J
Josec
Guest
EL TALANTE IMPOSTOR DE ZAPATERO
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, me está
produciendo cierta obsesión, sobre todo porque se está erigiendo en la
persona más falsa, en el sentido de hipócrita, de la historia democrática. Y
eso me preocupa. Su publicitado talante no deja de ser el producto de una
programación publicitaria al más refinado estilo Goebels «insiste en una
mentira hasta convertirla en verdad». Para sustentar esta tesis, a los
hechos me remito. Como éste.
El pasado jueves viajó a Valencia a sumarse por vez primera a la Copa
América de Vela después de que protagonizara su último desplante cuando,
hace tres semanas, se celebraron las prerregatas de este importante evento
náutico. Como es lógico y tradicional en las visitas de los reyes de España,
ministros y personalidades, estaba previsto que le precedieran en el uso de
la palabra la alcaldesa Rita Barberá, como anfitriona de la ciudad, y el
presidente de la Generalitat, Francisco Camps. De ninguna manera. La
fontanería monklovita comunicó que allí hablaría solamente ZP o PZ como le
llama mi admirado César Lumbreras. El conflicto y, sobre todo, la
provocación estaban servidos.
Con buen criterio, la respuesta del equipo autonómico no aceptó
semejante imposición en su propia casa y comunicó que Camps y Barberá
hablarían. ¿Saben ustedes lo que sucedió? Pues que algunos miembros del
cuerpo de seguridad presidencial, la monklovita of course, les impidieron
con sus gimnásticos cuerpos acceder al estrado, por lo que tuvieron que
retrasar sus alocuciones a la realizada por Rodríguez Zapatero.
Eso sí, mientras los máximos representantes institucionales de la
Comunidad y de la capital se dirigían al auditorio, el tolerante y
democrático jefe del Gobierno de todos los españoles, incluidos los
asistentes al acto, se marchó a tomarse una copa, en esta ocasión parece que
de agua, y a charlar con sus lactantes correligionarios.
Y yo me pregunto ¿es ésa la base en que se sustenta su preconizada
alianza de civilizaciones? ¿Es ése el tan promocionado talante? ¿Es ésa la
flexibilidad de criterio? No, señor presidente, usted además de un
totalitario, es un maleducado. ¿Por qué ese comportamiento? No cabe otra
explicación que la del desprecio a la pluralidad, el temor a escuchar con
educación las verdades del barquero. La soberbia de no permitir una posible
imputación, la de no haber hecho nada por tan importante y prestigioso
acontecimiento deportivo. Con esta prepotencia reconoció la Copa América
como un proyecto de Estado. Nunca lo había hecho. Aun así, yo no apostaría
siquiera una paella por que vaya a cumplir este compromiso, cuando no ha
tenido la más mínima sensibilidad por el acontecimiento, ni por Valencia, ni
por la Comunidad Valenciana. Usted, por lo que se refiere a su relación con
el discrepante, es un impostor.
Iñaki ZARAGÜETA
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, me está
produciendo cierta obsesión, sobre todo porque se está erigiendo en la
persona más falsa, en el sentido de hipócrita, de la historia democrática. Y
eso me preocupa. Su publicitado talante no deja de ser el producto de una
programación publicitaria al más refinado estilo Goebels «insiste en una
mentira hasta convertirla en verdad». Para sustentar esta tesis, a los
hechos me remito. Como éste.
El pasado jueves viajó a Valencia a sumarse por vez primera a la Copa
América de Vela después de que protagonizara su último desplante cuando,
hace tres semanas, se celebraron las prerregatas de este importante evento
náutico. Como es lógico y tradicional en las visitas de los reyes de España,
ministros y personalidades, estaba previsto que le precedieran en el uso de
la palabra la alcaldesa Rita Barberá, como anfitriona de la ciudad, y el
presidente de la Generalitat, Francisco Camps. De ninguna manera. La
fontanería monklovita comunicó que allí hablaría solamente ZP o PZ como le
llama mi admirado César Lumbreras. El conflicto y, sobre todo, la
provocación estaban servidos.
Con buen criterio, la respuesta del equipo autonómico no aceptó
semejante imposición en su propia casa y comunicó que Camps y Barberá
hablarían. ¿Saben ustedes lo que sucedió? Pues que algunos miembros del
cuerpo de seguridad presidencial, la monklovita of course, les impidieron
con sus gimnásticos cuerpos acceder al estrado, por lo que tuvieron que
retrasar sus alocuciones a la realizada por Rodríguez Zapatero.
Eso sí, mientras los máximos representantes institucionales de la
Comunidad y de la capital se dirigían al auditorio, el tolerante y
democrático jefe del Gobierno de todos los españoles, incluidos los
asistentes al acto, se marchó a tomarse una copa, en esta ocasión parece que
de agua, y a charlar con sus lactantes correligionarios.
Y yo me pregunto ¿es ésa la base en que se sustenta su preconizada
alianza de civilizaciones? ¿Es ése el tan promocionado talante? ¿Es ésa la
flexibilidad de criterio? No, señor presidente, usted además de un
totalitario, es un maleducado. ¿Por qué ese comportamiento? No cabe otra
explicación que la del desprecio a la pluralidad, el temor a escuchar con
educación las verdades del barquero. La soberbia de no permitir una posible
imputación, la de no haber hecho nada por tan importante y prestigioso
acontecimiento deportivo. Con esta prepotencia reconoció la Copa América
como un proyecto de Estado. Nunca lo había hecho. Aun así, yo no apostaría
siquiera una paella por que vaya a cumplir este compromiso, cuando no ha
tenido la más mínima sensibilidad por el acontecimiento, ni por Valencia, ni
por la Comunidad Valenciana. Usted, por lo que se refiere a su relación con
el discrepante, es un impostor.
Iñaki ZARAGÜETA
