Bilbo_burbu
Madmaxista
Aforismo:
"CRÉDITO INSTANTANEO = RUINA INSTANTANEA"
Una familia bilbaína se queda en la calle por el impago de un préstamo
La deuda primera de 18.000 1 se multiplicó por diez en dos años. La víctima respondió al anuncio de un prestamista particular.
Ésta es la historia de una deuda de 18.000 euros con un prestamista particular, que se agrandó hasta los 180.000, y que ahora está a punto de cobrarse el embargo de una casa en Bilbao donde viven un matrimonio mayor y sus dos nietos veinteañeros.
El drama arranca en marzo de 2005. La nómina de Carmen García (nombre ficticio) queda embargada para pagar las deudas de su ex marido. Carmen está asfixiada, abre el periódico y ve un anuncio de un prestamista particular. Llama y es fácil.
Un crédito de 18.000 euros avalado con la casa donde viven sus padres y sus dos hijos, de 23 y 25 años, en Santutxu. La usura es trepidante y, un año más tarde, el acreedor amenaza con exigir el embargo del piso si no le pagan la deuda, que a estas alturas asciende ya a más de 72.000 euros.
Asustada, Carmen pone un parche. En marzo de 2006 pide un segundo crédito a otro prestamista particular. Otra vez muy fácil. Recibe esos 72.000 euros y devuelve su primer préstamo, pero la casa de sus padres e hijos vuelve a estar hipotecada por el nuevo crédito. Pasado un año, la deuda sube a 180.000 euros, que es lo que Carmen debe actualmente.
El embrollo explotó la semana pasada. El prestamista presentó una denuncia y un Juzgado de la Audiencia Provincial de Vizcaya ordenó el embargo de la casa de la familia de Carmen.
«Estoy desesperada. Si echan a mi familia de casa, me tiro por la ventana. No tenemos a quién acudir». Carmen necesita ayuda, pero también quiere advertir sobre los riesgos de llamar a la puerta de un prestamista particular.
Ocultando el drama al marido
«Por favor, oculten mi nombre. Mi abogado dice que si saco a la luz la historia, el prestamista puede tomar represalias». Carmen García ha guardado su historia hasta hoy, cuando está a punto de perderlo todo. Comparte piso y no puede acoger a sus padres ni a sus hijos si son desalojados. Además, su madre tiene a su marido en cama. Sufrió una trombosis y se le ha ocultado el drama. «Nosotros, que vinimos hace 40 años a trabajar a Bilbao y no hemos hecho otra cosa en nuestra vida», lamenta la madre.
http://www.20minutos.es/noticia/221920/0/familia/calle/impago/
"CRÉDITO INSTANTANEO = RUINA INSTANTANEA"
Una familia bilbaína se queda en la calle por el impago de un préstamo
La deuda primera de 18.000 1 se multiplicó por diez en dos años. La víctima respondió al anuncio de un prestamista particular.
Ésta es la historia de una deuda de 18.000 euros con un prestamista particular, que se agrandó hasta los 180.000, y que ahora está a punto de cobrarse el embargo de una casa en Bilbao donde viven un matrimonio mayor y sus dos nietos veinteañeros.
El drama arranca en marzo de 2005. La nómina de Carmen García (nombre ficticio) queda embargada para pagar las deudas de su ex marido. Carmen está asfixiada, abre el periódico y ve un anuncio de un prestamista particular. Llama y es fácil.
Un crédito de 18.000 euros avalado con la casa donde viven sus padres y sus dos hijos, de 23 y 25 años, en Santutxu. La usura es trepidante y, un año más tarde, el acreedor amenaza con exigir el embargo del piso si no le pagan la deuda, que a estas alturas asciende ya a más de 72.000 euros.
Asustada, Carmen pone un parche. En marzo de 2006 pide un segundo crédito a otro prestamista particular. Otra vez muy fácil. Recibe esos 72.000 euros y devuelve su primer préstamo, pero la casa de sus padres e hijos vuelve a estar hipotecada por el nuevo crédito. Pasado un año, la deuda sube a 180.000 euros, que es lo que Carmen debe actualmente.
El embrollo explotó la semana pasada. El prestamista presentó una denuncia y un Juzgado de la Audiencia Provincial de Vizcaya ordenó el embargo de la casa de la familia de Carmen.
«Estoy desesperada. Si echan a mi familia de casa, me tiro por la ventana. No tenemos a quién acudir». Carmen necesita ayuda, pero también quiere advertir sobre los riesgos de llamar a la puerta de un prestamista particular.
Ocultando el drama al marido
«Por favor, oculten mi nombre. Mi abogado dice que si saco a la luz la historia, el prestamista puede tomar represalias». Carmen García ha guardado su historia hasta hoy, cuando está a punto de perderlo todo. Comparte piso y no puede acoger a sus padres ni a sus hijos si son desalojados. Además, su madre tiene a su marido en cama. Sufrió una trombosis y se le ha ocultado el drama. «Nosotros, que vinimos hace 40 años a trabajar a Bilbao y no hemos hecho otra cosa en nuestra vida», lamenta la madre.
http://www.20minutos.es/noticia/221920/0/familia/calle/impago/