Los accionistas de los bancos rescatados son los que tienen más que perder

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Madmaxista
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Los accionistas de los bancos rescatados son los que tienen ms que perder

Los bancos ya están en la antesala del rescate. Para los expertos es cuestión de tiempo. Un tiempo que va ser medido por los responsables políticos minuciosamente en las próximas casillas del calendario, como indica el hecho de que todo se haya precipitado para que sea este fin de semana cuando arranque lo que en las redes sociales ya se conoce como Spailout ("Spain Baillout"). La Revista "INVERSIÓN" publica esta semana un extenso informe sobre las consecuencias que traerá para los inversores el rescate de la banca española.

¿Qué les pasará a los inversores que tienen títulos bancarios afectados por el rescate, tanto de renta variable como de renta fija en sus carteras? Según Alberto Matellán, analista de Inverseguros, se debería guardar el orden de prelación, es decir, primero tendrían que perder sus accionistas, a continuación, sus bonistas subordinados y, por último, los bonistas senior. Eso significa que, antes de que los bonistas tuvieran que asumir pérdidas, los accionistas deberían haber perdido el 100 por cien. Pero en Irlanda se rompió esa regla. Y eso puede crear un precedente para España. No en vano, al final, el rescate de España sería por la misma razón por la que se tuvo que rescatar a Irlanda: el sistema financiero. En Irlanda, los bonistas subordinados asumieron pérdidas. Se impuso un canje que consistía en "o aceptas el 20 por ciento del principal o pierdes el cien por cien, tú eliges".

Ignacio Victoriano, de Renta 4, en cambio, considera que quienes tengan deuda subordinada no deben temer, pero avisa que dependiendo de la entidad de la que se trate, el inversor podría ver diferido el cobro de los cupones. Los tenedores de preferentes, a su juicio, sí deberían estar preocupados por el canje que se establezca y por la posible suspensión de cupones, sobre todo de determinadas entidades. Esto último ya está sucediendo. La situación de los bonistas senior es algo diferente: han sido los más protegidos en Europa. Incluso en Irlanda, aunque en algún momento estuvo encima de la mesa que aportaran al rescate de la banca. De hecho, Javier Flores, de Asinver, considera que sería razonable que a los bonistas senior se les imponga una conversión en acciones para contribuir a capitalizar a las entidades. No ya a los inversores particulares, sino a los institucionales, después de una negociación. Ésta sería una reestructuración de la deuda en toda regla: los bonistas no remunerados se convertirían en propietarios de la entidad. Lo mismo sucede con los bancos que no recuperían los préstamos que han realizado a las inmobiliarias. "No sólo se puede hacer. Se debe hacer", asegura Flores. Según Miguel Ángel Rodríguez, de XTB, el canje ya tendría que haberse producido: "Es una forma de hacer una quita en la deuda privada. Pero es que no van a poder pagarlo todo", asegura. Los bonos de los bancos que no necesiten el rescate pueden reaccionar al alza, aunque no sería algo inmediato, según Victoriano.

Los accionistas serán los primeros en sufrir, y entre ellos los de las entidades que ya han recibido ayudas del FROB (I y II). Porque las próximas intervenciones se realizarán con ampliaciones de capital y, por tanto, tendrán un efecto dilutivo para los accionistas. A continuación, es muy posible que los bancos que hayan recibido apoyo suspendan el dividendo. Muchos, a día de hoy, contando las provisiones que van a tener que realizar y los resultados que se espera vayan a tener este año, no tienen margen para remunerar a sus accionistas. La intervención también tendrá como consecuencia, como explica Flores, el adelgazamiento de las entidades y de la gestión en sí.

Tampoco estarán en condiciones de dar créditos, por lo que su negocio se verá muy mermado. Aunque, como apunta Javier Flores, ahora mismo estaría en bancos, pero sólo de modo especulativo, porque a corto plazo, si hay buenas noticias, como la decisión de que haya una intervención directa en los bancos y no en el Estado, las acciones de las entidades financieras, sobre todo las que no tienen problemas -o los tienen más reducidos-, podrían subir. Ese fenómeno fue el que vimos el 4 de junio cuando se especuló con esa posibilidad. Nicolás López, de MG Valores coincide, pero con matices: "Podemos ver una reacción positiva en Santander y BBVA, pero la experiencia nos dice que la cotización de los bancos nacionalizados va tendiendo a cero y desarrollan una larga travesía en el desierto". Con la intervención, afirma Victoriano, los bancos acelerarán su proceso de desapalancamiento, lo que provocará una reducción de los márgenes. "Las entidades españolas comenzarán a parecerse a lo que eran en los años noventa: se financiarán sobre todo con depósitos y reducirán su apelación a los mercados mayoristas". En definitiva: menos rentabilidad para el accionista.

¿Qué ocurrirá con la deuda española?

Lo que los analistas más temen y lo que el Gobierno, de acuerdo con el principal partido de la oposición, es que se produzca un rescate a todo el país, que supondría un duro y persistente estigma en España: quedaría expulsada de los mercados durante años. España no dependería de la financiación extranjera ahora o cuando sea rescatada, sino durante años, como ocurre ahora con Grecia, Irlanda y Portugal. Ésa sería la primera consecuencia para la deuda española. Según Miguel Ángel Rodríguez: España no podría emitir en el mercado primario. ¿Y qué ocurriría con las emisiones en el secundario? Los inversores venderían esa deuda y los intereses del bono a diez años podrían irse hasta el siete o el ocho por ciento. Además, en el mercado surgirían dudas sobre el margen que tiene el Estado para pagar la deuda a vencimiento. Pero si nos creemos que finalmente España no va a necesitar un rescate completo para el país, Alberto Matellán considera que la deuda pública española está barata. Podría tener una reacción positiva cuando se concreten los términos de un rescate exclusivamente financiero. Ignacio Victoriano coincide: "El rescate de la banca debería ser una noticia en principio positiva".

Aunque Matellán añade: "Si un inversor tiene miedo a la deuda pública, podría apostar por la deuda corporativa muy diversificada, global". Y poniéndose extremista añade: "En Argentina, pese al impago, hubo compañías que no impagaron". Aunque insiste: con la deuda corporativa y la deuda pública en el mismo nivel, me quedaría con la pública". Javier Flores adoptaría una posición especulativa en deuda pública española ante la posibilidad de que haya una cierta mejora puntual. Victoriano opina que, para el inversor que tenga miedo de verdad, lo mejor es mantenerse en liquidez. La deuda pública alemana, con tipos nominales negativos en algunos plazos y reales en todos, no es una opción razonable. A juicio de Miguel Ángel Rodríguez, los mejores activos refugio en estos momentos se encuentran en el mercado monetario en dólares.

¿Cuál será la reacción en la bolsa?

El Ibex-35 está condenado: cae cerca de un 30 por ciento en 2012 y un 40 por ciento en los últimos doce meses. Es el peor indicador del mundo este año. Con un rescate a la banca, dice Rodríguez, quizá veamos algún repunte. Flores cree que de hasta un 10 o un 20 por ciento. Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4, opina que la recapitalización de la banca debería tranquilizar al mercado. Y Nicolás López añade que los que más margen tienen de recuperar en un contexto como ése son los grandes valores. Pero Rodríguez opina que la reacción a medio plazo sería a la baja porque las políticas que se impondrían en España a cambio serían muy contractivas de la actividad económica. Profundizarían la recesión.

Y, en ese caso, los valores más cíclicos y más dependientes de la economía española serían los más perjudicados. Aunque puede ser, como explica Jordi Padilla, de Banco Popular, que cambie la condicionalidad: Irlanda y Portugal, que sí han sido muy escrupulosos con el cumplimiento del mandato de la "Troika", no han conseguido recortar el déficit. Ante esa evidencia, Europa se podría pensar las condiciones que se habrían de imponer en España. La misión del Gobierno español sería convencer a sus socios comunitarios de que la estrategia empleada en los otros países rescatados ha sido un fracaso y que debería cambiar. En este sentido, se ha filtrado la existencia de un programa de estímulo realizado por Alemania para dinamizar la actividad en Europa. De ser verdad y de ponerse en marcha pronto, sería un catalizador importante para las bolsas. De todas formas, Guillermo Escribano, de Metagestión, considera que el rescate de la banca ayudaría a rebajar los costes de financiación, lo que compensaría el probable apretón fiscal que traería consigo el rescate.

Hace un año y medio, los expertos advertían que las compañías que más perjudicadas se verían por un rescate serían las de sectores regulados, como el de las telecomunicaciones o las eléctricas. Ahora, Guillermo Escribano, de Metagestión, opina que gran parte del trabajo en esos sectores ya está hecho, las empresas han puesto de su parte, por lo que no deberían sufrir mucho más. Lo mismo sucede con el sector farmacéutico y las compañías beneficiadas por las deducciones fiscales en el Impuesto de Sociedades, que se vieron muy reducidas en el Decreto Ley aprobado el 30 de diciembre de 2011 de medidas urgentes para luchar contra el déficit.

Los expertos no descartan un escenario sea peor

Es posible que, al final, el rescate sea a todo el Estado. Entonces, según explica Jesús de Blas, de Crédit Agricole, sufriría toda la bolsa. "La reacción inmediata a la petición del rescate estatal es totalmente imprevisible. Lo mismo puede ser una reacción alcista explosiva que bajista. Pero una vez se analice la situación, aunque la financiación del Estado esté garantizada, eso no ocurre con la financiación de las empresas, y las que cotizan en la bolsa son compañías. Por eso, la renta variable se comportaría mal", explica este analista. Aunque el rescate financiero llevaría consigo condiciones, las medidas exigidas no serían muy diferentes a las que se están aplicando ahora. Pero si fuera el Estado el que pidiera ayuda a Bruselas y al Fondo Monetario Internacional, la condicionalidad sería mucho más dura. Pero, en ese caso, como comenta Escribano, los que pagarían gran parte de la factura serían los ciudadanos y, por eso, el consumo interno se hundiría. Las empresas, por tanto, más afectadas por los recortes adicionales serían, como añade Jesús de Blas, las más ligadas al consumo interno, como ha estado ocurriendo en las economías ya rescatadas.

Cabe la posibilidad de que el Gobierno español esté jugando bien sus cartas: está poniendo el foco en el sistema financiero, no en las cuentas públicas; está poniendo de manifiesto lo grave que sería que España tuviera que pedir un rescate para todo el país en su conjunto porque no habría dinero y tampoco para los que vendrían detrás. España es la piedra de toque para terminar con la crisis de deuda en Europa.
 

cucear

Madmaxista
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El Santander se está gastando los dineros en mandar cartas para vender bonos.
A mi por lo menos me ha llegado, después de retirar unos poco euros. Pensaba que era una manera de financiarse sin tener que aportar al fondo de depósitos y a la papelera fue sin interesarme por las condiciones (los plazos eran cortos tipo depósitos).
Primero vendieron las convertibles y todos sabemos lo que pasó, es esto otra señal???