos la espalda.

Sepan ustedes que yo convoqué al Sr. Al Baradei durante la “crisis de la bomba nuclear Libia” y le dije: “Sr. Baradei, ¿acaso los acuerdos de disminuir las armas de destrucción masiva están siendo controlados por igual?”, entonces me contesta que “no”, que él “no puede acercarse a esos grandes Estados ni preguntarles nada”, por lo que yo le ordené que se fuera ya que él sólo puede dirigirse a nosotros (y no a ellos).

Entonces se trata de una agencia que no es nada “Internacional”, sólo está dirigida a nosotros, al igual que lo es la Corte Penal Internacional y el Consejo de Seguridad, mientras ellos están ajenos. Esto ya no es justo, ni es Naciones Unidas, ni es Seguridad…lo rechazamos.

En lo que respecta a África, Dr. Ali Treki, se reforme o no se reforme la ONU y aún antes de votar las propuestas históricas aquí planteadas, África necesita igual a partir de ahora un asiento permanente con todas las prerrogativas por merecimiento propio.

África es un continente aislado, colonizado y oprimido, al que consideraban un animal, un recinto de esclavos, y que más tarde pasaron a ver como una colonia bajo tutela. Pero es un continente que merece el asiento, exactamente al igual que China, sin que ese derecho tenga que ver con la reforma de la ONU o no. Este tema deberá ser sometido a la Asamblea General, y no debieran existir objeciones por parte de nadie.

Quien tenga al respecto alguna reticencia que la manifieste ahora, ¿o es que el continente africano no merece un asiento permanente? Nadie me lo puede refutar.

También la Asamblea tendrá ante ella el tema de la indemnización a los países que fueron colonizados, para que de este modo no se repitan los abusos y usurpaciones cometidos por el colonialismo y se frene la emigración de los jovenlandeses a esos países que les despojaron de sus recursos. ¿Por qué se van los jovenlandeses, asiáticos o latinoamericanos a Europa? Pues porque esos países colonizadores les sacaron su oro, plata, cobre, diamantes, hierro, uranio, metales preciosos, petróleo, verduras, animales y seres humanos. Hoy día, la nueva generación en estos continentes persigue, con todo derecho, esos recursos usurpados, viéndonos incapaces de frenarlos. Cuando le pregunté a un africano por qué se dirigía a Europa, me dijo que está yendo tras sus recursos usurpados, devuélvanselos pues, emitan una resolución para que él los recupere. De Filipinas a América Latina y de ahí a Mauricio y hasta la India; devuélvanos las riquezas usurpadas.

África merece una indemnización de 777 trillones y los exigirá, pero si no se les entregan los jovenlandeses irán en busca del lugar donde fueron invertidas esa cantidad, y poseen todo el derecho de ir tras esos recursos.

Si no hay emigración de libios hacia Italia, a pesar de la cercanía, es porque ésta decidió indemnizar al pueblo libio, pidió perdón y firmó un convenio con Libia para pasar página, reconociendo Italia que colonizarnos fue un error, un proyecto fracasado y que no volverá a ocurrir, ni por tierra ni por mar ni por aire, debiendo indemnizarnos por un período de 20 años, equivalentes al tiempo de ocupación de nuestro país, con 250 millones cada año, construyendo hospitales para el implante de miembros ortopédicos en beneficio de los libios que los perdieron a causa de las minas sembradas por Italia en territorio libio durante las dos guerras mundiales. Berlusconi debería ser un ejemplo a imitar y recibir todos los honores por este paso civilizado, como también sus los cargos anteriores en el gobierno.

El tercer mundo exige ser indemnizado, pero ¿por qué?, pues para que no se repita la escena colonialista de que un país del tercer mundo, si llegase a ser potencia, haga lo mismo, sino que piense antes de ocupar a otro Estado, antaño del primero mundo, convertido en uno del segundo o tercer mundo. Todos los países sabrán siempre que llegará el día en que se le exigirá indemnización. Para frenar el colonialismo hay que incriminarlo y sancionarlo con indemnizaciones.

El otro punto, que esperamos afrontar con paciencia por tratarse de algo muy sensible, lo abordaré pero después de estas frases que diré entrecomilladas:

Nosotros, sin duda, especialmente los jovenlandeses, nos sentimos felices y orgullosos de que uno de los hijos de África esté gobernando los Estados Unidos de América, lo cual constituye un hecho histórico. Hubo un tiempo en el que el oscuro no entraba en los cafeterías donde había blancos, ni al restaurante, ni al autobús de los blancos, etc.
Pero el pueblo norteamericano votó con un fervor sin precedentes a Obama, ese joven africano de Kenia para que fuera presidente. Esto es algo grandioso de lo cual estamos orgullosos, y que creemos representa el inicio del cambio, tal y como lo anunció él. Para mí, personalmente, Obama es un destello de luz en la oscuridad, que se prolongará por cuatro u ocho años, para luego -me temo- que la Señora Halima vuelve a las andadas. ¿Quién garantiza, en este caso, que los Estados Unidos no reinciden?, ¿Quién de entre Vds. lo puede garantizar?, ¿tú Ali, o tú Ki-moon?, imposible, nadie puede.

Estaremos tranquilos mientras Obama esté al mando de los EE.UU. El discurso que nuestro hijo Obama dio antes que yo no se contradice en nada ni es distinto a cualquier otro discurso de sus antecesores, los presidentes norteamericanos contemporáneos.

¿Qué decían los anteriores a él?, he aquí sus palabras: decían: “haremos que les llueva encima plomo fundido”, “la madre de las bombas” (la “massif ordinance penetrate”), esta creo que es la madre de todas las bombas, única traducción posible, y decían también: “os arrasarán los racimos de la ira y las lluvias del verano”, “os enviaremos la tormenta del desierto”, “el trueno circulante” y “la rosa venenosa para los niños de Libia en el 1986″.

Esta era la lógica con que se comunicaba un presidente cuando llegaba a este estrado, aterrorizando al mundo diciendo que nos mandarían el “relámpago circulante”, “el trueno arrastrado”, la “operación del caballero” como lo hicieron en Egipto en 1956, a pesar de que Estados Unidos estaba en contra de dicha operación, la “rosa dorada” (Kat) enviada por Reagan contra los niños libios en 1986. Fíjense hasta dónde un presidente de un Estado con un asiento permanente en el Consejo de Seguridad, de quien se esperaba protección, nos dice “he decidido mandaros una rosa envenenada para los niños de Libia, quien la huele se muere”.

Y ¿qué es la rosa venenosa?, son esas bombas láser trasportadas a bordo de los F.111. Esa era la lógica dominante entonces. Nos decían que “manejaremos al mundo, castigaremos a quien se nos oponga, les guste o no”.

Sin embargo, las palabras que esbozó ahora nuestro hijo Obama son totalmente distintas; pide “eliminar seriamente las armas nucleares”, lo cual aplaudimos. Dice que “los EE.UU. nunca podrán resolver los problemas del mundo por sí solos. Que el mundo resuelva los suyos”. Afirmó que “la situación en la que estamos inmersos no puede proseguir, eso de reunirnos, pronunciar discursos e irnos no está bien”, con lo cual coincidimos plenamente.

Dijo también que “las Naciones Unidas siempre fueron una tribuna de desacuerdo, donde solamente nos reunimos para criticarnos y atacarnos mutuamente”.

Dice por otro lado que “la democracia no se puede imponer desde afuera”, mientras que otro presidente hace poco decía “tenemos que imponer la democracia en Irak” y en no sé dónde más, etc.

Obama en cambio dijo que “se trata de un asunto interno.. Los Estados ejercen la democracia, cada uno en base a su cultura y su herencia y tradición”. Esto es lo correcto, pero este tipo de declaraciones no existían antes.

Por ello, reflexionemos brevemente antes de pasar a una cuestión muy sensible.

Atentos a esto, prestemos un poco de atención a esta expresión: “un mundo multipolar”. ¿Acaso tiene que ser un mundo multipolar?, ¿No podrá ser un mundo de naciones igualitarias? Contéstennos. Después alegan que un mundo multipolar es mejor. ¿Acaso no podemos ser un mundo de iguales?, ¿estamos obligados a tener patriarcas, Papas y dioses? Vivimos en un mundo donde los polos están confrontandos y rechazamos un mundo multipolar. Queremos en cambio un mundo de iguales, sin polos.

La cuestión sensible es la siguiente: la sede de las Naciones Unidas, esta sede. Todos ustedes proceden de allende los mares, océanos y continentes, cruzaron el Atlántico y el Pacífico, además del continente asiático, europeo y el africano para llegar hasta aquí, ¿por qué? ¿Acaso esto es Jerusalén, el Vaticano o la Meca?

Todos Vds. hoy están cansados y dormidos, con los horarios trastornados y en un estado deplorable físicamente hablando, pues algunos acaban de llegar después de 20 horas de vuelo y esperan que dé un discurso aquí hablando sobre el destino del mundo. No se justifica tanta fatiga. En tu país están todos dormidos mientras tú estas despierto aquí.

Yo me desperté hoy a las 4 de la madrugada, cuando en Libia eran las 11 de la mañana, lo cual es un poco tarde en Libia. No se justifica tal fatiga. No tenemos porqué continuar con una situación establecida en 1945. ¿No pensaron ustedes en un lugar más intermedio y cómodo? Este es el primer punto.

El otro punto a debatir es que el país anfitrión, EE.UU., se está haciendo cargo de los gastos de la sede de la ONU, de las delegaciones permanentes, de decenas de presidentes que llegan hasta aquí cada año, de la seguridad, costos, viviendo Nueva York y todo EE.UU. con los nervios a flor de piel.

Yo lo que quiero es aliviarle la carga, alívienle la carga ustedes también y agradézcanle a EE.UU.; queremos ayudarte y queremos que Nueva York se sienta tranquila y que EE.UU. también. Dejarás de hacerte cargo de forma solitaria del costo de decenas de presidentes. Puede que algún terrorista haga explotar el avión o el coche de un presidente o esta sede. Que sepan todos que esta sede es objetivo declarado de Al’Qaeda.

Pues sí, este edificio está amenazado. Hasta nos preguntamos cómo es que el 11 de septiembre no lo derrumbaron. Era algo que escapaba a su voluntad. Quizás los aviones que se lograron abortar se dirigían a este lugar. El próximo objetivo es este lugar y no lo digo sin fundamentos. Tenemos presos a decenas de miembros de Al’Qaeda detenidos en las cárceles y sus confesiones son aterradoras.

Es esto lo que hace que EE.UU. viva con los nervios de punta. Puede que este edificio sea atacado por aviones secuestrados, o por un cohete y que mueran decenas de presidentes. Le queremos agradecer a los EE.UU. y ayudarle a trasladar la sede a un lugar no expuesto.

Supuestamente después de 50 años la sede debe trasladarse a otra parte del globo terráqueo. 50 años en el hemisfério occidental son suficientes. Los otros 50 años en el centro del globo terráqueo, en el hemisfério oriental y así cada 50 años, Este, Oeste, Centro.

Ya se excedió en 14 años la permanencia aquí, o sea, 64 años sin trasladarse la sede. Esto no afecta a los EE.UU., sino que es por su bien y para ayudarle. Le agradecemos, pero ya es suficiente, no puede seguir así.

Es un tema planteado ante la Asamblea General y solamente ante ella, pues el artículo 23 del tratado del 26/07/1947 dicta que “no se puede trasladar la sede de la Naciones Unidas sin una previa resolución de la Asamblea General con mayoría simple de votos”; si el 51% de la Asamblea General acepta, entonces se traslada.

No estamos obligados a soportar esta fatiga, viniendo de la India, de Filipinas, de Australia y de las islas Comores, etc. Me extrañó que mi hermano presidente Ahmad me dijera que pasó 14 horas volando desde los Comores y le dicen que dé su discurso, siendo imposible ya que su horario se trastornó.

Además hay otras restricciones que molestan a las personas que llegan. Estados Unidos tienen todo el derecho de poner restricciones porque está siendo amenazada por Al’Qaeda, por los terroristas, pero sin embargo no es necesario que nosotros tengamos que soportar tales medidas solo porque tenemos que venir hasta Nueva York. No es necesario que vengamos y no hacen falta esas medidas.

Un presidente se me quejó diciendo que le obligaron a volar sin el copiloto, porque tienen objeciones sobre éste último. La verdad es que nada le obliga a venir si es esta la forma, para eso mejor no venir.

Otro presidente se quejó diciendo que no le dejaron pasar con su acompañante personal, por supuesta confusión en su nombre, entonces vino sin su acompañante. Lo mismo le ocurrió a otro con respecto a su médico personal y no entró por cuestiones de visa, etc.

Por otro lado, te limitan tus movimientos si eres un país con problemas con EE.UU., entonces te restringen tu movimiento y te dicen que tienes 50 pasos hacia tal lado y 500 hacia tal otro, en fin, como estar en Guantánamo. O sea, más bien parece uno un preso de Guantánamo que un miembro de la ONU.

Esto estará planteado ante la Asamblea General también, y Sr. Ali, votado para trasladar la sede o no. Si se saca el 51%, pasaremos a la segunda propuesta, o sea, al centro de la tierra o al oriente. En caso que se votase el centro, estarían postuladas la ciudad de Sirte y Viena. Si es en Sirte podrás movilizarte y caminar 1.000 kilómetros si quieres, sin restricciones, vente con tu avión lleno de gente, que aunque no tengan visa pasarán igual por estar con el presidente, estarán en un país seguro. ¿Qué es eso de no pasarte más allá de los 500 metros? Libia no está enemistada con nadie y no es objetivo de terroristas, al igual que Viena, no creo que haya restricciones.

Si el voto diera que el traslado hacia el Este, entonces las postulantes serían Nueva Delhi, capital de la India, o Pekín, capital de China. Esto es algo razonable y no creo que haya objeciones. Posteriormente me lo agradecerán y me bendecirán por haberlo sugerido y a los que lo votaron también. ¿Por qué 14 ó 20 hs. de vuelo!?

Que nadie me diga que en tal caso, los EEUU reducirían su contribución. ¿Por qué pensar mal de Estados Unidos? Estados Unidos es un país comprometido siempre, ni se enfadará ni dirá nada. Todo lo contrario, os lo agradecerá porque le quitásteis un peso de encima.

Pasemos ahora a los asuntos que la Asamblea someterá a investigación, bajo la presidencia de Ali Abdussalam Treki.

Nosotros nos juzgaremos a nosotros mismos, juzgaremos a las Naciones Unidas ahora, o se disuelve o se da inicio a una nueva ONU, empezando por el Consejo de Seguridad hasta la Asamblea General.

Este no es un encuentro ordinario, hasta mi hijo “Obama” dijo tal cosa antes que yo, o sea que es histórico.

Empecemos por las guerras que estallaron a partir de la creación de la ONU. ¿Por qué ocurrieron?, ¿dónde estaba el Consejo de Seguridad, o la Asamblea General?, ¿cómo es que estallan? Y ¿dónde estaba el Estatuto?

Tenemos que investigar todo eso y emitir resoluciones sobre todo cuanto ocurrió en ellas, especialmente las atrocidades. Comenzaremos por la guerra de Corea, una guerra que estalla con millones de muertos y que a punto estuvo a punto de utilizar una bomba nuclear. Todavía sigue latente, cual una bomba retardada, con la posibilidad de que ocurra una nueva guerra coreana con uso de bombas nucleares. Es un peligro latente, tenemos que enjuiciar a los responsables de estas guerras, de sus pérdidas y decidir quiénes pagan el precio, a quién se procesa y a quién se sentencia.

Pasamos luego a la guerra de Suez en 1956, hay que investigar y abrir esta causa de nuevo. ¿Por qué un país soberano como lo es Egipto es atacado siendo miembro de la ONU por parte de países del Consejo de Seguridad con derecho a veto, destruyendo sus ciudades sólo porque ejerció su derecho de nacionalizar el Canal de Suez? ¿Cómo puede ocurrir esto en presencia de una Carta y un Estatuto que dicen existir? Hay que denunciar esto para que no vuelva a repetirse. Son casos, ambos, que hay que abrir y no cerrar hasta que se agoten.

No olvidemos la guerra de Vietnam, con 3 millones de víctimas y en la que se lanzaron más bombas en sólo 12 días que las que se utilizaron en 4 años durante la segunda guerra mundial. Esto no se puede ocultar.

Y recordemos lo sucedido en Panamá. Se invade un país independiente, miembro de la ONU y de esta Asamblea, se asesina a 4.000 panameños y se captura a su presidente como prisionero de guerra y se le encierra en la prisión de otro país. Este es un asunto que la Asamblea tiene que revisar y a Noriega hay que dejarle libre. No hay que callar esto, porque le puede suceder lo mismo a cualquiera de nuestros países por parte de una potencia presente en el Consejo de Seguridad, que se supone protectora de la seguridad.

Luego tenemos la guerra de Granada, cuando un país miembro de la ONU es invadido por 7 mil soldados, cinco mil barcos de guerra y decenas de aviones, siendo el más pequeño de los Estados. Su presidente entonces, Maurice Bishop, fue asesinado. No podemos inorar esto ni dejarlo pasar, pues no podremos estar tranquilos respecto a nuestro destino ni futuro.

Hay que tener también presente el bombardeo de Somalia. Un país miembro de las Naciones Unidas, es atacado en épocas de Farah Aidid. Hay que estudiar el caso, investigar y saber quién y cómo se hizo.

En cuanto a la Guerra de Yugoslavia, como todos ya saben, se fue construyendo paso a pso desde que Hitler la demolió y ahora es atacada otra vez y destruida como si fuéramos otro Hitler. Es una lástima, un Estado pacífico que el héroe de la paz, Tito, construyó, ahora lo despedazamos por intereses personales eimperiales. La Asamblea debe revisar la causa y remitirla a la Corte Penal Internacional de Justicia.

Y por fin la guerra de Irak, “la madre de todos los pecados”. La ONU la investigará, la Asamblea a cargo del Ali Treki lo hará. Bajo esta guerra se esconden cuatro causas graves.

Primero: la invasión a Irak es de por sí contraria al Estatuto, pero la llevan a cabo, sin justificativo alguno, potencias que poseen asientos permanentes en el Consejo de Seguridad, siendo Irak un país independiente y miembro de la Asamblea General. ¿Cómo es que se le ataca y cómo es que aquí no se aplica el Estatuto que dice reprimir la agresión? Yo ya desde el comienzo les he citado que la ONU repele la agresión y aquí les daré un ejemplo para que entiendan a qué me refiero.

Cuando Irak invadió Kuwait, recurrieron enseguida al Estatuto, aduciendo que las Naciones Unidas debería frenar tal agresión y entonces todos asentimos, aliándose países árabes hermanos de Irak en su contra, poniéndose del lado de países extranjeros con tal de frenar dicha agresión y en defensa del Estatuto (de la ONU). Sin embargo, cuando la agresión es contra Irak, ¿por qué no se aplicó tal Estatuto? En el primer caso lo consideraron sagrado, pero en el segundo lo arrojaron en el basurero y lo ignoraron porque querían invadir Irak. ¿Pero por qué no evitaron la agresión y cuál es el motivo?

Segundo: tras la invasión de Irak vino el exterminio masivo. Investiguen eso, pues se asesinaron más de millón y medio de iraquíes de forma masiva. Muéstrennos la Corte Penal Internacional a la que llevaríamos a todos los que ejercieron tal exterminio masivo contra el pueblo de Irak. Claro que es más fácil llevar a Bashir a la Corte, a Slobodan, a Hebri, Taylor o a Noriega. Sin embargo, aquel que perpetró el exterminio en Irak no va a la Corte. O sea, la Corte esta sólo para apuntarnos a nosotros, pues la rechazamos y no la reconocemos si es así.

Nosotros no somos animales en un corral a los que se degüelle en las fiestas como les plazca. Somos naciones con derecho a vivir con dignidad sobre la tierra y bajo el sol, dispuestos a luchar y combatir y a morir, pero sin prestarnos a eso. Pruébennos.

Tercero: es el tema de la ejecución; la manea en que fueron ejecutados los prisioneros de guerra en Irak. Tanto el presidente de Irak cuando fue capturado, así como su gobierno, fueron declarados “prisioneros de guerra” por los Estados ocupantes. Les vamos a enjuiciar por esto: “los prisioneros de guerra no se ejecutan, ni se juzgan y se liberan en cuanto terminan las operaciones efectivas”.

¿Quién ahorcó al presidente iraquí? Nosotros sabemos quién lo hizo, el nombre del juez es conocido, su cara es conocida y su identidad también. Pero, ¿quién le ahorcó?, quién ejecutó la orden el día de la Fiesta del Cordero?, ¿Quién me contesta? Lo hizo gente encapuchada y disfrazada. ¿Puede ser esto posible señores? ¿Poseían acaso autoridad y legitimidad legal para hacerlo?

¿Saben qué dice la gente? Dicen que los encapuchados eran el presidente norteamericano y el británico y que fueron quienes ejecutaron la sentencia, acusación ésta que prevalecerá mientras nadie la refute. Y sí, ¿por qué pues no se descubren las caras? Para saber si son oficiales del ejército, soldados, un juez o un médico.

Cuarto: La causa de la prisión de Abu’gharib, que conmueve a la humanidad.

Yo sé que los Estados Unidos se encargarán de hacer las averiguaciones pertinentes, sin embargo las Naciones Unidas no deben dejar de lado esta causa. Investigará esta guandoca donde hay prisioneros que fueron objeto de ensañamiento con alevosía, mordidos por perros estando vivos y hombres violados siendo prisioneros de guerra. Ningún otro invasor hizo lo que hicisteis (se asemeja a la expresión que usó Lot al dirigirse a su pueblo: “nadie os ha precedido con semejante depravación”). Ni Satanás haría semejante cosa. De qué Consejo de Seguridad me hablan cuando es un Estado con asiento permanente el que comete todo esto…

Es una causa humana que no podemos callar y hay que investigar, llegar a una solución y que el mundo se entere. Sigue en pie todavía, un cuarto de millón de prisioneros iraquíes, hombres y mujeres y ya vieron todos cómo son tratados.

Tenemos en quinto lugar la guerra de Afganistán; que está siendo también investigada. ¿Por qué la hostilidad contra los talibanes y quiénes son estos? Si quieren hacer de Afganistán un Estado teocrático que lo hagan, ¿qué nos importa?, sería igual que el Vaticano. ¿Acaso el Vaticano representa un peligro?, pues no, en absoluto. Simplemente es un Estado religioso muy pacífico.

Si los afganos quisieran crear un emirato islámico, que sea como el Vaticano. ¿Quién dijo que los talibán son un enemigo y que se armaran los ejércitos para asestarles el golpe? ¿Acaso Bin Laden es afgano o talibán? En absoluto. ¿Acaso los terroristas que atacaron Nueva York, en la que estamos ahora, eran afganos o talibanes; en absoluto, ni los unos ni los otros. Entonces ¿por qué Irak y por qué Afganistán?

Si quisiera engañar a mis amigos norteamericanos e ingleses podría alentarles para que siguieran procediendo como lo están haciendo ahora, enviando más y más soldados hacia Afganistán, así se hunden en un baño de sangre ya que nunca conseguirán nada, ni en Afganistán ni en Irak.

Vieron lo que les sucedió en Irak, a pesar de tratarse de un país desértico y de terreno abierto, y Afganistán ni les cuento, peor todavía. Es como quien intenta en vano embestir una montaña, o lo que es lo mismo (coloquialmente dicho) “pretende romper una montaña con un martillo”. Sin embargo, lo que quiero es salvarles a ellos y a los habitantes de estos pobres pueblos. Que dejen pues Afganistán para los afganos e Irak a los iraquíes, que se maten entre ellos si quieren, pero déjenlos libres.

Aquí en EE.UU. hubo una guerra civil y nadie intervino (de fuera). Lo mismo en España, en China y así en todas partes del mundo. Dejen que los afganos se enfrenten entre sí. ¿Quién dijo que los talibanes si asumen el poder en Afganistán se convertián en un peligro? ¿Acaso los talibanes poseen misiles crucero continentales?, o es que los aviones que cayeron en Nueva York despegaron partieron de bases afganas o iraquíes? Esos aviones despegaron desde aquí, del aeropuerto de Kennedy en Nueva York, ¿por qué castigar a Afganistán?

No hay que callarse estas cosas, “el que calla la verdad es un diablo mudo” y nosotros no queremos ser diablos mudos.

Luego, tú Ali, inicias una investigación sobre los asesinatos. Sobre el asesinato de Patrice Lumumba, el libertador congoleño; quién lo hizo y por qué, para que lo registremos en nuestra historia africana y lo estudien nuestros hijos y así en 50 años llegar al criminal…

¿Quién mató al ex secretario general de la ONU, Hammarskjold, haciendo explotar su avión en 196, el mismo año en que mataron a Lumumba?

¿Quién asesinó a Kennedy en 1963?, queremos saber. Lo mató uno que se llama Lee Harvey, después vino uno que se llama Jack Ruby y mató a Lee Harvey, ¿por qué? Resulta que éste que es israelí mata al que mató a Kennedy y luego lo matan a él, en circunstancias misteriosas antes de su procesamiento, claro. ¿Por qué? Vuelvan a los archivos pues tenemos que enterarnos. Que yo sepa y por ahí lo sabe todo el mundo, por lo que leímos en la historia, Kennedy “había decidido revisar la planta nuclear de Dimona, por si contenía o no bombas nucleares” y es por eso que se decidió eliminarlo. Y es por ello, al tratarse de un asunto de índole internacional con consecuencias sobre la paz mundial y las armas de destrucción masiva, por lo que habría que investigarlo a fondo.

También habría que investigar la causa de la muerte de Martín Luther King, cuyo asesinato encierra una conspiración. Hay que averiguarlo y castigar al responsable.

Luego, ¿Quién asesinó a Khalil Al’wazir, el palestino Abu’Jihad, mientras estaba tranquilo en un país soberano como es Túnez, a la que atacan con cuatro barcos, dos submarinos y dos helicópteros para asesinarle?

No podemos callar estas cosas porque nos expondríamos si no a lo mismo. Repárense en el asesinato de Abu’Ayad y las circunstancias misteriosas que envolvieron ese asesinato.

Averigüemos las muertes de los palestinos asesinados en el Líbano, un país soberano y miembro de la ONU. En base a una operación llamada “Operación Al’ferdan” o “Operación de la fuente de juventud”, donde fueron asesinados Kamal Nasser, poeta y Kamal Uduan y también Abu’Yusef An’najar. Hay que encontrar a los responsables para evitar que se repitan escenas inhumanas. Si nos callaramos nos convertiríamos todos en ofrendas donde cada año le toca a uno.

No somos animales atados para ser sacrificados, sino que defendemos nuestra existencia, la de nuestros hijos y nietos. No tenemos miedo, tenemos derecho de vivir.

El globo terráqueo no esta hecho sólo para las grandes potencias, mi Dios la hizo para todos nosotros. Por lo tanto no viviremos arrastrados.

Después tocaremos las causas de las horripilantes masacres:

La de Sabra y Shatila, una zona bajo el ejército israelí usurpador, con 3.000 víctimas humanas, niños y mujeres, la mayoría palestinos, en un país soberano como es Líbano.
La masacre de Gaza, en 2008, que para vuestro conocimiento provocó más de 1.000 víctimas entre muertos y heridos y 2.200 niños. Se destruyeron 50 instituciones de la ONU, de esta Asamblea y otras 30 de ONGs, la Cruz Roja y 60 hospitales, además de 40 enfermeros y médicos muertos mientras ejercían su misión humanitaria. Todo esto sucedió en Gaza, en diciembre de 2008. Los que lo cometieron siguen vivos y hay que llevarles a la Corte Internacional Penal, ¿o es que ante esta Corte solamente comparecen los Estados pequeños del tercer mundo? Si la Corte Internacional de Justicia no se respeta, la Agencia de Energía Nuclear no es para todos los países igual, la Asamblea General actual no es nadie y el Consejo de Seguridad está monopolizado cual un feudo de seguridad, entonces ¿qué es la ONU? ¿Dónde estamos nosotros?. La respuesta es que no hay ONU.
El fenómeno de la piratería se expande por todas partes y hasta podría convertirse en algo peligroso como el terrorismo. En cuanto a los piratas somalíes, yo les digo que no son piratas, nosotros lo somos. Nosotros agredimos a los peces, al sostén de sus hijos, a sus aguas territoriales y económicas. Pues sí, todos vuestros barcos lo hicieron; barcos libios, indios, japoneses, americanos, todos somos los piratas y agredimos las aguas territoriales de Somalia. Cuando éste cayó fuimos a despedazarle y fue entonces cuando sus habitantes se convirtieron en piratas, para protegerse y defender el alimento de sus hijos. Y dicen que quieren ir a bordo de barcos para golpearle a Somalia, lo que tendrían que hacer es ir a darles a esos piratas que quieren usurpar las riquezas de los somalíes y no al revés. Vayan y donde encuentren un barco extranjero denle con todo. De todos modos, yo me reuní con los denominados “piratas” y les dije que entablaría un convenio entre ellos y el resto del mundo; en base al cual el mundo respetaría el espacio económico somalí, de 200 millas marítimas de acuerdo a la ley de los mares. Como número dos: todos los países dejarán de arrojar sus desechos contaminados en aguas territoriales de este país, cuyo objetivo era que los somalíes dejaran de atacar sus barcos. Pero lo peor, es que situaron a barcos de guerra para impedir que los somalíes salieran a pescar para alimentar a sus hijos. Prepararemos este acuerdo y se lo daremos a la Asamblea General. Nuestro modo de tratar la piratería es erróneo, como lo es también con el terrorismo y con las enfermedades. ¿Cómo?
El suero de la enfermedad que se está propagando, tal como la de la gripe porcina, y cuidado que les puede llegar la gripe del pescado, se vende caro ya que los laboratorios de los aparatos de inteligencia están trabajando a tiempo completo para que las compañías capitalistas juntaran dinero vendiendo medicamentos. Eso no está bien, pues los sueros no son un negocio ni las medicinas. Lean el Libro Verde, allí dice que no está permitido negociar vendiendo con las medicinas. Anúncienlo diciendo que los remedios y los sueros serán gratuitos y entonces verán que no se propagarán más los bichito, ya que los manipulaban para fabricar luego sueros y así esas compañías capitalistas suman más ganancias. Este es otro de los temas a tratar por la Asamblea General y no se ocupará de otra cosa sino de esto.
Luego pasamos al Convenio de Ottawa; ésta prohíbe la fabricación De minas, su transporte y venta, etc. Lo considero un error, puesto que las minas no son para atacar, sino un medio de defensa. La mina no se mueve ni te ataca y donde la dejas ahí queda, a menos que tú vengas hasta ella. ¿Pero por qué vienes a ella? Yo quiero sembrar mis fronteras con minas y tú me quieres invadir, entonces que se corten tus manos y piernas. Por favor que los Estados que ratificaron el acuerdo revisen sus posturas al respecto.

Esto que yo digo está todo en mi sitio Web “Algathafi habla”, dicho acuerdo debe anularse o modificarse. Nos quieren despojar hasta de las minas. Más bien cancelen primero las bombas atómicas y los misiles intercontinentales.

En cuanto a la causa palestina; la solución que plantea dos Estados es imposible; por favor no hablen del tema. La solución radica en un solo estado democrático para judíos, fieles a la religión del amor, palestino y cristianos, etc,. Al igual que en el Líbano.

Hablar de “dos Estados” no es práctico, no hay dos Estados contiguos, pues están de por sí entrelazados totalmente y el fracaso de la división es inevitable. Antes que nada, estos dos Estados no son vecinos, sino que se encuentran intrincados, no hay dos Estados y no podrás nunca establecer un separador. En Cisjordania viven medio millón de colonos israelitas y en lo que se denomina “Israel” hay un millón de palestinos viviendo, ergo es difícil la separación en dos Estados. El mundo tiene que encaminarse hacia la imposición de un solo Estado democrático sin fanatismo religioso ni nacionalista ni idiomático, porque el fanatismo ya es algo retrógrado, ya pasó. Era la mentalidad de la guardia de hierro, ideas de los promotores de la tercera guerra mundial, del tipo de Yaser Arafat y Sharon, gente que ya está acabada.

La generación nueva quiere un solo Estado democrático y tenemos que esforzarnos para que ello suceda y la gente viva en paz. La juventud palestina quiere la paz y anhelan vivir en un solo Estado. Pongámosle fin a este dolor de cabeza que envenena a todo el mundo. Encontrarán la solución mencionada en mi Libro Blanco. Tómalo Ali para después.

Los árabes no guardan enemistad hacia el israelí, sus primos, viviendo en paz con ellos. Los refugiados palestinos vuelven y viven en un solo Estado en paz. Son ustedes (los occidentales) quienes les quemaron (a los judíos), provocaron el Holocausto y les asfixiaron en hornos de gas en Europa. Son Vds. quienes odian a los judíos, no nosotros. Nosotros, en cambio, los refugiamos y protegemos en la época romana, también cuando los expulsaron de Andalucía, cuando la guerra de Hitler frente a sus hornos y sus gases mortíferos de exterminio, etc.

Nosotros los acogimos y ustedes los expulsaron y les dijeron vayan a combatir a los árabes. Digamos la verdad, son nuestros primos y algún día necesitarán de los árabes pero éstos ya no les protegerán como lo hicieron en el pasado. Acuérdense de lo que les hizo Tito, Hadrin, Eduardo I y Hitler. Vds. sí los odian, odian a los semitas.

Respecto a la causa de Cachemira, en resumen, la única solución es que sea un Estado tapón independiente entre la India y Pakistán, para que se termine el conflicto.

En cuanto a “Darfur”, espero que las ayudas de las organizaciones internacionales de las que me hablan se conviertan en proyectos de desarrollo industrial, ganadería y agricultura. Hoy día vive en paz y no hay guerra. Son Vds. quienes la fomentaron persiguiendo al petróleo y sacrificando con ello a la población de esta zona.

¿Que por qué digo que estos temas requieren de una investigación? Porque ustedes ya habían por ejemplo transferido el problema de Al’Hariri, “Dios sea misericordioso con él”, a la ONU; ¿por qué?, pues porque quieren sacrificar a Hariri, aprovecharse de su muerte y venderla para ajustar cuentas con Siria. Si no, cómo se entiende esto, siendo el Líbano un país independiente con leyes, fiscalía, cortes y policía como para buscar al responsable del asesinato. Sin embargo, al proceder de esta forma no se buscan los responsables, sino arreglar cuentas con Siria, a costa de la causa de Al’Hariri, que nunca resolverán. De ahí que todas las causas, esto es, la de Abu’Ayad, Khalil Al’wazir, Kennedy y Hammarskjold, todas ellas hay que llevarlas ante la ONU, igual que las demás.

En fin, la Asamblea General, está bajo presidencia de Libia, con todo derecho y Libia lo que hará es ayudar al mundo a transitar de una fase a otra; de este mundo desorientado, dolorido, perversos, aterrorizado, espantado y amenazado a un mundo humanitario de paz y tolerancia.

Yo me encargaré de realizar el seguimiento de esta labor junto a la Asamblea General, con Treki y con el Secretario General de Naciones Unidas, porque no nos gusta ser parciales ni resignados cuando se trata del destino de la humanidad, ni tampoco cuando se trata de la lucha por vivir en paz, especialmente la lucha del tercer mundo y de los 100 Estados pequeños, para que vivan merecidamente bajo el sol y sobre la tierra, pues su lucha es hasta el final.

La paz sea con Ustedes.
 

Skull & Bones

Maestro Madmaxista
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¿Quién asesinó a Kennedy en 1963?, queremos saber. Lo mató uno que se llama Lee Harvey, después vino uno que se llama Jack Ruby y mató a Lee Harvey, ¿por qué? Resulta que éste que es israelí mata al que mató a Kennedy y luego lo matan a él, en circunstancias misteriosas antes de su procesamiento, claro. ¿Por qué? Vuelvan a los archivos pues tenemos que enterarnos. Que yo sepa y por ahí lo sabe todo el mundo, por lo que leímos en la historia, Kennedy “había decidido revisar la planta nuclear de Dimona, por si contenía o no bombas nucleares” y es por eso que se decidió eliminarlo. Y es por ello, al tratarse de un asunto de índole internacional con consecuencias sobre la paz mundial y las armas de destrucción masiva, por lo que habría que investigarlo a fondo.
ufff donde se estaba metiendo....
 

Vde

Madmaxista
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Yo tambien le hubiera dado de baja de la suscripción de la vita si llego a tener que tragarme un discurso tan largo. Su querida madre..

Alguien lo resume??
 

Bulldozerbass

Pecador de la pradera
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Yo tambien le hubiera dado de baja de la suscripción de la vita si llego a tener que tragarme un discurso tan largo. Su querida madre..

Alguien lo resume??
DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER SECRETARIO DEL COMITE CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA y PRIMER MINISTRO DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO, EN LA CONCENTRACION EN CONMEMORACION DEL DECIMOQUINTO ANIVERSARIO DEL HEROICO ATAQUE AL CUARTEL MONCADA, EN LA PLAZA DE LA REVOLUCION DE SANTA CLARA, LAS VILLAS, EL 26 DE JULIO DE 1968.



(DEPARTAMENTO DE VERSIONES TAQUIGRAFICAS

DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO)



Señores invitados;

Villareños;

Trabajadores todos:



Este año se cambió el horario de esta concentración. Antes era a las 5:00 de la tarde. Pero nos dijimos: estamos en el mes de julio, es un mes caluroso, estas concentraciones de enorme magnitud se organizan con la participación de los vecinos de toda la provincia, muchos tienen que hacer largas travesías para llegar hasta aquí, y veíamos cómo en muchas ocasiones decenas de miles de personas permanecían todo el día en espera del acto en medio del calor abrasador y, además, los desmayos que siempre vienen detrás del calor. Al parecer hoy no hay muchos desmayos porque no han pasado mucho calor, y posiblemente también porque los compañeros de la Columna están bien entrenados y ninguno se desmaya (APLAUSOS).

Se organizó el acto por la mañana bien temprano, a las 9:00 —hora nueva—, que sería a las 8:00 —hora vieja.

Bien: no se ha pasado mucho calor, pero aquí casi nadie ha dormido. Yo creo que aquí nadie ha dormido, ni ustedes ni nosotros. Pero en realidad puede ser que alguno se duerma en el transcurso de este acto (EXCLAMACIONES NEGATIVAS). Pero recordamos que realmente hace 15 años, el 26 de julio de 1953, nadie durmió ese día. Bueno, ¡ese día estaban durmiendo los soldados en los cuarteles! (APLAUSOS) Pero los revolucionarios no durmieron ese día. Y así más o menos, con las horas de fatiga, de muchas horas sin descanso, fue que vimos aquel amanecer del 26 de julio.

El pueblo de Santa Clara, o de Las Villas —como ustedes prefieran llamarle—, como siempre en este 26 de julio ha acudido a esta conmemoración en un número extraordinariamente alto. Tal vez no nos equivoquemos si apreciamos que esta concentración es aún mayor de lo que fue la concentración hace tres años, en 1965 (APLAUSOS), a pesar de que ciertamente se hizo todo lo posible por persuadir a los compañeros de otras provincias de que no organizaran excursiones a la provincia de Las Villas, de que no organizaran los viajes, porque ciertamente hasta de las provincias de La Habana, Matanzas, Pinar del Río, Oriente, siempre hay un gran entusiasmo por movilizarse para estas concentraciones.

Pero hay que decir ciertamente que estos actos tienen una magnitud muy grande. Hay que decir que en estos actos el esfuerzo que tienen que hacer los asistentes es un esfuerzo muy grande: la cantidad de vehículos, de transporte; muchas veces ocurren accidentes, aunque afortunadamente este 26 de julio —según nos comunican los compañeros del Partido en la provincia— solo hubo un accidente y un herido no de gravedad. Este ha sido el único que ha ocurrido, y ojalá también cuando ustedes regresen a sus respectivas casas, pues también con el mismo orden y con el mismo cuidado, no tengamos que lamentar la conmemoración con el hecho de que se pierdan algunas vidas u ocurran algunas desgracias.

Hemos pensado muchas veces acerca del sentido de estas concentraciones. Muchas veces nos preguntamos por qué hacer una concentración tan grande. Por lo general estas grandes concentraciones, aunque hay que decir que esta vez la disciplina de las masas es verdaderamente ejemplar, no son los sitios que más se prestan para el razonamiento. Muchas veces en un acto más pequeño se puede conversar, se puede discutir, se puede razonar mejor que en estas grandes concentraciones, que en ocasiones es necesario hacer un enorme esfuerzo. Muchas veces nos preguntamos si es correcto que la Revolución de tantas grandes concentraciones.

Desde luego, siempre tenemos el privilegio de contar entre nosotros en estas fechas con un gran número de invitados de todos los países. Es posible que para ellos la reunión de todo nuestro pueblo sea una expresión de la fuerza de la Revolución, aunque realmente la Revolución no necesita de la expresión de su fuerza, y todos los que tienen sensibilidad para comprender el fenómeno de una Revolución no necesitan esa prueba. Tampoco nuestro pueblo la necesita.

Es decir, nuestro pueblo está muy consciente de su fuerza. Pero se ha ido haciendo una tradición todos los años la concentración del 1ro de Enero, la concentración del 1ro de Mayo, la concentración del 26 de Julio.

Y cuando nosotros veníamos para Las Villas, los compañeros dirigentes del Partido en la provincia de Matanzas nos decían que tenían un problema: que en estos días era el aniversario de la Federación de Mujeres, que en esos mismos días era el aniversario de la Juventud Comunista, que por esos mismos días era el acto de los Comités de Defensa, en el mes de abril, pero que además iban a tener la conmemoración del Centenario que, a nuestro juicio, es sin duda de ninguna clase la más importante conmemoración de nuestro país este año (APLAUSOS), y que ellos pensaban que tenían que dedicar una enorme cantidad de tiempo y tenían mucho trabajo, y qué podíamos hacer para ver cómo se podía reducir un poco el número de reuniones. Porque, además, cada uno de los sectores y de las organizaciones naturalmente se esforzaba por darle la mayor brillantez y la mayor fuerza a sus actos.

Ustedes preguntarán por qué digo todo esto. Y lo digo porque realmente estoy empezando a abogar para que en un futuro no hagamos tantas concentraciones todos los años, para que en un futuro hagamos una o dos, o al principio dos y después una. Siempre alguna tendremos que hacer.

Pasaba como con los desfiles militares. Ustedes recordarán los primeros días de la Revolución, cuando se organizaron nuestras primeras unidades militares, cuando se organizaron nuestras milicias: había un desfile el 1ro de Enero, un desfile el 1ro de Mayo, un desfile el 26 de Julio y continuamente había un desfile. Después los desfiles se fueron reduciendo al 1ro de Enero. Pero los desfiles invertían una gran cantidad de tiempo en prácticas, las calles se destruían con los tanques, y así llegamos a la sabia conclusión de que lo mejor era dar un desfile cada tres años, o cada cinco años, o si es posible cada más tiempo.

El próximo 1ro de Enero se cumplen ya 10 años del triunfo de la rebelión, no del triunfo de la Revolución, sino del triunfo de la rebelión de nuestro pueblo, y lógicamente pues este 1ro de Enero posiblemente habrá que hacer un desfile militar.

En esta ocasión se cumplen 15 años. Por lo general los 15 años siempre se celebran: las muchachas siempre, tradicionalmente, han celebrado sus 15 años; los quinquenios, los decenios, y así por el estilo, se celebran siempre de una manera particular. La Revolución también conmemora en esta ocasión el 15 aniversario del asalto al Cuartel Moncada.

Han transcurrido 15 años, y nosotros nos preguntamos: ¿Es mucho? ¿Es poco?... ¿Ustedes qué piensan: 15 años de Revolución son muchos años, o 15 años de lucha? (EXCLAMACIONES DE: “Pocos”) Ciertamente, son pocos años.

Ahora bien: sin embargo, ¿en esos pocos años, los cambios que han ocurrido en este país son muchos o son pocos? ¿Muchos o pocos? (EXCLAMACIONES DE: “Muchos”) ¡Son muchos cambios!

¿Acaso nuestro país se parece en algo a lo que era nuestro país hace 15 años? (EXCLAMACIONES DE: “¡No!”)

Ustedes dicen no, pero muchos de ustedes tienen 17 años —los que estén aquí en la primera fila—, o tienen 16 años, y no dudo de que haya algunos aquí entre los columnistas del Centenario que tengan 15 años, y a lo mejor alguno no había nacido el 26 de Julio de 1953. Y, sin embargo, ¿por qué dicen que hay una gran diferencia? (EXCLAMACIONES DE: “Lo hemos leído”) ¡Porque lo han leído! ¿Y es lo mismo haberlo leído que haberlo vivido? (EXCLAMACIONES DE: “¡No!”) Posiblemente los padres de ustedes lo conozcan mucho mejor, porque lo vivieron.

De todas maneras, no siempre para saber las cosas es necesario haberlas vivido. Ahora, todos los que en aquella época tenían ya uso de razón seguramente recordarán muchas cosas de las cuales ustedes no tenían siquiera una idea, y recordarán sobre todo qué era nuestro país, qué era el pueblo, qué era un hombre o mujer humilde del pueblo, qué era un trabajador, qué era un estudiante y quiénes eran estudiantes.

Desde luego, hay cosas del pasado que nosotros tampoco hemos vivido. Pero a veces recorriendo los campos de nuestro país en muchos sitios, recorriendo la propia provincia de Matanzas, nos encontramos unas ruinas oscuras y tétricas donde vivían encadenados los esclavos que hacían el trabajo en el siglo pasado. Aquellas ruinas nos dan una idea de cómo vivió el hombre en aquellos tiempos, y nos dan una idea de hasta qué grado el hombre fue capaz de explotar y esclavizar al hombre, hasta qué grado el hombre —en sus egoísmos, en sus privilegios y en sus intereses de clase— fue capaz de ser inhumano y fue capaz de tratar a sus semejantes como una bestia y en ocasiones peor que a bestias.

Cuando la esclavitud desapareció —y comenzó a desaparecer aquel día precisamente 10 de octubre—, cuando los que iniciaron la lucha armada decretaron la libertad de los esclavos, esclavos que formaron parte importantísima de los contingentes de nuestro ejército libertador y lucharon por nuestra independencia durante 30 años, aquella forma de esclavitud fue sustituida por una forma que no se basaba en la esclavitud aquella del hombre encadenado, pero que realmente constituía una forma de esclavitud con cadenas invisibles, en ocasiones peores que aquellas cadenas con que ataban a los esclavos.

Y todavía quedan en nuestro país muchos, pero muchos recuerdos de aquel pasado, de aquel pasado bochornoso, de aquel pasado de injusticias, de aquel pasado de abusos, de aquel pasado de explotación, de aquel pasado de crimen, que nos dejó como herencia tanta ignorancia, que nos dejó tanta pobreza, que nos dejó tanta miseria, que nos dejó un país subdesarrollado y pobre, que nos dejó —como recordara el compañero que habló aquí en nombre de los estudiantes— un millón de analfabetos, que nos dejó aquella herencia de 700 000 desempleados en nuestro país; aquellos tiempos dolorosos en que los hombres tenían que hacer interminables colas para buscar un trabajo por 10 días, o por 20 días, o por un mes; en aquellos tiempos en que para encontrar un empleo de peón, para construir una carretera, había que buscar montones de recomendaciones, había que llevar una carta del cacique político, del sargento político, y dar una parte del dinero que se iba a ganar, para tener el derecho allí de trabajar para poder librar el sustento.

¡Y qué distintos aquellos tiempos a estos tiempos en que todo el pueblo dedicado al trabajo encuentra que sus brazos no son suficientes, que los brazos de los hombres y las mujeres, de los jóvenes y los viejos, de los estudiantes, no alcanzan para la enorme tarea que debemos realizar, y que necesitamos de las máquinas, necesitamos de los aviones, necesitamos de la química, para poder realizar la tarea que permita a nuestro país salir de la pobreza y del atraso de siglos que heredó nuestro pueblo al triunfo de la rebelión!

Debemos decir con profunda satisfacción que pocas cosas —a los que hemos vivido de cerca este proceso— nos pueden ocasionar una satisfacción mayor que ese manifiesto, que esa declaración contentiva del pensamiento de nuestros estudiantes, contentiva del pensamiento de nuestros jóvenes, porque ciertamente la juventud ha tenido mucho que ver con este proceso revolucionario, los estudiantes tuvieron mucho que ver con nuestro proceso revolucionario.

Y el hecho de que los estudiantes en nuestro país, todos los estudiantes —en los centros de enseñanza, en los tecnológicos, en las secundarias, en los preuniversitarios, en las universidades— hayan discutido esos puntos y hayan aprobado esos puntos y le hayan dado magnífica expresión en esa declaración, indica que esta Revolución ha empezado ya a percibir los frutos, y los frutos más duraderos, los frutos más apreciados, que son los frutos que se traducen en la conciencia de un pueblo, en la conciencia de nuestra juventud.

Porque la Revolución, la gran tarea de la Revolución es esencialmente la tarea de formar el hombre nuevo de que aquí se habló, el hombre nuevo de que habló el Che, el hombre de conciencia verdaderamente revolucionaria, el hombre de conciencia verdaderamente socialista, el hombre de conciencia verdaderamente comunista (APLAUSOS).

Y cuando nuestros jóvenes son ya capaces de meditar de una manera tan profunda, cuando nuestros jóvenes son capaces de expresarse acerca de todas esas cuestiones, cuando nuestros jóvenes son capaces de meditar y analizar tan profundamente, y cuando sacan esas conclusiones y en esas conclusiones de una manera categórica expresan su conciencia de jóvenes que quieren realmente vivir en una sociedad comunista, es cuando podemos verdaderamente tener la más completa seguridad de que aquel esfuerzo libertador que se inició hace 100 años y que tuvo hace 15 años en aquella mañana del 26 de julio de 1953 un importante jalón, cuando muchos hombres jóvenes como ellos dieron su vida por el futuro de su patria, dieron su vida por la Revolución. Y podemos decir de verdad, con una seguridad absoluta, ¡que este proceso revolucionario no habrá nada ni nadie que pueda hacerlo retroceder! (APLAUSOS), ¡que este proceso revolucionario no habrá nada ni nadie que pueda detenerlo!, porque su fuerza no está solo en el número de los hombres y mujeres que lo defiende, en la masa del pueblo que lo apoya, en las armas formidables con que contamos para luchar en una guerra, sino fundamentalmente por el grado en que ha penetrado en las conciencias, por el grado tan alto en que se ha hecho conciencia del pueblo. Y cuando una causa, una idea, se hace conciencia de todo un pueblo, no hay fuerza en el mundo capaz de destruirla (APLAUSOS).

Porque no es la actitud de un pueblo de fanáticos, no es la actitud de un pueblo acostumbrado a obediencias ciegas, de un pueblo que haga las cosas porque se le manda, porque se le ordena o porque se le exige, sino de un pueblo que hace realmente las cosas porque las comprende, porque las entiende, porque quiere hacerlas.

Y nuestros jóvenes han expresado aquí la esencia, la médula del pensamiento revolucionario cubano. Revoluciones se han hecho muchas a lo largo de la historia, pero revoluciones socialistas son las revoluciones más profundas que han ocurrido en la historia de la humanidad.

Cada pueblo, cada país, tiene su forma de hacer su revolución; cada pueblo, cada país tiene su forma de interpretar las ideas revolucionarias. Nosotros no pretendemos ser los más perfectos revolucionarios, nosotros no pretendemos ser los más perfectos intérpretes de las ideas marxista-leninistas. Pero lo que sí nosotros tenemos nuestra forma de interpretar esas ideas, tenemos nuestra forma de interpretar el socialismo, nuestra forma de interpretar el marxismo-leninismo, nuestra forma de interpretar el comunismo.

Todavía ninguna sociedad humana ha llegado al comunismo. Los caminos para llegar a una forma de sociedad superior son caminos muy difíciles. Una sociedad comunista implica que el hombre haya alcanzado el más alto grado de conciencia social que haya logrado jamás; una sociedad comunista significa que el ser humano haya sido capaz de adquirir el nivel de comprensión y de confraternidad y de hermandad que el hombre ha alcanzado en ocasiones en el estrecho círculo de su familia. Vivir en una sociedad comunista es vivir en una sociedad verdaderamente de hermanos; vivir en una sociedad comunista es vivir sin egoísmo, vivir entre el pueblo y con el pueblo, como si realmente cada uno de nuestros conciudadanos fuese nuestro hermano más querido.

El hombre viene del capitalismo lleno de egoísmo, el hombre es educado en el capitalismo en medio del más feroz egoísmo, como enemigo de los demás hombres, como lobo de los demás hombres.

Cuando aquí los estudiantes han expresado la idea de que el comunismo y el socialismo se han de construir conjuntamente, y esa idea, la expresión de esa idea ha dado lugar a que se califique a los revolucionarios cubanos de ilusos, ha dado lugar a que algunos digan que esas son ideas pequeñoburguesas, ha dado lugar a que algunos digan que esa es una interpretación errónea de las ideas marxista-leninistas, de que no es posible construir el comunismo si primero no se logra el socialismo y que para lograr el socialismo es necesario el desarrollo de la base material del socialismo. Y esto último nosotros no lo negamos.

En lo más profundo de la esencia del pensamiento de Marx la sociedad socialista y la sociedad comunista se han de basar en un completo dominio de la técnica, en un completo desarrollo de las fuerzas productivas, de manera que el hombre pueda crear los bienes materiales en cantidades suficientes para que cada cual pueda satisfacer sus necesidades.

Es indiscutible que la sociedad medioeval, con aquel escaso desarrollo de las fuerzas productivas, no podía aspirar a vivir en el comunismo; es muy claro que la sociedad antigua, todavía con fuerzas productivas mucho más atrasadas y pobres, menos podía aspirar a vivir en el comunismo; y que el comunismo surge como una posibilidad del dominio del hombre, dominio pleno sobre la naturaleza, dominio pleno sobre la técnica, dominio pleno sobre los procesos de producción de los bienes materiales.

Y desde luego, un pueblo que aspire a vivir en el comunismo tiene que hacer lo que nosotros estemos haciendo ahora, tiene que salir del subdesarrollo, tiene que desarrollar sus fuerzas productivas, tiene que dominar la técnica, para poder hacer del esfuerzo y del sudor del hombre el milagro de producir los bienes materiales en magnitudes prácticamente ilimitadas.

Si no dominamos completamente la técnica, si no desarrollamos nuestras fuerzas productivas, se nos podría calificar de ilusos al pretender aspirar a vivir en una sociedad comunista.

El problema desde nuestro punto de vista para nosotros es que en la misma medida en que las fuerzas productivas se desarrollen hay que ir desarrollando también la conciencia comunista; que en la misma medida en que las fuerzas productivas se desarrollen, cada paso de avance de las fuerzas productivas tiene que ir acompañado de un avance en la conciencia de los revolucionarios, en la conciencia del pueblo (APLAUSOS).

El comunismo muchas veces se define por la fórmula sencilla de que cada cual da según su capacidad y recibe según su necesidad.

Una gran parte de nuestro pueblo, una parte cada vez mayor... Por ejemplo, nuestros estudiantes. Aquí se habló de que había ya, entre seminternos y becados, más de 200 000 jóvenes. Esos 200 000 jóvenes reciben gratuitamente sus alimentos, su ropa, la asistencia médica, la recreación, la vivienda, los libros; es decir, cada joven recibe lo que necesita. Y si no recibe más es porque no hay más; si recibe dos camisas al año es porque no hay más que dos camisas (APLAUSOS); si recibe dos pares de zapatos es porque no hay más que dos pares de zapatos; y si hay uno, recibe uno que es lo que tenemos. Hoy recibe uno, pero mañana recibirá tres, y después recibirá cuatro, cinco, los que necesite (APLAUSOS).

Realmente nos duele que la cantidad de tejidos de que puede disponer nuestro país no alcance para poder dar a los estudiantes, por ejemplo, y a todo nuestro pueblo, el número de varas o de metros cuadrados de tela que nosotros sabemos que necesita, el número de pares de zapatos que nosotros sabemos que necesita. Pero la Revolución no puede dar lo que no tiene, pero lo que tiene lo distribuye de la manera más justa. Y a nuestros estudiantes, por ejemplo, les damos lo que podemos darles. No les podemos dar más camisas a los estudiantes porque tendríamos que quitárselas a un obrero, tendríamos que quitárselas a otros. Pero es lo cierto que lo que nosotros tenemos nuestros estudiantes lo reciben igualitariamente.

Hay algunos estudiantes que están en escuelas muy modernas, y hay otros estudiantes que están viviendo en unos albergues muy pobres. ¿Por qué? Porque no tenemos los suficientes albergues. Pero sin duda que algún día no habrá un solo estudiante en este país que no viva en un albergue y no estudie en una escuela con las más óptimas condiciones de higiene y con las más óptimas condiciones para desarrollar sus actividades (APLAUSOS).

Ahora bien, el hecho es que cientos de miles de jóvenes viven prácticamente de una manera comunista en nuestra sociedad.

Nuestros círculos infantiles tienen decenas de miles de niños. Y en esos círculos infantiles, ese servicio, se recibe también gratuitamente, y se les da a esos niños todo lo que puede darles nuestro país. Sin duda que esos niños están viviendo allí de una manera comunista (APLAUSOS).

En nuestro país la asistencia médica es gratuita. La Revolución ha construido decenas de hospitales y cuando cualquier ciudadano necesita ese servicio no tiene que pagar nada; no importa quién sea, no importa lo que cueste. ¡La Revolución no escatimará jamás ningún gasto para salvar una vida! (APLAUSOS) La Revolución no escatimará jamás ningún gasto para que cualquier persona en un accidente de trabajo o cualquier accidente recupere sus facultades físicas. Es decir que toda la sociedad se hace cargo de la salud de los ciudadanos.

Nosotros sabemos de muchos casos y de muchas personas que han tenido necesidad de servicios muy costosos en nuestros hospitales y han sentido seguridad y tranquilidad de saber que llegaron y se encontraron el mejor hospital, con la mejor atención, con el mejor trato, con el mejor médico, y eso le da una gran seguridad a todo ciudadano.

Esa seguridad no se tenía antes. Antes el enfermo tenía que pagar, tenía que dar una cuota para pertenecer a una clínica, hacer grandes desembolsos. Y los pocos servicios de salud pública que había en nuestro país eran de los peores, eran servicios infames. Ese es el capitalismo, esa es la sociedad capitalista.

Sin embargo, en la sociedad comunista la salud se concibe como un derecho sagrado de todo ciudadano, derecho que la sociedad —con todos sus recursos— tiene que hacer valer.

Lo mismo antes era para estudiar. Ningún hijo de ningún obrero en un central azucarero, en los latifundios cañeros, en los pueblos pequeños, e incluso en los pueblos grandes, podía tener la posibilidad de estudiar. La mayor parte de los niños sí iban a la escuela un grado, dos grados. Si tenían que pasar a la enseñanza superior, no podían asistir, porque tenían que pagarla o porque tenían que ir a una casa de huéspedes, y naturalmente, el 90% de las familias del país no podían incurrir en esos gastos.

Sin embargo, la Revolución considera que todo niño tiene el derecho de estudiar, y no solo el derecho: el deber. Y no solo el derecho y el deber de estudiar dos grados, tres grados, sino seis grados. Y ahora ya estamos pensando en el derecho y en el deber de estudiar hasta trece grados, incluida la enseñanza militar en sus estudios (APLAUSOS). Ninguno de esos jóvenes tiene que ser rico, ni tiene que ser hijo de rico. No importa lo que ganen o lo que no ganen sus padres. Esa preciosa oportunidad, esa extraordinaria posibilidad se la brinda toda la sociedad. ¡Y eso es el comunismo!

El comunismo es cuando la sociedad, considerada como un todo, con todos sus recursos, vela por la educación de cada ciudadano, vela por la salud de cada ciudadano, vela por el bienestar de cada ciudadano, y toda la sociedad —desaparecidas las clases, desaparecidas las desigualdades— trabaja para todos y cada uno de los ciudadanos.

En el pasado los capitalistas calumniaban a las ideas revolucionarias, difamaban al comunismo. Sin embargo, aquella sociedad, aquel modo de vida donde ningún joven tenía posibilidad, donde ni siquiera los enfermos tenían la posibilidad, donde cada hombre era un ser aislado, desamparado, abandonado a sus propias fuerzas en medio de una sociedad de lobos, aquello no puede en absoluto compararse con lo que verdaderamente significa en el orden humano, en el orden moral, una sociedad comunista.

A esa sociedad comunista aspiramos en todo absolutamente algún día. Aspiramos a que lo mismo que los libros se distribuyen a quien los necesite, las medicinas y los servicios médicos a quien los necesite, la educación a quien la necesite, así progresivamente lleguemos al día en que los alimentos se distribuyan en las cantidades que se necesiten a quienes los necesiten, en que la ropa y los zapatos se distribuyan en las cantidades necesarias a quienes los necesiten (APLAUSOS). Aspiramos, ciertamente, a un modo de vida —al parecer utópico para muchos— en que el hombre, para satisfacer sus necesidades esenciales de alimentación, de ropa, de recreación, igual que ocurre hoy con la asistencia médica y con la educación, no necesite del dinero para recibir esos servicios. Porque nadie que va a un hospital lleva dinero, nadie que va a una preuniversitaria lleva dinero, nadie que va a una beca lleva dinero, nadie que va a un campo deportivo lleva dinero (APLAUSOS).

Antes para ir a ver un juego de pelota había que llevar dinero. Y desde que el espectáculo deportivo se hizo ya gratuito para todo el pueblo, nadie necesita llevar una peseta para ir a ver ningún juego de pelota ni para ir a ver ningún espectáculo deportivo, y sin embargo, el mundo no se acabó por eso. Todo se hizo más fácil, todo se hizo más sencillo. La sociedad se ahorró muchísimos taquilleros, se ahorró muchísimos contadores, se ahorró muchísimos administradores, que no hacían otra cosa que contar el dinero, recibir el dinero, cambiar el dinero, entregar un ticket. ¿Quién salió ganando cuando se suprimió el pago a los espectáculos deportivos? ¡Salió ganando el pueblo, salió ganando todo el mundo!

Desgraciadamente ese camino no se puede recorrer en un día, ese camino no se puede hacer en todas las cosas de una vez. Ese camino es un camino largo. Ese camino se podrá ir siguiendo en la misma medida en que se desarrollen nuestras fuerzas productivas, en la misma medida en que se desarrolle nuestra productividad, en la misma medida en que desarrollemos los procesos productivos.

Llegará el día en que para transitar de un lugar a otro no haya que abonar el pasaje. Y con lo del pasaje hay otro ejemplo muy interesante. En todos los ómnibus del país había un cobrador, miles de hombres estaban dedicados a cobrar el precio del pasaje. Se estableció un sistema, un sistema que solo se puede establecer en una revolución: cada pasajero, plenamente consciente de su obligación, paga, entrega el dinero. Y el país recobró las fuerzas y los brazos de miles de trabajadores que, al igual que los taquilleros en los espectáculos deportivos, se dedicaban a cambiar el dinero, a entregar un ticket y a todas esas actividades.

Lógicamente, hay muchas cosas todavía —y durante muchos años y durante mucho tiempo— en que no podrá prescindirse del dinero, pero en un concepto diferente ya: como un simple instrumento de distribución. Durante mucho tiempo nuestra sociedad tendrá que emplear ese signo que es el dinero, el dinero como medio de distribución, el dinero como medida de las cantidades de productos o de servicios determinados que se han de recibir. Pero es aspiración —y ciertamente no utópica— de nuestra Revolución, no solo transformar el papel del dinero. Porque el papel del dinero en la sociedad capitalista es el de ser un instrumento de la explotación, ser un instrumento de la explotación del trabajo ajeno, ser instrumento del enriquecimiento. Naturalmente que el dinero no tiene ni puede tener en nuestro país ese objetivo.

Desde que con la ofensiva revolucionaria hasta los timbiriches más pequeños desaparecieron y se acabaron los negocios particulares ya el dinero no se puede utilizar como medio de enriquecimiento de un individuo que pone un timbiriche, compra veinte pesos de pan y de otras cosas en las tiendas o en bolsa negra y vende cincuenta, sesenta o setenta pesos de mercancías. Ciertamente, cuando la Revolución suprimió los negocios privados dio un extraordinario paso de avance. Ya no hay nadie en nuestro país que se pueda ganar 100 pesos en un día. Es decir, ya no hay nadie que pueda ganar 30 veces lo que gana un obrero trabajando duramente. Ya no hay nadie que sin sudar la camisa pueda ganar 30 veces más que el que rezuma la camisa (APLAUSOS).

¿Por qué todavía tiene que subsistir en una escala muy grande el dinero? ¿Por qué todavía existen muchos precios que son precios altos? Muchas veces algunas personas se preguntan: ¿Por qué eso es tan caro? ¿Por qué tal servicio es caro?, digamos un restaurante. Muchas veces se ha planteado esa pregunta, muchas veces se ha planteado ese problema. Si todo el mundo ganara igual entonces se podía poner un precio determinado y todo el mundo tuviera la misma posibilidad de ir a un restaurante, todo el mundo tuviera la misma posibilidad de adquirir muchas cosas. Ocurre en realidad que todavía en nuestro país subsisten grandes desniveles de ingresos, grandes desniveles de ingresos, algunos muy grandes. Muchos tienen más ingresos que otros. Algunos dicen: ¿Por qué no se empareja eso?, y nosotros decimos que eso no se puede lograr, y si de esa forma procediera la Revolución, la Revolución no lograría sus objetivos. La Revolución no puede en un día establecer la igualdad de los ingresos. La Revolución aspira a lograr la igualdad de los ingresos de abajo hacia arriba; no puede tratar de hacerla de arriba hacia abajo, porque sería un camino poco inteligente de la Revolución.

Hay muchas personas habituadas a determinados ingresos, determinadas actividades, que si la Revolución buscara una nivelación de arriba hacia abajo de los ingresos de los trabajadores que tienen salarios más altos la Revolución con seguridad que encontraría grandes tropiezos.

¿Cuál es el camino mediante el cual la Revolución igualará los ingresos? Mediante el camino de elevar la producción, y mediante el camino de ir elevando progresivamente los ingresos de los que ganan menos, de los que reciben menos.

Decíamos hace unos días que lo primero que hará la Revolución es elevar las pensiones y las jubilaciones, e irá elevando las pensiones y las jubilaciones hasta alcanzar el nivel de los salarios mínimos que existen hoy día. Y de la misma manera, una vez alcanzados esos niveles y en la misma medida en que aumente la producción de nuestra economía, irá elevando progresivamente los ingresos de los que reciben menos. De manera que la Revolución irá estableciendo la igualdad en los ingresos progresivamente de abajo hacia arriba en la misma medida en que se desarrolle la producción (APLAUSOS).

Es decir, la Revolución aspira, como uno de los pasos hacia el comunismo, a establecer de abajo hacia arriba la igualdad en el ingreso de todos los trabajadores, indiferentemente de la tarea que desempeñen. Es decir que este principio también es algo que sin duda será calificado por “sabios” y “doctos” economistas —porque sépase que en el campo de las doctrinas económicas hay muchos “sesudos” y “sabios” economistas— que al oír afirmar semejante cosa dirán que esto está contra los principios del marxismo-leninismo y que esto está contra las leyes de la economía. Lo que hace falta es preguntar qué economía: la capitalista o la socialista, la verdaderamente marxista-leninista o la mercantilista.

Y parece un sacrilegio el hacer afirmaciones de este tipo, y se dice que la Revolución irá al fracaso. Pero ocurre que en esto hay dos especialidades. Una es la especialidad de economistas netos, que lo mismo pueden ser capitalistas que socialistas: economistas. Ahora, hay otra ciencia, otra ciencia más profunda, que es la ciencia verdaderamente revolucionaria: es la ciencia de la conciencia, es la ciencia de la confianza en el hombre, es la ciencia de la confianza en los seres humanos.

Si se admite que el hombre es incorregible, que el hombre solo es capaz de marchar hacia adelante a través del egoísmo, a través de egoísmos individuales, si se admite que el hombre es incapaz de aprender, si se admite que el hombre es incapaz de desarrollar la conciencia, entonces los “sesudos” economistas tendrán razón: la Revolución irá al fracaso, se enfrentará a las leyes de la economía.

Pero el hecho real es que la historia de esta Revolución nos ha dado muchas lecciones, ¡muchas lecciones muchas veces repetidas de que los que se han equivocado eran los que no creían en el hombre, los que se han equivocado y han fracasado eran los que no tenían confianza en los pueblos, los que no tenían confianza en la capacidad del hombre de adquirir y desarrollar la conciencia!

En épocas pasadas a los que postulábamos la lucha revolucionaria, a los que postulábamos la necesidad de la revolución, nos decían lo mismo: que éramos unos equivocados, que éramos unos ilusos, que fracasaríamos.

Eso es lo que decían los políticos, los “sabios” de la “política, los “profesores” de la política, los “sesudos” de la política, los líderes de los partidos tradicionales burgueses. No creían en el pueblo, despreciaban al pueblo, consideraban al pueblo incapaz de nada; lo consideraban como un rebaño inculto, ignorante, que podía ser manejado a su antojo.

Si ustedes miran hoy —como los que están en esta tribuna pueden mirar y pueden contemplar— esa gigantesca multitud, expresión de la fuerza de esta Revolución, no deben olvidar que hace 15 años éramos solo un pequeño grupo de jóvenes a los que nos llamaban ilusos, a los que nos auguraban el fracaso, porque una revolución era imposible en este país a 90 millas de Estados Unidos, porque una revolución era imposible en medio de un pueblo de analfabetos y de ignorantes.

Y sin embargo, ¿qué es lo que vemos hoy? ¿Cuál ha sido el resultado del esfuerzo que hace 15 años un grupo reducido de jóvenes inició en esta etapa de nuestra historia revolucionaria? ¿Qué es lo que ha sido capaz de hacer ese pueblo? ¿Qué es lo que ha sido capaz de hacer ese pueblo desarmado? ¿Qué es lo que ha sido capaz de hacer ese pueblo al que llamaban ignorante, al que despreciaban, al que consideraban desprovisto de toda virtud?

Ese pueblo estaba desarmado. Frente a él tenía un ejército armado por los imperialistas yankis, que entre policías y soldados eran más de 50 000; ellos tenían todas las armas y el pueblo no tenía una sola arma. Y sin embargo ese pueblo, al que despreciaban los “sabios” de la política, ese pueblo inculto, ese pueblo de analfabetos, ese pueblo sin armas, emprendió la lucha, continuó en la lucha, derrotó a aquel ejército, desarmó a aquel ejército, ¡y es el pueblo este de hoy que tiene un ejército, verdadero ejército del pueblo porque es el pueblo armado, diez veces, veinte veces más poderoso que aquel ejército! (APLAUSOS)

A quienes entonces hablábamos de esa posibilidad lo consideraban un fracasado, lo consideraban un iluso, lo consideraban un equivocado. Pero no solo eso: ese pueblo al que despreciaban, ese pueblo de analfabetos, hizo una Revolución tan profunda como no la había hecho todavía nunca antes ningún pueblo de América. ¡Y la hizo frente al imperialismo yanki, que es el baluarte más poderoso y más agresivo de la reacción mundial!

Los señores imperialistas, despreciando también a los pueblos, estaban acostumbrados a vencer revoluciones; estaban acostumbrados a comprar con unos perversoss dólares a dirigentes revolucionarios; estaban acostumbrados a aplastar las revoluciones con grupos de bandidos contrarrevolucionarios, con intervenciones de mercenarios.

¿Y qué ha ocurrido? ¿Qué se puede afirmar hoy? Que ese pueblo desarmado hace apenas 15 años, ese pueblo analfabeto, ha librado una de las más grandes batallas revolucionarias y políticas de los tiempos modernos, uniéndose, desarrollando su conciencia revolucionaria, haciendo su fuerza, y ha resistido victoriosamente 10 años de agresiones, 10 años de bloqueos económicos. ¡Y todas las artimañas, todas las zancadillas, todos los ardides, todos los recursos del imperialismo no han sido capaces de doblegar a este pueblo, de debilitar a este pueblo, de aplastar la Revolución!

Es cierto que éramos un pueblo de un millón de analfabetos, que nuestros ingenieros eran muy pocos, que nuestros médicos eran muy pocos, que nuestros técnicos eran muy pocos. Y para hacernos fracasar el imperialismo trató de dejarnos sin médicos, trató de dejarnos sin ingenieros, trató de dejarnos sin técnicos. No solo no se conformó con la ignorancia que nos había impuesto sino que trató de arrebatarle, y efectivamente le arrebató al país, muchos de los pocos que habían tenido oportunidad de ir a las universidades.

Para que nuestro pueblo no pudiera echar a andar, para que nuestro pueblo fracasara, para que nuestra economía fracasara, contra nuestro país el imperialismo ha empleado todas las armas. ¿Y qué ha logrado? Contra nuestro pueblo se han estrellado esas armas, contra nuestro pueblo se han estrellado todos los recursos.

Y todos los “sabios”, todos los “sesudos” de la política, los que creían que esto era imposible, ¿qué dirán hoy, qué pensarán hoy? ¡Y qué duro les será tener que aceptar que todo esto es posible!

Pero si estas luchas victoriosas llevadas adelante por nuestro pueblo fueron duras y difíciles, las luchas que lleva hoy adelante, la lucha por ganar la batalla del subdesarrollo, esa lucha en medio del bloqueo es —si cabe— todavía más dura y más difícil. La lucha por llegar a una forma superior de convivencia social es una lucha de las más difíciles, uno de los caminos más difíciles que pueda haber emprendido ningún pueblo.

Sin embargo, la seguridad que teníamos ayer —más seguridad hoy que nunca— es la que sentimos al afirmar que este pueblo que con su conciencia, con su espíritu revolucionario, con su tesón y con su firmeza ha sido capaz de ganar batallas tan difíciles, ganará también, como está ganando ya, la batalla de la economía y ganará también la batalla para llegar a una forma de sociedad superior (APLAUSOS).

Hemos explicado algunas ideas, algunas ideas para exponer muchas de las cosas que nuestra Revolución hace hoy, que son prácticamente comunistas. Les explicaba igualmente que resulta materialmente imposible hacer hoy todas las cosas de una manera comunista.

Los servicios sociales fundamentales: la educación, la salud, la vivienda, el deporte, todos esos servicios que contribuyen al desarrollo del pueblo en todos los órdenes, la Revolución los brinda hoy de una manera comunista; pero todavía la mayor parte de los bienes materiales no se distribuyen de una manera comunista, todavía hay muchos desniveles. Y una de las primeras batallas en la marcha hacia el comunismo es ir progresivamente de abajo hacia arriba —repito—, disminuyendo esos desniveles de ingresos, es decir, marchando hacia el igualitarismo en los ingresos, ¡hacia el igualitarismo en los ingresos! Todavía no significa una distribución comunista, pero será un enorme paso hacia esa forma de distribución comunista.

Y esta explicación la dábamos recordando las palabras de los estudiantes, cómo ellos decían que ya no se discute el problema de la remuneración entre los estudiantes. Al principio los estudiantes hacían papeles de maestros, enseñaban, y recibían una remuneración;; y los estudiantes fueron progresivamente adquiriendo conciencia, sobre todo porque eran estudiantes becados muchos de ellos, que lo recibían todo, que no tenía sentido que ellos que lo recibían todo para desarrollarse exigieran una remuneración para dar un poco de su esfuerzo y para dar un poco de sus conocimientos a los demás. Ellos han dicho que los estímulos materiales no les importan y que lo que les importa es la conciencia del deber, y que el móvil de su conducta y de sus actos no será el dinero, no será el estímulo material, sino que será su conciencia, su sentido del deber. ¿Quiere esto decir que ellos renuncian a lo que necesitan? ¡No! ¿Que van a renunciar al alimento, a la ropa, a lo que necesitan? ¡No! Ellos renuncian al método, al procedimiento basado en los estímulos. Ellos expresan con eso su confianza en el porvenir, su confianza en la posibilidad de una sociedad comunista, su confianza en una sociedad en que todos trabajen para todos y todos reciban lo que necesiten. Ellos decían cómo no iban a trabajar por el horario tal o mas cual, sino por el horario de la conciencia. Expresaban muy bien que nuestro país tiene que salir del subdesarrollo, expresaban la idea de que nuestro pueblo tiene que trabajar muy duramente en estos años —horas más, horas menos—, las horas máximas que se puedan trabajar.

Algún día —y ese día no estará lejano—, a un ritmo sorprendentemente rápido, con ayuda de la técnica, con la ayuda de las máquinas, con la ayuda de la química, muchos de los duros esfuerzos que nuestro pueblo realiza hoy no los tendrá que hacer. En un futuro no lejano nadie tendrá que cortar una caña con un machete, nadie tendrá que limpiar un campo con un azadón, esos trabajos duros que tenemos que hacer hoy cuando no tenemos esas máquinas, cuando no tenemos esa técnica para ganar la batalla del subdesarrollo.

Y nuestros estudiantes expresaban aquí ideas de un alto valor moral al expresar estos criterios, al expresar esos pensamientos, al enarbolar esas banderas: la idea de que cada hombre debe trabajar de acuerdo con su conciencia, y que el trabajo no es el instrumento individual de ganarse la vida, sino el medio de toda una sociedad, no los recursos de un individuo. Un individuo solo no puede nada, un individuo solo es muy poco; ¡un individuo integrado a la fuerza de la sociedad lo es todo!

Ellos expresaban el criterio de que la Revolución no utilizará el instrumento de los estímulos materiales como el instrumento para elevar la productividad, para elevar el esfuerzo. Desde luego, esto no quiere decir que en nuestra sociedad todos los ciudadanos, ni mucho menos, hayan alcanzado esos niveles de conciencia; hay muchos que los han alcanzado, hay muchos que no los han alcanzado todavía. Eso quiere decir, expresar la convicción de que cada día se desarrollará más la conciencia de nuestro pueblo hacia una mentalidad y hacia una actitud comunistas.

Muchos obreros, muchos obreros han renunciado a sus horas extras, y lo que tiene de extraordinario es que han renunciado a horas extras obreros que no tienen ingresos muy altos. Eso es verdaderamente un sacrificio para muchos de nuestros trabajadores. Ahora, ¿qué hay que hacer? ¿Qué debemos hacer en correspondencia con eso? ¡Ah! Obreros renuncian a sus horas extras: ¡Vamos a elevar las pensiones de todos los que tienen una pobre pensión, los que trabajaron toda su vida y están viejos! (APLAUSOS) ¿Muchos obreros han renunciado a sus horas extras? ¡Muy bien! Entonces hay que tomar una medida en correspondencia con eso. Por ejemplo, ¿cuál medida? Cuando el obrero se enferma no recibe todo su salario, y esto es un contrasentido dentro del desarrollo de esa conciencia: si el hombre se enferma se supone que es cuando más necesita su ingreso (APLAUSOS). Sin embargo, ¿qué ocurría? Viejas concepciones, viejos criterios que venían de atrás. A nuestro juicio, nada más justo que en todos aquellos centros de trabajo donde los obreros han tenido esa actitud, cuando uno de esos obreros se enferme, por el tiempo que sea, reciba el ciento por ciento de su salario (APLAUSOS PROLONGADOS).

Muchos obreros, desgraciadamente, de una forma o de otra sufren accidentes del trabajo, sufren accidentes a veces que les cuesta la vida, o la invalidez parcial o la invalidez para el trabajo que desempeñaban, y en esas ocasiones, en ese momento amargo, entonces ven afectada su remuneración en una parte de lo que recibían. De la misma manera, nada más justo que en todos aquellos centros de trabajo donde los obreros hayan alcanzado ese nivel de conciencia, que trabajan por el horario de la conciencia y que han renunciado a sus horas extras, en caso de accidente y de invalidez reciban el importe íntegro de lo que venían devengando en su trabajo (APLAUSOS). Y que eso sea extensivo también, en los casos de muerte, a sus familiares.

Este ejemplo nos enseña cómo sin el desarrollo de esa conciencia no se pueden hacer cosas de comunistas; cómo si mantenemos los viejos criterios egoístas, más trabajo gano más, entonces cuando ese hombre se enferma la sociedad le tiene que dar menos, cuando ese hombre se invalida la sociedad le tiene que dar menos, cuando ese hombre se jubila la sociedad le tiene que dar menos. Y el hombre ya bajo esos conceptos, bajo esos estímulos, está en dependencia de él exclusivamente y la sociedad puede hacer muy poco por él. No se educa en una conciencia colectivista, no se educa en una conciencia comunista.

De la misma forma, a nuestro juicio, ahora que empezarán a revisarse y a elevarse las pensiones, creemos también que todos aquellos obreros en los centros de trabajo que tienen esa conciencia, en el momento de jubilarse deben recibir también el ciento por ciento de lo que venían devengando (APLAUSOS) .

¿Podrá concebirse nada más justo, podrá concebirse nada más humano? ¿Y de dónde salen esos recursos? De la conciencia comunista de nuestros trabajadores. Esos recursos nacen de ese espíritu comunista (APLAUSOS).

Y aquí es donde está la contradicción: el dinero todavía juega, y durante mucho tiempo jugará importante papel en la distribución. Decíamos los servicios que ya se distribuían gratuitamente. El dinero cada vez significará menos cuando nadie pague la vivienda —y ya la mayor parte no paga la vivienda—, cuando todos los hijos están becados o están en el círculo o están en el seminternado. Las familias empiezan a ver que muchos de los gastos que hacían antes no los tienen que hacer ya, comienzan a ver cómo ese dinero que antes casi lo adoraban, porque era la salud del hijo, el pan del hijo, la medicina del hijo, la diversión del hijo, la educación del hijo, pierde ese sentido. Aquel dinero era el instrumento de eso, adoraban el dinero.

El dinero sigue sirviendo para otras cosas, pero ya para estas cosas sirve cada vez menos. Para divertirse, para pasear, para tomar una cerveza, para cualquiera de esas cosas, bien: las personas aprecian eso, pero apreciaban más la salud del hijo, la educación del hijo, el pan del hijo, el techo del hijo. Es decir que ya las cosas más esenciales, que más apreciaban y por las cuales sacrificaban la diversión, la cerveza y todo lo demás, ya eso no se resuelve a través del dinero.

El dinero tendrá cada vez menos sentido. Pero todavía juega un importante papel, todavía la mayor parte de las necesidades individuales del trabajador se satisfacen a través del dinero, y mientras el dinero juegue ese papel, justo es que aquellos centros obreros que demuestran su conciencia, aquellos centros obreros que renunciaron a las horas extras, que adoptaron el horario de la conciencia, reciban por la vía de la colectividad, por la vía de la sociedad aquellas cosas y aquellos recursos que venían recibiendo como ingreso por su trabajo en aquellas ocasiones en que se enferman o que se accidentan o que se jubilan.

Y estos ejemplos que nosotros hemos puesto, que ustedes comprenden perfectamente bien, son suficientemente claros, son suficientemente expresivos de lo que significa la conciencia comunista.

Y nosotros no debemos traducir el dinero o la riqueza en conciencia. Nosotros debemos traducir la conciencia en riqueza. Estimular a un hombre para que cumpla más con su deber es adquirir conciencia con dinero. Darle a un hombre más riquezas colectivamente porque cumple su deber y produce más y crea más para la sociedad, es convertir la conciencia en riqueza.

El comunismo ciertamente no se puede establecer, como decíamos, si no se crean las riquezas en abundancia. Pero el camino, a nuestro juicio, no es crear conciencia con el dinero o con la riqueza, sino crear riqueza con la conciencia y cada vez más riquezas colectivas con más conciencia colectiva (APLAUSOS).

El camino no es fácil. La tarea es difícil y muchos nos criticarán. Dirán que somos pequeñoburgueses, idealistas; dirán que somos soñadores, dirán que estamos llamados al fracaso. Y sin embargo, los hechos hablarán por nosotros, las realidades hablarán por nosotros y nuestro pueblo hablará y actuará por nosotros, porque sabemos que nuestro pueblo es capaz de comprender esos caminos y de emprender esos caminos.

De la misma forma, algún día todos tendremos que recibir lo mismo. ¿Por qué? Algunos dirán: ¿Y recibirá lo mismo un machetero que un ingeniero? Sí. ¿Es que le van a reducir los ingresos al ingeniero? No. Pero un día un machetero —y digo machetero simbólicamente porque en el futuro no habrá macheteros—, digamos un operador de la combinada o de un camión, ganará lo mismo que hoy gana el ingeniero.

¿Y por qué? La cosa es muy clara, es muy lógica. La Revolución tiene miles de jóvenes estudiando en las universidades, la Revolución tiene miles de jóvenes estudiando en el extranjero, dedicados al estudio, a hacerse ingenieros, a hacerse químicos, adquiriendo distintas especialidades. ¿Quién sufraga esos gastos? El pueblo.

Si la Revolución necesita que muchos jóvenes estén estudiando en Europa y otros en las universidades, muy bien; si les pide que estudien y ellos lo hacen disciplinadamente, no son desde luego privilegiados. La Revolución necesita que ellos hagan esos estudios, van a capacitarse. Pero en el mismo momento en que miles de jóvenes estudian fuera, miles de jóvenes tienen que ir allí a sembrar caña, a guataquear la caña, a hacer trabajos muy duros. Dentro de algunos años en el país habrá muchas más riquezas. Aquellos habrán estudiado cinco años, tres años, y se habrán hecho técnicos, se habrán hecho ingenieros; y estos jóvenes habrán estado años trabajando también allí, y no se harán ingenieros pero estarán desarrollando la economía, estarán creando el futuro del país (APLAUSOS).

¿En qué concepto y de qué forma sería justo que al cabo de unos años, en un país más próspero, en un país con muchas más riquezas, nosotros pudiéramos decirles a estos jóvenes: ustedes ganan la cuarta parte de lo que gana un ingeniero? ¿Sería justo, sería elementalmente justo que aquellos a quienes la patria llamó no a la universidad sino al trabajo a ganar la batalla de la economía, a realizar el esfuerzo que hoy no podemos hacer con la química ni con las máquinas que no tenemos sino con nuestros brazos, con nuestro sudor, cuando el país pueda disfrutar de las riquezas que ellos están creando ahora fuésemos a tratarlos como ciudadanos de cuarta categoría, de quinta categoría, acreedores a recibir de la sociedad una insignificante parte de lo que el día de mañana reciban aquellos que están en las universidades, aquellos que están estudiando en el extranjero?

¡No!, de ninguna manera. ¡Conciencia comunista significa que el día de mañana las riquezas que hacemos entre todos las disfrutemos por igual entre todos! ¡Eso es el comunismo, esa es la conciencia comunista! (APLAUSOS)

Y no habrá ciudadano honesto, no habrá padre de familia, no habrá nadie en este país con sensibilidad humana que no sea capaz de comprender cuánta justicia significa esta concepción que nuestro pueblo defiende, que nuestra Revolución proclama y que nuestros estudiantes han hecho bandera suya.

Y es precisamente alentador que sean nuestros estudiantes, que sean nuestros futuros ingenieros, nuestros futuros médicos, nuestros futuros profesores, nuestros futuros técnicos, quienes planteen estas cosas, que sean ellos los primeros en proclamar estas cosas.

Y es por ello que lógicamente tengamos que sentir optimismo, tengamos que sentir entusiasmo, tengamos que sentir confianza en el futuro luminoso de nuestra patria. En nuestra patria las clases desaparecerán, y desaparecidas las clases las pugnas entre revolución y contrarrevolución desaparecerán. Porque en el mañana quién se acordará de aquellos que un día osaron defender aquel pasado; quién perdonará a aquellos que un día derramaron sangre obrera y sangre campesina por defender aquel pasado; quién defenderá aquel sistema imperialista; quién perdonará aquel sistema imperialista que hizo derramar la sangre de nuestros jóvenes, de nuestros obreros y de nuestros campesinos para impedir nuestra marcha justa hacia el futuro, para mantener aquel pasado da repelúsnte, inmoral, egoísta, bochornoso, pasado que no podrán siquiera concebir nuestros jóvenes.

Y por eso sí creo que estos jóvenes que estaban aquí en la primera fila, que tenían dos años cuando el Moncada, o tres, o uno, o ninguno, o menos uno, son capaces a través del raciocinio, a través de la sensibilidad, a través de la educación y a través de la conciencia, tener una idea de aquel pasado aunque no lo hayan vivido y ser capaces de hacer lo que hacen. ¡Porque eso es sacrificio, sacrificio de verdad; eso es heroísmo, heroísmo de verdad! Hay el heroísmo del combate en los momentos de peligro, del joven que generosamente ofrenda su vida, y hay el heroísmo del trabajo revolucionario, creador, del joven que ofrenda su sudor, sus brazos, su tiempo, que es capaz de marchar allá a librar esa batalla por el futuro de la patria (APLAUSOS).

Afortunadamente comprendemos lo que hacemos, comprendemos lo que queremos, cómo lo queremos y por qué lo queremos. Y por eso, en la misma medida en que la conciencia del pueblo se desarrolla, la marcha de la Revolución será más rápida, la marcha de la Revolución será más victoriosa.

Mucho nos queda por hacer en este país. ¡Mucho! Podíamos decir que una gran parte de las cosas están por hacer: decenas de miles de kilómetros de carretera, cientos de embalses, y en los próximos 10 años miles de edificaciones, miles de talleres, miles de escuelas, cientos de grandes fábricas, fábricas para todo.

Hablábamos recientemente del incremento acelerado de nuestra producción arrocera, que para 1971 no tendremos necesidad de importar arroz y, sin embargo, sépase que para molinar todo el arroz que va a producir el país en 1970 se necesitarán muchos más molinos de los que tiene el país; para procesar todo el café que va a producir el país en 1970 se necesitarán muchas más instalaciones e industrias de procesar ese café de las que existen en nuestro país; para procesar la leche que se producirá en 1970 ya se necesitarán muchas más fábricas pasteurizadoras y envasadoras de las que tiene nuestro país, de la misma manera que para llegar a los 10 millones de toneladas de azúcar ha habido que ampliar considerablemente en estos años nuestra industria azucarera. De manera que lo que amplía la capacidad de nuestra industria azucarera es aproximadamente el equivalente de 90 centrales de los centrales promedio de la provincia de Matanzas; es decir, lo que crece nuestra capacidad de producción de azúcar industrial en 1970 es el equivalente a 90 centrales del tipo de central medio de la provincia de Matanzas. ¡Noventa centrales! Es decir, hay centrales que están duplicando su capacidad, hay centrales que casi se están construyendo nuevos, hay centrales que están elevando más del doble de su capacidad.

Es decir, que nuestro pueblo tiene que trabajar muy duramente en los próximos años, y nuestros recursos tendrán que dedicarse a eso.

De manera que en todos los campos... En esta misma provincia se está terminando la fábrica de cemento de Siguaney —ojalá tengamos combustible para ponerla a andar a plena capacidad—; se terminó de construir una magnífica industria, que es la Industria Mecánica de Santa Clara; se construyó el INPUD —infortunadamente no está ni mucho menos a plena capacidad por el problema de las materias primas—; se está construyendo una fábrica de fertilizantes modernísima en Cienfuegos, que producirá casi medio millón de toneladas de fertilizantes; se está construyendo una gigantesca terminal marítima que ahorrará el esfuerzo de miles de obreros, aquel esfuerzo abrumador, agotador, del estibador cargando un saco de 325 libras, o de 250 libras después, porque ese trabajo lo harán las grúas, lo harán las máquinas.

Es decir, que nuestro país tiene que hacer grandes esfuerzos.

En esta provincia las obras hidráulicas hay que desarrollarlas. En esta sola provincia hay que construir 50 represas, 50 represas para el aprovechamiento total del agua de esta provincia, para que nuestra agricultura disponga de no menos de 3 000 millones de metros cúbicos de agua para el regadío.

Ustedes los villaclareños saben lo que son las sequías. El año pasado hubo una tremenda sequía; este mismo año durante los primeros meses no cayó una gota, después empezó a llover y llovió bastante, e incluso más de la cuenta, porque esta es una de las provincias donde más ha llovido desde el mes de mayo. Epocas de grandes lluvias y luego cinco y seis meses sin regadío, sin agua, con las desastrosas consecuencias que tiene para la agricultura.

De manera que nosotros desarrollaremos en todo el país los recursos hidráulicos. Y desde hace semanas están llegando a esta provincia las máquinas necesarias para el desarrollo de todas las cuencas hidráulicas de la provincia; de manera que casi toda la superficie agrícola de esta provincia, en un corto número de años, habrá de quedar bajo regadío.

Ustedes habrán de imaginarse cuánto significa esto para la economía, cuánto significa para la productividad, cuánto significa en los rendimientos agrícolas, cómo podremos sembrar todo el año, no tendremos que esperar las lluvias para sembrar en 30 días todo cuando todo se enyerba, y todos esos problemas que ustedes conocen.

Quiero solo expresarles que los años venideros serán de mucho esfuerzo, serán de mucho trabajo.

Pero nuestro país está ganando la batalla del subdesarrollo. Nuestro país, frente al criminal bloqueo imperialista, con todo el daño que nos han causado, con los cientos de millones de pesos que nos han obligado a gastar de más al tener que adquirir los artículos en diversos mercados, transportarlos desde distancias mayores, tener que comprar en condiciones difíciles —lo que le ha costado a este país cientos y cientos de millones de pesos—, no obstante eso, este país está ganando la batalla contra el subdesarrollo, este país está ganando la batalla de la economía, y lo que es más importante: ¡Este país está ganando la batalla de la conciencia revolucionaria! (APLAUSOS)

¡Qué homenaje más justo, qué homenaje tan justo a aquel que fue el máximo abanderado de estas ideas, el más tenaz defensor de la conciencia del hombre como instrumento del desarrollo de la Revolución, aquel compañero que un día también con su audacia, con su valor y con su inteligencia ganó la extraordinaria batalla de Santa Clara, el compañero eternamente recordado y querido, Ernesto Guevara! (APLAUSOS)

Y este 26 de Julio en que nuestros estudiantes hacen suyas esas banderas, en que nuestro pueblo hace suyas estas banderas, con legítimo orgullo y llenos de confianza en el futuro podemos decir: ¡Che, te dedicamos este XV Aniversario de nuestra Revolución!

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!

(OVACION)
 

Blackbird

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Hombre, despues de semejante tocho mas de uno tendria ganas de materle.
 

alfie

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ufff donde se estaba metiendo....
kennedy? le mataron exactamente por la misma razón que a Gadaffi o Lincoln...investiga

hay unos tíos en el mundo que deciden que paises prosperan y cuales no.... y como no cabemos todos, habrá que matarlos de hambrunas, guerras, bichito, etc

.....Preguntale al Prince Philip.....
 

alfie

Madmaxista
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muy gentil gadaffi con lo de ..... se os escapó del laboratorio....

las cartitas de Anthrax debió ser un error del cartero también....