madmaxtimeiscoming
Madmaxista
15 de noviembre de 2016.
Hospital comarcal de Socuéllamos
Un taxi aparca en la puerta de un frenazo y de él sacan a un obeso concejal del PPSOE con la camisa abierta hasta el ombligo; mirada perdida y mano apretándose el corazón.
- ¡Infarto de miocardio! ¡Abran paso!
En esto que entre el doliente y la puerta se interpone un bedel con bata blanca.
- ¿A dónde se cree usted que va?
- Aparte de en medio. ¿No ve que estamos trayendo a un infartado?
- Perdone usted, pero desde la semana pasada y hasta el 1 de enero del año que viene este hospital permanecerá cerrado. Gastar una neopeseta más en nóminas o luz sería abiertamente insconstitucional. ¿No ve usted que nos hemos pasado de déficit y eso no está permitido desde que lo mandó la Merkel y el Sarkozy allá por el 2011?
- Ah, pues tiene usted razón. No hay problema. Aquí el concejal tiene posibles, lo llevamos a la clínica privada del doctor Borja-Pocholo de Andrade-Uría y Vázquez de Montalvo.
- Pues eso.
Mientras el taxi del desafortunado concejal del PPSOE se aleja, llega arrastrándose a pie un treintañero aguantando con una mano a una demacrada joven casi desmayada con las ropas ensangrentadas a la que le falta un brazo… extremidad portada con la otra mano por el citado joven.
- Atiéndanme, rápido, mi novia se ha cortado un brazo en un accidente laboral
El displicente bedel:
- ¡Oiga!, no venga aquí con exigencias comunistoides. Eso que pide usted es abiertamente inconstitucional. Este hospital está cerrado para no incumplir los criterios de déficit. Váyase usted a la privada.
- ¿Qué dice? ¿Cómo vamos a ir a la privada? ¿No ve que entre los dos no llegamos ni a mileuristas trabajando 14 horas diarias sin contrato?
- Ah, así que encima ni afiliados a la Seguridad Social. ¡Golfos!. ¡Perroflautas! Ala, a pedir a Cáritas. ¡Vagos, coñio!.
La joven termina de desangrarse en las puertas del hospital cerrado temporalmente para cumplir con los criterios del mercado libre y reduce de este modo las cifras del desempleo.
El bedel aguarda displicente tomándose un cafecito con gotas hasta que le llegue la jubilación en unos mesecitos.
Otro éxito neolibeghal.
Hospital comarcal de Socuéllamos
Un taxi aparca en la puerta de un frenazo y de él sacan a un obeso concejal del PPSOE con la camisa abierta hasta el ombligo; mirada perdida y mano apretándose el corazón.
- ¡Infarto de miocardio! ¡Abran paso!
En esto que entre el doliente y la puerta se interpone un bedel con bata blanca.
- ¿A dónde se cree usted que va?
- Aparte de en medio. ¿No ve que estamos trayendo a un infartado?
- Perdone usted, pero desde la semana pasada y hasta el 1 de enero del año que viene este hospital permanecerá cerrado. Gastar una neopeseta más en nóminas o luz sería abiertamente insconstitucional. ¿No ve usted que nos hemos pasado de déficit y eso no está permitido desde que lo mandó la Merkel y el Sarkozy allá por el 2011?
- Ah, pues tiene usted razón. No hay problema. Aquí el concejal tiene posibles, lo llevamos a la clínica privada del doctor Borja-Pocholo de Andrade-Uría y Vázquez de Montalvo.
- Pues eso.
Mientras el taxi del desafortunado concejal del PPSOE se aleja, llega arrastrándose a pie un treintañero aguantando con una mano a una demacrada joven casi desmayada con las ropas ensangrentadas a la que le falta un brazo… extremidad portada con la otra mano por el citado joven.
- Atiéndanme, rápido, mi novia se ha cortado un brazo en un accidente laboral
El displicente bedel:
- ¡Oiga!, no venga aquí con exigencias comunistoides. Eso que pide usted es abiertamente inconstitucional. Este hospital está cerrado para no incumplir los criterios de déficit. Váyase usted a la privada.
- ¿Qué dice? ¿Cómo vamos a ir a la privada? ¿No ve que entre los dos no llegamos ni a mileuristas trabajando 14 horas diarias sin contrato?
- Ah, así que encima ni afiliados a la Seguridad Social. ¡Golfos!. ¡Perroflautas! Ala, a pedir a Cáritas. ¡Vagos, coñio!.
La joven termina de desangrarse en las puertas del hospital cerrado temporalmente para cumplir con los criterios del mercado libre y reduce de este modo las cifras del desempleo.
El bedel aguarda displicente tomándose un cafecito con gotas hasta que le llegue la jubilación en unos mesecitos.
Otro éxito neolibeghal.