PEKÍN.- El Índice de Precios de Consumo (IPC) de China aumentó en agosto un 6,5%, su mayor subida desde 1996, como consecuencia del fuerte encarecimiento de los alimentos, según ha informado el Departamento Nacional de Estadísticas.
Los principales incrementos se dieron en el precio del cerdo y de otras carnes(49%), el de las narices (23,6%), y el aceite para cocinar (34%), que arrastraron el alza media del coste los alimentos en un 18,2% en comparación con agosto de 2006.
El alza fue menor en los bienes de consumo, que se encarecieron en un 8%, y en en el sector no alimentario, en un 0,9%, por lo que se confirman las expectativas del Gobierno chino de que la presión inflacionista vendría condicionada por la variación de los precios en la alimentación.
El nuevo dato del IPC prosigue la tendencia alcista del último año, en el que el crecimiento acumulado asciende al 3,9%, muy por encima del 3% fijado por Pekín como objetivo para este año. De hecho, el IPC ya alcanzó en julio un récord mensual al escalar hasta el 5,6%. Para encontrar un nivel tan elevado es preciso remontarse hasta 1996, cuando este indicador alcanzó el 7%.
El resultado de agosto supera las expectativas de la mayoría de economistas, ha señalado el diario oficial 'China Daily'. Según estos analistas, la presión inflacionaria ha llegado a un punto de inflexión en el que comienza a extenderse a otros sectores de la economía. Un fenómeno apreciado por el incremento del índice de precios de producción (IPP) del 2,6% en agosto, un 0,2% por encima del resultado de julio.
Las reacciones no se han hecho esperar. El gobernador del Banco Popular de China (central), Zhou Xiaochuan, ha expresado desde Suiza su preocupación por la subida de la inflación en China. Además, ha confirmado que el "objetivo es frenar la inflación", que está en el punto de mira de los líderes chino sobre todo porque el país sigue creciendo a ritmos históricos. En julio, su producto interior bruto (PIB) aumentó en una cifra récord del 11,9%.
Temor al aumento de las desigualdades
El banco central ya ha elevado en varias ocasiones este año los tipos de interés, ya que desde la reforma económica china las fuertes subidas de inflación han acrecentado el temor de que se acentúen las desigualdades.
De hecho, la inflación en las áreas rurales, que concentra todavía al 60% de la población más pobre y desasistida de la cuarta economía mundial, aumentó el mes pasado un 7,2%, en comparación con el 6,2% de las zonas urbanas.
