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Noticias de Empresas - El amigo de Montoro dimite como presidente de Loterías del Estado
Cristóbal Montoro ha empezado el verano con un contratiempo que le ha alterado las vacaciones. Según confirmaron fuentes financieras a este diario, José Miguel Martínez, amigo personal del ministro de Hacienda, presentó este lunes su dimisión como presidente de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE), cargo para el que fue designado por el propio titular de la cartera de impuestos en enero de 2012.
Según han anunciado posteriormente fuentes oficiales, Martínez, doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y miembro del Cuerpo de Inspectores Superiores de Hacienda del Estado, ha dejado la presidencia por “cuestiones de salud”. Sin embargo, otras fuentes aseguran que su salida responde a los malos resultados de SELAE, cuyas ventas no han dejado de caer desde que se hizo con las riendas del ente público.
Desde el organismo que gestiona los juegos como La Quiniela, La Primitiva y la Lotería de Navidad se negaron durante todo el día de ayer a hacer comentarios sobre esta información. “Oficialmente no sabemos nada todavía. Son rumores”, indicaron desde el departamento de comunicación de SELAE, que no respondió a un correo electrónico de este medio en el que se le solicitaba más información. Tras publicar El Confidencial la noticia, el organismo confirmaba la información en una nota.
Lo cierto es que el año y medio de gestión de José Miguel Martínez, una persona muy cercana a Montoro, ha sido negativo desde el punto de los resultados de la empresa controlada por el Estado. La cifra de negocios de SELAE bajó un 4,8% en 2012, hasta los 9.252,7 millones, mientras que su beneficio operativo o EBIT descendió un 1%, hasta los 2.824,6 millones. Lo peor fue la evolución del resultado neto, que cayó un 7,7%, hasta los 1.984,2 millones.
Las ventas decrecieron en todos los formatos, especialmente en los tres más populares. La Lotería, que perdió un 4,78%; La Primitiva (4,8%), con descensos de entre el 6% y el 10% en sus modalidades más conocidas, como El Joker, la Bonoloto y El rellenito; y La Quiniela, que bajó un 5,5%. Unos resultados que, no obstante, la compañía califica de muy positivos en su memoria anual por las circunstancias macroeconómicas y la competencia de los juegos online.
El primer cuatrimestre del año tampoco ha ido mejor. Al contrario, la facturación ha registrado un desplome próximo al 10% que algunos expertos relacionan con la entrada en vigor el 1 de enero del impuesto aprobado por Montoro en septiembre de 2012. Una tasa que grava en un 20% los premios superiores a 2.500 euros, lo que ha retraído a muchos usuarios a apostar por estos juegos y optar por la vía electrónica.
Fracaso internacional y financiero
En la dimisión de José Miguel Martínez también ha influido, según otras fuentes, el fracaso en el intento de internacionalización de los productos tradicionales de la SELAE, como ha ocurrido con República Dominicana con el rellenito de la Primitiva. El Tribunal Superior Administrativo de la isla caribeña ha ordenado la suspensión provisional del Loto rellenito Iberoamericano que la empresa española organiza junto con una canadiense desde el pasado 24 de febrero por presunta adjudicación ilícita.
La salida del presidente de Loterias, que ya estuvo como director general entre 2002 y 2004 a petición de Montoro cuando el PP gobernaba en Moncloa, también tiene relación con la imagen negativa que tiene SELAE en los mercados de capitales. El ente público suspendió a principios de este año y sin dar explicaciones el lanzamiento de un crédito sindicado por hasta 6.000 millones de euros al que se habían comprometido numerosos bancos españoles y extranjeros.
Fue la segunda vez que SELAE daba un portazo a la comunidad financiera, que el año pasado ya estuvo negociando un préstamo de 3.000 millones y una emisión de bonos por un importe similar que finalmente no se llevó a cabo. Un desaire que enfadó a muchos bancos internacionales, que habían hecho grandes esfuerzos para que sus comités de riesgo de Londres y Nueva York aprobasen prestar dinero al Estado español a través de su sociedad de juegos y apuestas cuando la prima de riesgo superaba los 400 puntos básicos. Un fracaso que supuso la destitución de manera fulminante de la cúpula de la Dirección General de Patrimonio del Estado.
Cristóbal Montoro ha empezado el verano con un contratiempo que le ha alterado las vacaciones. Según confirmaron fuentes financieras a este diario, José Miguel Martínez, amigo personal del ministro de Hacienda, presentó este lunes su dimisión como presidente de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE), cargo para el que fue designado por el propio titular de la cartera de impuestos en enero de 2012.
Según han anunciado posteriormente fuentes oficiales, Martínez, doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y miembro del Cuerpo de Inspectores Superiores de Hacienda del Estado, ha dejado la presidencia por “cuestiones de salud”. Sin embargo, otras fuentes aseguran que su salida responde a los malos resultados de SELAE, cuyas ventas no han dejado de caer desde que se hizo con las riendas del ente público.
Desde el organismo que gestiona los juegos como La Quiniela, La Primitiva y la Lotería de Navidad se negaron durante todo el día de ayer a hacer comentarios sobre esta información. “Oficialmente no sabemos nada todavía. Son rumores”, indicaron desde el departamento de comunicación de SELAE, que no respondió a un correo electrónico de este medio en el que se le solicitaba más información. Tras publicar El Confidencial la noticia, el organismo confirmaba la información en una nota.
Lo cierto es que el año y medio de gestión de José Miguel Martínez, una persona muy cercana a Montoro, ha sido negativo desde el punto de los resultados de la empresa controlada por el Estado. La cifra de negocios de SELAE bajó un 4,8% en 2012, hasta los 9.252,7 millones, mientras que su beneficio operativo o EBIT descendió un 1%, hasta los 2.824,6 millones. Lo peor fue la evolución del resultado neto, que cayó un 7,7%, hasta los 1.984,2 millones.
Las ventas decrecieron en todos los formatos, especialmente en los tres más populares. La Lotería, que perdió un 4,78%; La Primitiva (4,8%), con descensos de entre el 6% y el 10% en sus modalidades más conocidas, como El Joker, la Bonoloto y El rellenito; y La Quiniela, que bajó un 5,5%. Unos resultados que, no obstante, la compañía califica de muy positivos en su memoria anual por las circunstancias macroeconómicas y la competencia de los juegos online.
El primer cuatrimestre del año tampoco ha ido mejor. Al contrario, la facturación ha registrado un desplome próximo al 10% que algunos expertos relacionan con la entrada en vigor el 1 de enero del impuesto aprobado por Montoro en septiembre de 2012. Una tasa que grava en un 20% los premios superiores a 2.500 euros, lo que ha retraído a muchos usuarios a apostar por estos juegos y optar por la vía electrónica.
Fracaso internacional y financiero
En la dimisión de José Miguel Martínez también ha influido, según otras fuentes, el fracaso en el intento de internacionalización de los productos tradicionales de la SELAE, como ha ocurrido con República Dominicana con el rellenito de la Primitiva. El Tribunal Superior Administrativo de la isla caribeña ha ordenado la suspensión provisional del Loto rellenito Iberoamericano que la empresa española organiza junto con una canadiense desde el pasado 24 de febrero por presunta adjudicación ilícita.
La salida del presidente de Loterias, que ya estuvo como director general entre 2002 y 2004 a petición de Montoro cuando el PP gobernaba en Moncloa, también tiene relación con la imagen negativa que tiene SELAE en los mercados de capitales. El ente público suspendió a principios de este año y sin dar explicaciones el lanzamiento de un crédito sindicado por hasta 6.000 millones de euros al que se habían comprometido numerosos bancos españoles y extranjeros.
Fue la segunda vez que SELAE daba un portazo a la comunidad financiera, que el año pasado ya estuvo negociando un préstamo de 3.000 millones y una emisión de bonos por un importe similar que finalmente no se llevó a cabo. Un desaire que enfadó a muchos bancos internacionales, que habían hecho grandes esfuerzos para que sus comités de riesgo de Londres y Nueva York aprobasen prestar dinero al Estado español a través de su sociedad de juegos y apuestas cuando la prima de riesgo superaba los 400 puntos básicos. Un fracaso que supuso la destitución de manera fulminante de la cúpula de la Dirección General de Patrimonio del Estado.