EL FARAON
Será en Octubre
Lo acabo de oír en la radio...
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Pues no lo sé, pero me parece poco discutible que siendo una de las razones de la existencia de la institución penitenciaria la función ejemplarizante, no se puede permitir que altos cargos condenados se escapen por ningún subterfugio. Que lo diga la Fiscalía Anticorrupción, el CGPJ, las asociaciones de magistrados o quien sea pero ciertos países necesitan la catártica visión de algunos de sus políticos picando piedra. Y perdón por el tono demagógico¿Qué pinta la Fiscalía Anticorrupción en el caso del aplazamiento de una condena que no tiene relación alguna con la corrupción, al ser una condena por un delito fiscal de un particular?
¿No es esto un caso de prevaricación?
Además de las fantasías, más o menos imaginativas o ingeniosas está la realidad.Pues no lo sé, pero me parece poco discutible que siendo una de las razones de la existencia de la institución penitenciaria la función ejemplarizante, no se puede permitir que altos cargos condenados se escapen por ningún subterfugio. Que lo diga la Fiscalía Anticorrupción, el CGPJ, las asociaciones de magistrados o quien sea pero ciertos países necesitan la catártica visión de algunos de sus políticos picando piedra. Y perdón por el tono demagógico
Además de las fantasías, más o menos imaginativas o ingeniosas está la realidad.
No sé si España conserva aún alguna pretensión humorística de ser una democracia o un estado de derecho pero lo cierto es que ninguna irregularidad ni mucho menos ningún comportamiento corrupto ha podido ser demostrado ante ningún tribunal en el caso de Fabra.
Lo que ha quedado demostrado (si uno es muy imaginativo) es el impago de ciertos impuestos personales de este señor. De modo que el que haya sido cargo político o no es completamente irrelevante en este caso: ha sido condenado por un delito particular, como ciudadano particular, y contra la Hacienda.
La izquierda totalitaria ha intentado desde el principio hacer pasar este asunto privado por un caso de corrupción política pero, obviamente, no lo ha logrado.
La cuestión aquí es que la siniestra Fiscalía Anticurrupción se prestó a este montaje jurídico construyendo una denuncia falsa, lo que es un caso de abierta prevaricación.
Una vez demostrada la falsedad de las denuncias de la Fiscalía Anticorrupción, en lugar de juzgar y condenar a los fiscales por prevaricación, la judicatura les sigue dando juego en un caso estrictamente privado y sin relación alguna con algún caso de corrupción política.
Este comportamiento, el de la siniestra fiscalía, es el que pone en riesgo el estado de derecho y la democracia en España, no la falta con Hacienda de un ciudadano particular cualquiera.
Además de las fantasías, más o menos imaginativas o ingeniosas está la realidad.
No sé si España conserva aún alguna pretensión humorística de ser una democracia o un estado de derecho pero lo cierto es que ninguna irregularidad ni mucho menos ningún comportamiento corrupto ha podido ser demostrado ante ningún tribunal en el caso de Fabra.
Lo que ha quedado demostrado (si uno es muy imaginativo) es el impago de ciertos impuestos personales de este señor. De modo que el que haya sido cargo político o no es completamente irrelevante en este caso: ha sido condenado por un delito particular, como ciudadano particular, y contra la Hacienda.
La izquierda totalitaria ha intentado desde el principio hacer pasar este asunto privado por un caso de corrupción política pero, obviamente, no lo ha logrado.
La cuestión aquí es que la siniestra Fiscalía Anticurrupción se prestó a este montaje jurídico construyendo una denuncia falsa, lo que es un caso de abierta prevaricación.
Una vez demostrada la falsedad de las denuncias de la Fiscalía Anticorrupción, en lugar de juzgar y condenar a los fiscales por prevaricación, la judicatura les sigue dando juego en un caso estrictamente privado y sin relación alguna con algún caso de corrupción política.
Este comportamiento, el de la siniestra fiscalía, es el que pone en riesgo el estado de derecho y la democracia en España, no la falta con Hacienda de un ciudadano particular cualquiera.
Espacio patrocinado por la diputación de Castellón, ppcv y corrutos sin fronterasAdemás de las fantasías, más o menos imaginativas o ingeniosas está la realidad.
No sé si España conserva aún alguna pretensión humorística de ser una democracia o un estado de derecho pero lo cierto es que ninguna irregularidad ni mucho menos ningún comportamiento corrupto ha podido ser demostrado ante ningún tribunal en el caso de Fabra.
Lo que ha quedado demostrado (si uno es muy imaginativo) es el impago de ciertos impuestos personales de este señor. De modo que el que haya sido cargo político o no es completamente irrelevante en este caso: ha sido condenado por un delito particular, como ciudadano particular, y contra la Hacienda.
La izquierda totalitaria ha intentado desde el principio hacer pasar este asunto privado por un caso de corrupción política pero, obviamente, no lo ha logrado.
La cuestión aquí es que la siniestra Fiscalía Anticurrupción se prestó a este montaje jurídico construyendo una denuncia falsa, lo que es un caso de abierta prevaricación.
Una vez demostrada la falsedad de las denuncias de la Fiscalía Anticorrupción, en lugar de juzgar y condenar a los fiscales por prevaricación, la judicatura les sigue dando juego en un caso estrictamente privado y sin relación alguna con algún caso de corrupción política.
Este comportamiento, el de la siniestra fiscalía, es el que pone en riesgo el estado de derecho y la democracia en España, no la falta con Hacienda de un ciudadano particular cualquiera.