MonteKarmelo
Madmaxista
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Blas Calzada (Valladolid, 1938) cree que los culpables de la crisis tienen nombre y considera que las actuales medidas de emergencia son las únicas posibles. Pero advierte de que el deterioro social podría ser grave, como sucedió en el crac del 29, y dice que evitarlo es «obligación» de los Gobiernos.
-Hemos oído decir al Gobierno que no había crisis hasta que nos metimos de lleno en ella. ¿Debemos creerlos ahora cuando dicen que no quebrará ningún banco y que nuestros ahorros no corren peligro?
-La banca española no es la de Estados Unidos. No hay una contaminación generalizada de los activos basura que circularon por ahí. Lo que les ocurre a nuestros bancos es que les toca vivir una situación de bajadas generalizadas de renta y sectores con problemas para devolver créditos. Nadie está libre de pecado. Pero el sistema financiero español goza de buena salud.
-Cuando las primeras aseguradoras y bancos estadounidenses admitieron pérdidas, en Europa repetían que esta situación no tendría reflejo directo. Y se equivocaron. ¿Por qué debemos pensar que la banca española está blindada?
-Es que todo el mundo pensaba (y yo también) que los bancos de inversión no presentaban riesgos sistémicos. Los activos se colocaban entre profesionales . Pero manejaron activos basura en mucha más proporción de lo que habían hecho nunca y, además, estos productos los compró mucha más gente. Nadie dudaba de los gestores de fondos. Ahora estos profesionales son los que deberían dar explicaciones. Pero, dicho esto, la situación española es mejor.
-¿Qué diferencia esta crisis de la que vivió España en 1993, o del crac del 29?
-El 93 fue un stop and go , una política equivocada que se corrigió y produjo el efecto esperado. La crisis del 29 tiene más relación con lo que estamos viviendo ahora. Durante 20 años hubo un exceso de crédito y luego se pagaron las consecuencias.
-¿Viviremos un deterioro social tan grave como aquél?
-El deterioro social debería corregirse, porque a diferencia de la crisis del 29, ahora las cosas están mucho mejor. Sin embargo, esta crisis puede destrozar nuestra forma de vida de los ciudadanos y los Gobiernos y las instituciones tienen la obligación de garantizar que esto no suceda. Si así fuese, sería terrible.
-Pero sube el paro, un claro síntoma de deterioro social, junto con la inflación...
-Y yo sigo sin ver soluciones. El deterioro puede ser muy serio. Y ojalá me equivoque. Porque los círculos viciosos son terribles en economía. Si en España comienza a deteriorarse el empleo por una baja de la economía, y el bajón económico provoca cada vez más desempleo, la dinámica sería terrible. Hay que detener esto y no decir que el problema durará poquito.
-¿Tiene usted la receta?
-Lo que hace falta es un pacto del conjunto de España. Autonomías y Gobierno central tienen que reducir el gasto lo más posible y en conjunto, para intentar rebajar los costes de las empresas. Tenemos un déficit internacional grave que hay que atajar como sea.
-¿Subirán las hipotecas y caerá el precio de los pisos?
-Es seguro que las valoraciones seguirán cayendo, pero los tipos no podrán subir mucho más. El tema es complejo y la intervención pública, difícil. En España es muy urgente un gran pacto político y social anticrisis.
«Esta crisis puede destrozar la forma de vida y el Gobierno debe evitarlo»
-Hemos oído decir al Gobierno que no había crisis hasta que nos metimos de lleno en ella. ¿Debemos creerlos ahora cuando dicen que no quebrará ningún banco y que nuestros ahorros no corren peligro?
-La banca española no es la de Estados Unidos. No hay una contaminación generalizada de los activos basura que circularon por ahí. Lo que les ocurre a nuestros bancos es que les toca vivir una situación de bajadas generalizadas de renta y sectores con problemas para devolver créditos. Nadie está libre de pecado. Pero el sistema financiero español goza de buena salud.
-Cuando las primeras aseguradoras y bancos estadounidenses admitieron pérdidas, en Europa repetían que esta situación no tendría reflejo directo. Y se equivocaron. ¿Por qué debemos pensar que la banca española está blindada?
-Es que todo el mundo pensaba (y yo también) que los bancos de inversión no presentaban riesgos sistémicos. Los activos se colocaban entre profesionales . Pero manejaron activos basura en mucha más proporción de lo que habían hecho nunca y, además, estos productos los compró mucha más gente. Nadie dudaba de los gestores de fondos. Ahora estos profesionales son los que deberían dar explicaciones. Pero, dicho esto, la situación española es mejor.
-¿Qué diferencia esta crisis de la que vivió España en 1993, o del crac del 29?
-El 93 fue un stop and go , una política equivocada que se corrigió y produjo el efecto esperado. La crisis del 29 tiene más relación con lo que estamos viviendo ahora. Durante 20 años hubo un exceso de crédito y luego se pagaron las consecuencias.
-¿Viviremos un deterioro social tan grave como aquél?
-El deterioro social debería corregirse, porque a diferencia de la crisis del 29, ahora las cosas están mucho mejor. Sin embargo, esta crisis puede destrozar nuestra forma de vida de los ciudadanos y los Gobiernos y las instituciones tienen la obligación de garantizar que esto no suceda. Si así fuese, sería terrible.
-Pero sube el paro, un claro síntoma de deterioro social, junto con la inflación...
-Y yo sigo sin ver soluciones. El deterioro puede ser muy serio. Y ojalá me equivoque. Porque los círculos viciosos son terribles en economía. Si en España comienza a deteriorarse el empleo por una baja de la economía, y el bajón económico provoca cada vez más desempleo, la dinámica sería terrible. Hay que detener esto y no decir que el problema durará poquito.
-¿Tiene usted la receta?
-Lo que hace falta es un pacto del conjunto de España. Autonomías y Gobierno central tienen que reducir el gasto lo más posible y en conjunto, para intentar rebajar los costes de las empresas. Tenemos un déficit internacional grave que hay que atajar como sea.
-¿Subirán las hipotecas y caerá el precio de los pisos?
-Es seguro que las valoraciones seguirán cayendo, pero los tipos no podrán subir mucho más. El tema es complejo y la intervención pública, difícil. En España es muy urgente un gran pacto político y social anticrisis.
«Esta crisis puede destrozar la forma de vida y el Gobierno debe evitarlo»
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