prudente
Madmaxista
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ZP autohereda un regalo envenenado
Luis Losada Pescador.- Algunos asesores de Pizarro señalaban antes de las elecciones que la crisis económica será tan pavorosa que obligaría a un gobierno Zapatero a convocar elecciones adelantadas. Por supuesto, consideraban -y consideran- también que Solbes no es la persona más adecuada para afrontar la crisis económica que se nos viene encima. Recuerdan que el vicepresidente económico dejó el país hecho unos zorros en 1996: paro por las nubes, déficit cercano al 6 por ciento en las cuentas públicas y actividad más que ralentizada.
La situación ahora es peor y mejor. La economía global y nuestro anclaje al euro nos hace más inmunes a los vaivenes económicos. La economía del conocimiento -señala Greenspan- hace que hoy seamos mucho más capaces de superar turbulencias financieras y/o económicas que lo que lo fuimos en el pasado. Además de eso, en el caso español, los bancos están más provisionados y saneados que nunca y en mejor situación que ningún sistema financiero del mundo.
En cambio -para nuestra desgracia- España es la economía con mayor déficit exterior. Un verdadero lastre si tenemos en cuenta que nuestro 10 por ciento de agujero debemos financiarlo en un mercado exterior hoy seco, difícil y caro. Además, nuestro modelo de crecimiento basado en la construcción ha ofrecido signos claros de agotamiento. Los efectos de ese desgaste son devastadores. En primer lugar, el paro. Dejar de construir 350.000 viviendas anuales supone generar un paro de casi un millón de personas. Esos nuevos parados consumen subsidios de desempleo que ponen en riesgo el superávit presupuestario.
Son lo que Solbes llama “estabilizadores automáticos”. Cuando la economía decae, se ponen en marcha de manera “automática” los subsidios de desempleo inyectando capacidad económica que amortigua la caída. Aún así, parece obvio pensar que el consumo se ralentizará en paralelo al incremento del paro. El escaso tono en las matriculaciones de vehículos en 2007 ejerce de indicador adelantado.
La caída en la construcción genera serios problemas en las promotoras que se han quedado con la brocha en la mano. Muchas son “muertos vivientes”, según señala a este cronista un consultor especializado en el ‘ladrillo’. Y algunas terminan por caer generando paro y pánico en el sector. Pero es que además, las entidades financieras comprometidas con el sector también sufren las incertidumbres del ‘ladrillo’. Y por si fuera poco, los expertos apuntan a la existencia de un ‘efecto arrastre’ en el resto de sectores de la actividad económica.
Así que el escenario económico no es nada halagüeño. Se trata de todo un “regalo envenenado”. La herencia de la pasada legislatura es buena en la foto fija, pero es incierta en el futuro predecible. El consenso de mercado rebaja la previsión de crecimiento para el 2008 al 2,5 por ciento. Y lo peor: la mayoría consideran que la desaceleración se prolongará a lo largo del 2009 situando el crecimiento en el 2,1. Ahora toca capear el temporal con templanza y rigor. Suerte.
http://www.lanacion.es/?p=2038
Luis Losada Pescador.- Algunos asesores de Pizarro señalaban antes de las elecciones que la crisis económica será tan pavorosa que obligaría a un gobierno Zapatero a convocar elecciones adelantadas. Por supuesto, consideraban -y consideran- también que Solbes no es la persona más adecuada para afrontar la crisis económica que se nos viene encima. Recuerdan que el vicepresidente económico dejó el país hecho unos zorros en 1996: paro por las nubes, déficit cercano al 6 por ciento en las cuentas públicas y actividad más que ralentizada.
La situación ahora es peor y mejor. La economía global y nuestro anclaje al euro nos hace más inmunes a los vaivenes económicos. La economía del conocimiento -señala Greenspan- hace que hoy seamos mucho más capaces de superar turbulencias financieras y/o económicas que lo que lo fuimos en el pasado. Además de eso, en el caso español, los bancos están más provisionados y saneados que nunca y en mejor situación que ningún sistema financiero del mundo.
En cambio -para nuestra desgracia- España es la economía con mayor déficit exterior. Un verdadero lastre si tenemos en cuenta que nuestro 10 por ciento de agujero debemos financiarlo en un mercado exterior hoy seco, difícil y caro. Además, nuestro modelo de crecimiento basado en la construcción ha ofrecido signos claros de agotamiento. Los efectos de ese desgaste son devastadores. En primer lugar, el paro. Dejar de construir 350.000 viviendas anuales supone generar un paro de casi un millón de personas. Esos nuevos parados consumen subsidios de desempleo que ponen en riesgo el superávit presupuestario.
Son lo que Solbes llama “estabilizadores automáticos”. Cuando la economía decae, se ponen en marcha de manera “automática” los subsidios de desempleo inyectando capacidad económica que amortigua la caída. Aún así, parece obvio pensar que el consumo se ralentizará en paralelo al incremento del paro. El escaso tono en las matriculaciones de vehículos en 2007 ejerce de indicador adelantado.
La caída en la construcción genera serios problemas en las promotoras que se han quedado con la brocha en la mano. Muchas son “muertos vivientes”, según señala a este cronista un consultor especializado en el ‘ladrillo’. Y algunas terminan por caer generando paro y pánico en el sector. Pero es que además, las entidades financieras comprometidas con el sector también sufren las incertidumbres del ‘ladrillo’. Y por si fuera poco, los expertos apuntan a la existencia de un ‘efecto arrastre’ en el resto de sectores de la actividad económica.
Así que el escenario económico no es nada halagüeño. Se trata de todo un “regalo envenenado”. La herencia de la pasada legislatura es buena en la foto fija, pero es incierta en el futuro predecible. El consenso de mercado rebaja la previsión de crecimiento para el 2008 al 2,5 por ciento. Y lo peor: la mayoría consideran que la desaceleración se prolongará a lo largo del 2009 situando el crecimiento en el 2,1. Ahora toca capear el temporal con templanza y rigor. Suerte.
http://www.lanacion.es/?p=2038
