M
Marina
Guest
Choque de culturas: subdesarrollo y racismo occidental
Estúpidos hombres blancos
Hendrik Vaneeckhaute
Rebelión
Quien analiza el primer discurso público de Blair tras los atentados en
Londres, y conoce un poco los antecedentes del primer ministro
británico, no puede llegar a otra conclusión de que se trata de una
persona mentalmente enferma (que sufre de una esquizofrenia o de una
amnesia total) o de un menso.
¿Cómo un hombre que en los años anteriores se ha dedicado a mandar
asesinar a más de cien mil personas con bombas de todo tipo, puede
hablar de justicia o condenar a unas personas que colocaron los
explosivos que ni provocaron la muerte del 0,1% de las personas muertas
bajo las bombas anglo-americanas en Irak? ¿Quién puede creer a ese
hombre del cual se sabe perfectamente que no ha hecho nada más que
manipular informes, mentir y engañar para justificar otra guerra injusta
y provocadora de todavía más repruebo y sentimientos de venganza? ¿Quién
realmente se cree que los que colocaron las bombas en Londres lo
hicieron para destruir la supuesta ‘libertad y democracia’ occidental y
no tomaron simplemente venganza contra el cinismo violento y la
brutalidad occidental?
Pues la respuesta es abrumadora. Blair acaba de ser re-elegido por
millones de votantes. Eso sólo tiene una explicación: el hombre blanco
occidental debe ser muy, pero muy menso, o dicho con otras palabras,
debe ser bastante subdesarrollado [1] . A veces parece que realmente
cree que es más civilizado echar bombas sobre la población civil desde
aviones y helicópteros, que hacerlo con una mochila.
Según los organizadores de la ‘guerra contra el terrorismo’, se trata de
defender los altos valores de Occidente, de defender nuestra cultura
contra la otra, la barbarie. [2] Exactamente el mismo argumento que
utilizaron Hitler, Napoleón, César, y otros criminales históricos que
para satisfacer sus propias ansias de poder organizaron guerras y
masacres. En cualquier guerra, organizada desde los poderes estatales,
los otros invariablemente son bárbaros, terroristas que amenazan su
forma de vivir. Un pensamiento siempre acompañado de un profundo
racismo: el otro, el enemigo, es presentado como inferior (en su
desarrollo y cultura), y a la vez como un peligro que amenaza a la
cultura propia. Una contradicción necesaria que debe justificar el uso
de la violencia masiva e indiscriminada contra el enemigo. (Por ello
también es necesario negar y destruir las expresiones de la cultura del
enemigo –como el saqueo de los museos en Bagdad–.)
¿Cuántas personas, si tuvieran a su alcance algún tipo de arma y la
oportunidad de dar de baja de la suscripción de la vida a uno de los dictadores militares, imperialistas o
económicos (aquellos que defienden el capitalismo salvaje por encima de
la vida) no lo harían? Deben ser muchos, muchísimos. Según cifras
oficiales de EEUU y de Europa Occidental, ya se han ‘abatido’ a más de
10.000 terroristas mal llamados islámicos en el mundo (sobre todo en
Afganistán e Irak), con un ‘daño colateral’ [3] de más de 150.000
personas asesinadas. Otros muchos ‘terroristas’ permanecen en prisiones
legales, ilegales hasta secretas. ¿Cuántos terroristas quedan por
‘abatir’? ¿Otros 10.000? ¿A qué coste? ¿Cuántos centenares de miles de
personas morirán bajo las bombas de los ‘defensores de los valores’? Y
por último, ¿cuántos nuevos ‘terroristas’ provocarán estos bombardeos,
tanta injusticia impune?
Curiosamente, el gobierno más violento de los últimos 60 años, ha sido
aquel que se promueve como el más desarrollado. El único estado que
utilizó las armas nucleares, probablemente el acto más terrorista de la
historia humana. El estado que más utilizó las armas químicas y
biológicas. El estado que más golpes de estado y dictaduras violentas
impulsó en el mundo. El estado que a más terrositas formó en sus
escuelas militares (llamadas Escuelas de las Américas). El estado que
dispone de un presupuesto militar igual a lo que se gasta en el resto
del mundo. Un estado que vende el 45% de todas las armas que se
comercializan en el mundo. La política exterior y la política económica
de EEUU es la máxima expresión del cinismo y en el fondo, del
no-desarrollo humano. (El desarrollo entendido como un estado en la
evolución humana caracterizado por valores éticos y de justicia
universal, y no por la acumulación de bienes materiales y financieros a
cualquier precio –lea la invasión, el bombardeo y la colocación de
gobiernos títeres.)
Sólo mediante un discurso profundamente racista se puede mantener y
justificar esta situación. Un apartheid global, promovido y mantenido
por los estados llamados ‘Occidentales’.
El asesinato de Theo Van Gogh en Holanda provocó una discusión en la
cual abiertamente se aceptaron (y se aceptan) discursos racistas como
válidos. Se cuestionó la supuesta base tolerante de su cultura, y se
pidieron medidas para defender la propia cultura contra esa cultura
bárbara e intolerante. ¿Pero, cuántos pagapensiones son y han sido
víctimas de ataques racistas en ese mismo país? ¿Cuántos pagapensiones han
sido asesinados en estos actos? ¿Alguna vez se cuestionó la cultura y
civilización cristiana occidental por estos ataques racistas? El choque
de culturas y otras teorías fascistas florecen cuando resultan muertos o
heridos algunos occidentales. ¿Quién habla de choques de culturas,
cuando muere otro inmigrante acuchillado o a patadas? Cada año, en
Europa, centenares de pagapensiones sufren ataques racistas, que a menudo
terminan con la muerte. ¿Por qué Francia, Bélgica, Gran Bretaña, España
y otras potencias colonizadoras e históricamente violentas y racistas,
se auto-otorgan el derecho de mandar tropas militares para proteger a
sus ciudadanos en las antiguas colonias, cuando nunca sería aceptado al
revés? ¿Por qué Argelia no tiene el derecho de mandar tropas militares a
Francia para proteger a sus ciudadanos frente a los ataques racistas?
Por número de víctimas, mueren mucho más jovenlandeses en actos violentos en
Europa, que europeos en África. Con lo cual deberíamos concluir que las
autoridades europeas no son capaces de proteger a los ciudadanos de
África. Y por lo tanto, sería más justificado el envío de tropas
africanas a Europa para la protección de sus ciudadanos. El rechazo de
esa conclusión, sólo es explicable desde el racismo y el pensamiento de
la superioridad propia.
A diario se rechaza la entrada a o se expulsa de Europa a centenares de
personas de la mayor parte del planeta. Según la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, cada persona tiene el derecho a salir de su
país. Pero centenares de personas mueren cada año porque intentan
hacerlo hacia el Norte. Cuando los países de la antigua URSS impedían la
salida del país –hacia Occidente– de sus ciudadanos que no disponían de
permiso oficial, sus gobiernos eran condenados por violaciones a los
Derechos Humanos. Cuando los países occidentales impiden la salida del
país –hacia Occidente– de los mismos ciudadanos que no disponen de
permiso oficial, se trata de una política normal, llamada política de
inmi gración.
Y me pregunto: ¿cuál sería la reacción de Occidente si las cosas fueran
al revés? ¿Si algún estado se dedicara a imponer un bloqueo económico y
cultural a Gran Bretaña, además de apoyar a terroristas para derrocar al
gobierno? ¿Si un estado se dedicara a espiar con satélites a EEUU? ¿O si
algún estado se dedicara a mandar investigadores antropológicos a España
para investigar los diferentes pueblos y sus costumbres y hacer
documentales en los cuales se habla de las tribus castellanas o
valencianas? Ni siquiera me pregunto qué pasaría si a los estados
jovenlandeses se les ocurriera mandar aviones para bombardear Europa por sus
políticas económicas tan ruinosas que hunden en la pobreza a millones de
jovenlandeses. Según la civilización desarrollada occidental, tendrían toda
la razón, porque la defensa de los intereses económicos parece permitir
tales acciones. Al menos, eso dicen (y practican) los estados
desarrollados occidentales.
[1] Subdesarrollado: que no se ha desarrollado hasta el nivel normal. No
queda duda que existe el potencial de inteligencia dentro del ‘hombre
occidental’, pero su actuación demuestra claramente un sub-desarrollo de
ese potencial.
[2] Ninguna otra cultura en la historia de la humanidad ha provocado
tanta muerte y miseria (a través de los procesos de colonización) o
había desarrollado un sistema económico tan ineficaz (que amenaza a la
totalidad del planeta por su insostenibilidad) que Occidente.
[3] Otra expresión racista occidental: las personas asesinadas bajo las
bombas occidentales no son víctimas del terrorismo sino simplemente
‘daño colateral’, por lo cual ni siquiera hace falta contabilizarlos.
Estúpidos hombres blancos
Hendrik Vaneeckhaute
Rebelión
Quien analiza el primer discurso público de Blair tras los atentados en
Londres, y conoce un poco los antecedentes del primer ministro
británico, no puede llegar a otra conclusión de que se trata de una
persona mentalmente enferma (que sufre de una esquizofrenia o de una
amnesia total) o de un menso.
¿Cómo un hombre que en los años anteriores se ha dedicado a mandar
asesinar a más de cien mil personas con bombas de todo tipo, puede
hablar de justicia o condenar a unas personas que colocaron los
explosivos que ni provocaron la muerte del 0,1% de las personas muertas
bajo las bombas anglo-americanas en Irak? ¿Quién puede creer a ese
hombre del cual se sabe perfectamente que no ha hecho nada más que
manipular informes, mentir y engañar para justificar otra guerra injusta
y provocadora de todavía más repruebo y sentimientos de venganza? ¿Quién
realmente se cree que los que colocaron las bombas en Londres lo
hicieron para destruir la supuesta ‘libertad y democracia’ occidental y
no tomaron simplemente venganza contra el cinismo violento y la
brutalidad occidental?
Pues la respuesta es abrumadora. Blair acaba de ser re-elegido por
millones de votantes. Eso sólo tiene una explicación: el hombre blanco
occidental debe ser muy, pero muy menso, o dicho con otras palabras,
debe ser bastante subdesarrollado [1] . A veces parece que realmente
cree que es más civilizado echar bombas sobre la población civil desde
aviones y helicópteros, que hacerlo con una mochila.
Según los organizadores de la ‘guerra contra el terrorismo’, se trata de
defender los altos valores de Occidente, de defender nuestra cultura
contra la otra, la barbarie. [2] Exactamente el mismo argumento que
utilizaron Hitler, Napoleón, César, y otros criminales históricos que
para satisfacer sus propias ansias de poder organizaron guerras y
masacres. En cualquier guerra, organizada desde los poderes estatales,
los otros invariablemente son bárbaros, terroristas que amenazan su
forma de vivir. Un pensamiento siempre acompañado de un profundo
racismo: el otro, el enemigo, es presentado como inferior (en su
desarrollo y cultura), y a la vez como un peligro que amenaza a la
cultura propia. Una contradicción necesaria que debe justificar el uso
de la violencia masiva e indiscriminada contra el enemigo. (Por ello
también es necesario negar y destruir las expresiones de la cultura del
enemigo –como el saqueo de los museos en Bagdad–.)
¿Cuántas personas, si tuvieran a su alcance algún tipo de arma y la
oportunidad de dar de baja de la suscripción de la vida a uno de los dictadores militares, imperialistas o
económicos (aquellos que defienden el capitalismo salvaje por encima de
la vida) no lo harían? Deben ser muchos, muchísimos. Según cifras
oficiales de EEUU y de Europa Occidental, ya se han ‘abatido’ a más de
10.000 terroristas mal llamados islámicos en el mundo (sobre todo en
Afganistán e Irak), con un ‘daño colateral’ [3] de más de 150.000
personas asesinadas. Otros muchos ‘terroristas’ permanecen en prisiones
legales, ilegales hasta secretas. ¿Cuántos terroristas quedan por
‘abatir’? ¿Otros 10.000? ¿A qué coste? ¿Cuántos centenares de miles de
personas morirán bajo las bombas de los ‘defensores de los valores’? Y
por último, ¿cuántos nuevos ‘terroristas’ provocarán estos bombardeos,
tanta injusticia impune?
Curiosamente, el gobierno más violento de los últimos 60 años, ha sido
aquel que se promueve como el más desarrollado. El único estado que
utilizó las armas nucleares, probablemente el acto más terrorista de la
historia humana. El estado que más utilizó las armas químicas y
biológicas. El estado que más golpes de estado y dictaduras violentas
impulsó en el mundo. El estado que a más terrositas formó en sus
escuelas militares (llamadas Escuelas de las Américas). El estado que
dispone de un presupuesto militar igual a lo que se gasta en el resto
del mundo. Un estado que vende el 45% de todas las armas que se
comercializan en el mundo. La política exterior y la política económica
de EEUU es la máxima expresión del cinismo y en el fondo, del
no-desarrollo humano. (El desarrollo entendido como un estado en la
evolución humana caracterizado por valores éticos y de justicia
universal, y no por la acumulación de bienes materiales y financieros a
cualquier precio –lea la invasión, el bombardeo y la colocación de
gobiernos títeres.)
Sólo mediante un discurso profundamente racista se puede mantener y
justificar esta situación. Un apartheid global, promovido y mantenido
por los estados llamados ‘Occidentales’.
El asesinato de Theo Van Gogh en Holanda provocó una discusión en la
cual abiertamente se aceptaron (y se aceptan) discursos racistas como
válidos. Se cuestionó la supuesta base tolerante de su cultura, y se
pidieron medidas para defender la propia cultura contra esa cultura
bárbara e intolerante. ¿Pero, cuántos pagapensiones son y han sido
víctimas de ataques racistas en ese mismo país? ¿Cuántos pagapensiones han
sido asesinados en estos actos? ¿Alguna vez se cuestionó la cultura y
civilización cristiana occidental por estos ataques racistas? El choque
de culturas y otras teorías fascistas florecen cuando resultan muertos o
heridos algunos occidentales. ¿Quién habla de choques de culturas,
cuando muere otro inmigrante acuchillado o a patadas? Cada año, en
Europa, centenares de pagapensiones sufren ataques racistas, que a menudo
terminan con la muerte. ¿Por qué Francia, Bélgica, Gran Bretaña, España
y otras potencias colonizadoras e históricamente violentas y racistas,
se auto-otorgan el derecho de mandar tropas militares para proteger a
sus ciudadanos en las antiguas colonias, cuando nunca sería aceptado al
revés? ¿Por qué Argelia no tiene el derecho de mandar tropas militares a
Francia para proteger a sus ciudadanos frente a los ataques racistas?
Por número de víctimas, mueren mucho más jovenlandeses en actos violentos en
Europa, que europeos en África. Con lo cual deberíamos concluir que las
autoridades europeas no son capaces de proteger a los ciudadanos de
África. Y por lo tanto, sería más justificado el envío de tropas
africanas a Europa para la protección de sus ciudadanos. El rechazo de
esa conclusión, sólo es explicable desde el racismo y el pensamiento de
la superioridad propia.
A diario se rechaza la entrada a o se expulsa de Europa a centenares de
personas de la mayor parte del planeta. Según la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, cada persona tiene el derecho a salir de su
país. Pero centenares de personas mueren cada año porque intentan
hacerlo hacia el Norte. Cuando los países de la antigua URSS impedían la
salida del país –hacia Occidente– de sus ciudadanos que no disponían de
permiso oficial, sus gobiernos eran condenados por violaciones a los
Derechos Humanos. Cuando los países occidentales impiden la salida del
país –hacia Occidente– de los mismos ciudadanos que no disponen de
permiso oficial, se trata de una política normal, llamada política de
inmi gración.
Y me pregunto: ¿cuál sería la reacción de Occidente si las cosas fueran
al revés? ¿Si algún estado se dedicara a imponer un bloqueo económico y
cultural a Gran Bretaña, además de apoyar a terroristas para derrocar al
gobierno? ¿Si un estado se dedicara a espiar con satélites a EEUU? ¿O si
algún estado se dedicara a mandar investigadores antropológicos a España
para investigar los diferentes pueblos y sus costumbres y hacer
documentales en los cuales se habla de las tribus castellanas o
valencianas? Ni siquiera me pregunto qué pasaría si a los estados
jovenlandeses se les ocurriera mandar aviones para bombardear Europa por sus
políticas económicas tan ruinosas que hunden en la pobreza a millones de
jovenlandeses. Según la civilización desarrollada occidental, tendrían toda
la razón, porque la defensa de los intereses económicos parece permitir
tales acciones. Al menos, eso dicen (y practican) los estados
desarrollados occidentales.
[1] Subdesarrollado: que no se ha desarrollado hasta el nivel normal. No
queda duda que existe el potencial de inteligencia dentro del ‘hombre
occidental’, pero su actuación demuestra claramente un sub-desarrollo de
ese potencial.
[2] Ninguna otra cultura en la historia de la humanidad ha provocado
tanta muerte y miseria (a través de los procesos de colonización) o
había desarrollado un sistema económico tan ineficaz (que amenaza a la
totalidad del planeta por su insostenibilidad) que Occidente.
[3] Otra expresión racista occidental: las personas asesinadas bajo las
bombas occidentales no son víctimas del terrorismo sino simplemente
‘daño colateral’, por lo cual ni siquiera hace falta contabilizarlos.