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Brasil endurece los requisitos para dejar entrar españoles. Debería ser recíproco
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La primera víctima del conflicto provocado por el Gobierno de Dilma Rousseff al endurecer las medidas para la entrada de turistas españoles en Brasil ya tiene nombre y apellidos. La Policía Federal negó el martes la entrada en Brasil a un médico español que había llegado al Aeropuerto Internacional Juscelino Kubitschek de Brasilia en un vuelo procedente de Lisboa. Según los agentes de la Policía Federal el galeno no pudo acreditar que tenía pasaje de vuelta con fecha definida para regresar a Portugal, por lo que le fue denegada la entrada en el país. Seis horas después el médico volvía a Europa en el mismo avión de la compañía TAP que lo había trasladado a Brasilia.
El médico, del que se desconoce su identidad y la ciudad de España en la que reside, permaneció seis horas en una sala reservada para viajeros que no reúnen las condiciones para ingresar en territorio brasileño. Según explicó la Policía Federal, el médico alegó que iba a permanecer durante algunas semanas en Brasil ya que pretendía realizar un curso de piloto. Otras fuentes aseguraron que su estancia en Brasilia estaba relacionada con un curso de su especialidad.
La compañía portuguesa TAP, que conecta un buen número de ciudades brasileñas con Portugal, podría recibir una fuerte sanción económica al no comprobar sus empleados en Lisboa que el pasajero español no reunía uno de los nuevos requisitos obligatorios para acceder a territorio brasileño: tener billete de vuelta confirmado. Al parecer, esa es una de las exigencias más requeridas por los agentes de la Policía Federal a los españoles que llegan a Brasil desde el pasado 2 de abril tal como pudo comprobar 'El Confidencial' en el aeropuerto de Salvador en la noche del pasado martes.
El médico ha sido el primer repatriado a España tras las nuevas normas exigidas por el Gobierno brasileño para la entrada de españoles en Brasil. La medida, que entró en vigor el pasado lunes, fue adoptada justo en el momento que el embajador de España en Brasil Carlos Alonso Zaldívar abandonaba el país. El nuevo embajador, Manuel de la Cámara Hermoso entregó las credenciales el pasado 23 de marzo.
El Gobierno de Mariano Rajoy ha mostrado un gran interés por reforzar sus lazos comerciales con Brasil y otros países de su entorno. Del 20 al 22 de junio Rajoy ha confirmado su presencia en Río de Janeiro para participar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (UNCSD, acrónimo en inglés), popularme conocida como Río+20. Un buen momento para hablar con la presidenta Dilma Rousseff de las relaciones bilaterales entre los dos países.
El Gobierno brasileño admite que las nuevas reglas pueden dejar de valer si España aplica deja de aplicar las mismas reglas a los brasileños. “La medida es para equiparar los requisitos entre los dos países. La expectativa es que la próxima vez que nos sentemos en una mesa de negociación podamos discutir el carácter de reciprocidad”, afirma Luiza Lopes da Silva, directora del Ministerio de Relaciones Exteriores.
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La primera víctima del conflicto provocado por el Gobierno de Dilma Rousseff al endurecer las medidas para la entrada de turistas españoles en Brasil ya tiene nombre y apellidos. La Policía Federal negó el martes la entrada en Brasil a un médico español que había llegado al Aeropuerto Internacional Juscelino Kubitschek de Brasilia en un vuelo procedente de Lisboa. Según los agentes de la Policía Federal el galeno no pudo acreditar que tenía pasaje de vuelta con fecha definida para regresar a Portugal, por lo que le fue denegada la entrada en el país. Seis horas después el médico volvía a Europa en el mismo avión de la compañía TAP que lo había trasladado a Brasilia.
El médico, del que se desconoce su identidad y la ciudad de España en la que reside, permaneció seis horas en una sala reservada para viajeros que no reúnen las condiciones para ingresar en territorio brasileño. Según explicó la Policía Federal, el médico alegó que iba a permanecer durante algunas semanas en Brasil ya que pretendía realizar un curso de piloto. Otras fuentes aseguraron que su estancia en Brasilia estaba relacionada con un curso de su especialidad.
La compañía portuguesa TAP, que conecta un buen número de ciudades brasileñas con Portugal, podría recibir una fuerte sanción económica al no comprobar sus empleados en Lisboa que el pasajero español no reunía uno de los nuevos requisitos obligatorios para acceder a territorio brasileño: tener billete de vuelta confirmado. Al parecer, esa es una de las exigencias más requeridas por los agentes de la Policía Federal a los españoles que llegan a Brasil desde el pasado 2 de abril tal como pudo comprobar 'El Confidencial' en el aeropuerto de Salvador en la noche del pasado martes.
El médico ha sido el primer repatriado a España tras las nuevas normas exigidas por el Gobierno brasileño para la entrada de españoles en Brasil. La medida, que entró en vigor el pasado lunes, fue adoptada justo en el momento que el embajador de España en Brasil Carlos Alonso Zaldívar abandonaba el país. El nuevo embajador, Manuel de la Cámara Hermoso entregó las credenciales el pasado 23 de marzo.
El Gobierno de Mariano Rajoy ha mostrado un gran interés por reforzar sus lazos comerciales con Brasil y otros países de su entorno. Del 20 al 22 de junio Rajoy ha confirmado su presencia en Río de Janeiro para participar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (UNCSD, acrónimo en inglés), popularme conocida como Río+20. Un buen momento para hablar con la presidenta Dilma Rousseff de las relaciones bilaterales entre los dos países.
El Gobierno brasileño admite que las nuevas reglas pueden dejar de valer si España aplica deja de aplicar las mismas reglas a los brasileños. “La medida es para equiparar los requisitos entre los dos países. La expectativa es que la próxima vez que nos sentemos en una mesa de negociación podamos discutir el carácter de reciprocidad”, afirma Luiza Lopes da Silva, directora del Ministerio de Relaciones Exteriores.
