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Madmaxista
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La Consejería inmovilizó 23.000 botes tras comprobar el borrado de los códigos y el cambio de las etiquetas sin las debidas garantías
Halcón Foods, la fábrica de conservas de Campos del Río adquirida en 2009 por el grupo Cofrusa, ha estado cambiando los códigos de fabricación y de consumo preferente de las conservas de melocotón y de alcachofa, entre otros productos, de manera supuestamente irregular y sin las debidas garantías sanitarias. Así parecen confirmarlo dos actas levantadas por inspectores de la Consejería de Sanidad, que han actuado a raíz de una investigación abierta hace meses por la Fiscalía Superior de Murcia. El objetivo de las diligencias informativas es determinar en qué circunstancias se estaba realizando el borrado de esos datos que obligatoriamente deben figurar en los envases, y su sustitución por otros, así como establecer qué efectos indeseables podría haber tenido ello para los consumidores.
El cambio de tales códigos tendría como objetivo fundamental ampliar el periodo de consumo preferente de las conservas, al tratarse de partidas en las que la citada fecha estaba a punto de alcanzarse o incluso ya se había superado. Gracias a tales actuaciones, la compañía dispondría de un margen adicional para seguir comercializando unos productos que, de otra manera, no habrían tenido salida en el mercado.
Uno de los efectos indeseables de esa modificación de los datos que se graban con tinta en los botes consistiría, según las fuentes reseña das, en que la pérdida de referencias sobre la partida a la que pertenecía el producto implicaba, a su vez, la destrucción de la trazabilidad. Con tal denominación se refieren en la industria alimentaria al conjunto de información que permite conocer la trayectoria completa de un producto a lo largo de la cadena de fabricación. Toda una garantía a la hora de conocer qué ha pasado si es que un día se produce un problema.
La investigación de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Murcia se dirige a determinar si los citados cambios de codificación en los botes de conserva han podido constituir algún delito y, en concreto, si podría englobarse en la categoría de fraude para los consumidores o, lo que sería especialmente grave, de un presunto delito contra la salud pública, algo que solo ocurriría si llegara a determinarse que la comercialización de esos productos ha podido poner en riesgo la seguridad de las personas.
Riesgo de una menor calidad
Fuentes del sector conservero han señalado a 'La Verdad' que para este tipo de productos se recomienda habitualmente un consumo preferente de unos tres años. De manera que si a una partida de botes cuya fecha de consumo preferente está a punto de expirar, o ya lo ha hecho, se le borra esa información y se le pone de forma incontrolada una nueva fecha más lejana en el tiempo, el riesgo de que el producto pueda estar en deficiente estado al ser consumido, o que al menos haya sufrido una sensible merma de su calidad, es mucho más elevado.
Las citadas fuentes, de absoluta solvencia, explican que la Fiscalía de Murcia ha conseguido recabar en estos meses abundante información sobre esas supuestas prácticas. Entre el material probatorio acumulado figuran varios botes de melocotón en almíbar afectados por el supuesto trueque de fechas de consumo preferente, que fueron remitidos a laboratorios de las autoridades sanitarias.
Los informes de los especialistas confirmarían, según las fuentes señaladas, que el producto contenido en tales botes no era de reciente envasado, como demostrarían la textura, consistencia y otras cualidades del mismo. Éstas diferirían sustancialmente del melocotón en almíbar de reciente fabricación, con el que los técnicos de Sanidad habrían tenido la ocasión de compararlo.
En base a tales resultados, que confirmarían la ampliación de la fecha de consumo preferente y el reetiquetado, el fiscal responsable de las diligencias informativas ha requerido a la Consejería de Sanidad para que informe de si tales prácticas podrían haber supuesto algún riesgo para la salud de los consumidores.
Sin seguir el protocolo
Uno de los elementos más relevantes del caso, que vendrían a probar estas prácticas presuntamente irregulares, consiste en un acta levantado por inspectores de la Dirección General de Salud Pública, que hicieron una visita a la empresa el pasado 17 de febrero. La Fiscalía, que había recibido informaciones de que en ese momento se estaba procediendo al borrado de códigos y al reetiquetado de una partida de botes de melocotón en almíbar, en apariencia sin control alguno, comunicó esa circunstancia a Sanidad, que envió a dos técnicos a la fábrica de Campos del Río.
Los inspectores dejaron constancia de que se habían sorprendido a los trabajadores cuando procedían a quitarles las etiquetas a unos botes de melocotón y a ampliarles en dos años la fecha de consumo preferente; todo ello de manera aparentemente incontrolada: sin controles de calidad ni análisis microbiológicos que garantizaran que la partida se encontraba en buen estado. Los palés fueron inmovilizados en el acto.
Recientemente, después de recibir el resultado de los preceptivos análisis, Sanidad ha levantado la inmovilización, pero conminando a la empresa a que cualquier otro posible cambio de fechas de consumo vaya precedido de un parte de control de calidad, de un registro de esterilización y de un análisis microbiológico.
El punto de partida de la investigación de la Fiscalía se encuentra, en último extremo, en informaciones facilitadas por trabajadores de la propia empresa de Campos del Río, preocupados por las repercusiones que esas prácticas pudiera acabar teniendo en los consumidores.
Algunos de esos empleados ya han prestado declaración en la Fiscalía, corroborando básicamente los hechos. Si los fiscales llegan a la conclusión de que existen indicios de delito, las diligencias serán remitidas a un juzgado de Instrucción. De lo contrario, serán archivadas.
Sanidad sorprendi a Halcn cambiando sin control la fecha de consumo en conservas. La Verdad
Halcón Foods, la fábrica de conservas de Campos del Río adquirida en 2009 por el grupo Cofrusa, ha estado cambiando los códigos de fabricación y de consumo preferente de las conservas de melocotón y de alcachofa, entre otros productos, de manera supuestamente irregular y sin las debidas garantías sanitarias. Así parecen confirmarlo dos actas levantadas por inspectores de la Consejería de Sanidad, que han actuado a raíz de una investigación abierta hace meses por la Fiscalía Superior de Murcia. El objetivo de las diligencias informativas es determinar en qué circunstancias se estaba realizando el borrado de esos datos que obligatoriamente deben figurar en los envases, y su sustitución por otros, así como establecer qué efectos indeseables podría haber tenido ello para los consumidores.
El cambio de tales códigos tendría como objetivo fundamental ampliar el periodo de consumo preferente de las conservas, al tratarse de partidas en las que la citada fecha estaba a punto de alcanzarse o incluso ya se había superado. Gracias a tales actuaciones, la compañía dispondría de un margen adicional para seguir comercializando unos productos que, de otra manera, no habrían tenido salida en el mercado.
Uno de los efectos indeseables de esa modificación de los datos que se graban con tinta en los botes consistiría, según las fuentes reseña das, en que la pérdida de referencias sobre la partida a la que pertenecía el producto implicaba, a su vez, la destrucción de la trazabilidad. Con tal denominación se refieren en la industria alimentaria al conjunto de información que permite conocer la trayectoria completa de un producto a lo largo de la cadena de fabricación. Toda una garantía a la hora de conocer qué ha pasado si es que un día se produce un problema.
La investigación de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Murcia se dirige a determinar si los citados cambios de codificación en los botes de conserva han podido constituir algún delito y, en concreto, si podría englobarse en la categoría de fraude para los consumidores o, lo que sería especialmente grave, de un presunto delito contra la salud pública, algo que solo ocurriría si llegara a determinarse que la comercialización de esos productos ha podido poner en riesgo la seguridad de las personas.
Riesgo de una menor calidad
Fuentes del sector conservero han señalado a 'La Verdad' que para este tipo de productos se recomienda habitualmente un consumo preferente de unos tres años. De manera que si a una partida de botes cuya fecha de consumo preferente está a punto de expirar, o ya lo ha hecho, se le borra esa información y se le pone de forma incontrolada una nueva fecha más lejana en el tiempo, el riesgo de que el producto pueda estar en deficiente estado al ser consumido, o que al menos haya sufrido una sensible merma de su calidad, es mucho más elevado.
Las citadas fuentes, de absoluta solvencia, explican que la Fiscalía de Murcia ha conseguido recabar en estos meses abundante información sobre esas supuestas prácticas. Entre el material probatorio acumulado figuran varios botes de melocotón en almíbar afectados por el supuesto trueque de fechas de consumo preferente, que fueron remitidos a laboratorios de las autoridades sanitarias.
Los informes de los especialistas confirmarían, según las fuentes señaladas, que el producto contenido en tales botes no era de reciente envasado, como demostrarían la textura, consistencia y otras cualidades del mismo. Éstas diferirían sustancialmente del melocotón en almíbar de reciente fabricación, con el que los técnicos de Sanidad habrían tenido la ocasión de compararlo.
En base a tales resultados, que confirmarían la ampliación de la fecha de consumo preferente y el reetiquetado, el fiscal responsable de las diligencias informativas ha requerido a la Consejería de Sanidad para que informe de si tales prácticas podrían haber supuesto algún riesgo para la salud de los consumidores.
Sin seguir el protocolo
Uno de los elementos más relevantes del caso, que vendrían a probar estas prácticas presuntamente irregulares, consiste en un acta levantado por inspectores de la Dirección General de Salud Pública, que hicieron una visita a la empresa el pasado 17 de febrero. La Fiscalía, que había recibido informaciones de que en ese momento se estaba procediendo al borrado de códigos y al reetiquetado de una partida de botes de melocotón en almíbar, en apariencia sin control alguno, comunicó esa circunstancia a Sanidad, que envió a dos técnicos a la fábrica de Campos del Río.
Los inspectores dejaron constancia de que se habían sorprendido a los trabajadores cuando procedían a quitarles las etiquetas a unos botes de melocotón y a ampliarles en dos años la fecha de consumo preferente; todo ello de manera aparentemente incontrolada: sin controles de calidad ni análisis microbiológicos que garantizaran que la partida se encontraba en buen estado. Los palés fueron inmovilizados en el acto.
Recientemente, después de recibir el resultado de los preceptivos análisis, Sanidad ha levantado la inmovilización, pero conminando a la empresa a que cualquier otro posible cambio de fechas de consumo vaya precedido de un parte de control de calidad, de un registro de esterilización y de un análisis microbiológico.
El punto de partida de la investigación de la Fiscalía se encuentra, en último extremo, en informaciones facilitadas por trabajadores de la propia empresa de Campos del Río, preocupados por las repercusiones que esas prácticas pudiera acabar teniendo en los consumidores.
Algunos de esos empleados ya han prestado declaración en la Fiscalía, corroborando básicamente los hechos. Si los fiscales llegan a la conclusión de que existen indicios de delito, las diligencias serán remitidas a un juzgado de Instrucción. De lo contrario, serán archivadas.
Sanidad sorprendi a Halcn cambiando sin control la fecha de consumo en conservas. La Verdad