http://www.lavozdegalicia.es/ed_lugo/noticia.jsp?CAT=118&TEXTO=5679596
«Tuvimos que recortar gastos»
?uis P. Castro tiene 32 años y trabaja actualmente en el sector del comercio. Entre él y su novia se compraron un piso usado hace dos años, en el que aún no viven, pero por el que están pagando una hipoteca de más de 600 euros. La concertaron después de pasar horas y horas haciendo números y comprobando las ofertas de bancos y cajas de ahorros.
Este lucense, por propia experiencia y por la de sus amigos, de su misma edad y con familia formada o a punto de hacerlo, no está conforme con lo que dicen las estadísticas sobre el importe medio de las hipotecas en Lugo. «La mayoría de mis amigos -señala- tiene hipotecas y puedo asegurar que ninguna de ellas es de 300 euros o menos, todas se disparan bastante más. No sé de dónde sacaron los datos».
Desde que Luis y su novia decidieron meterse a comprar el piso tuvieron que empezar a recortar gastos y los primeros que segaron fueron los de las salidas nocturnas y las cenas con los amigos en los restaurantes. «Ahora tomamos algo en casa de alguien o salimos, pero muy poco. Se acabaron las salidas de los sábados porque hay que apretarse el cinturón. Porque, además de la hipoteca, pedimos dinero para poder arreglar el piso y aún nos quedan los muebles».
Este lucense está preocupado por la subida de los tipos de interés, que ya está apreciando en los cargos que le pasa el banco mes a mes, desde que empezaron a pagar las mensualidades. Asegura que, después de todo, él compró una vivienda de segunda mano, bastante más barata que un piso nuevo porque alguno de sus amigos que optó por esta opción «está bastante asfixiado para poder llegar a finales de mes».
Luis reconoce que el suyo y el de su novia es el típico caso de jóvenes que abandonan la casa de sus padres muy tarde porque aunque ambos trabajan, los dos salarios no dan para poder afrontar los gastos de la vida en común. Por eso, de momento, se conforman con ir pagando la hipoteca e intentar ahorrar para los muebles. «No buscamos grandes lujos -dijo- pero por poco que necesitemos son gastos».
: