ronarf dijo:
Pues lo de las separaciones no es algo que ayude a que la burbuja explote precisamente.
Porque por una parte puede que si les entren prisas por vender y sean una fuente de ofertas de pisos "asequibles", pero por otro lado necesitan donde vivir... es decir, se oferta un piso por cada separacion pero se demandarán 2...
Asi que cuantos menos se separen mejor para todos probablemente.
Pues precisamente te olvidas de un factor que a mi me acojona bastante, el poder adquisitivo de la clase media de este puñetero chiste de país. Y no me baso en estadísticas, sino en casos cercanos y reales.
Si la pareja que se separa es una pareja de pepitos, con una hipoteca reciente y una cuota que ya equivale al 50% (como mínimo) de sus ingresos, esto es, uno de los sueldos, pues ya te puedes imaginar que opciones le quedan a esta pareja. Si hay hijos el asunto se complica, y especialmente para el hombre, en términos generales. No entro en debates morales, ni en quien tiene la culpa ni a quien favorece las leyes por defecto. Eso ya se ha debatido aquí en muchas ocasiones.
Si no hay hijos, como ocurre en dos casos recientes que conozco, el asunto es menos complicado pero no está exento de dramatismo. Lo más habitual es que, o bien, uno de los dos quiera quedarse el piso, o bien que lo pongan a la venta. Si no hay ayuda de los papis de alguno de ellos, hoy ya es financieramente imposible que uno de los dos se quede el piso, así que sólo queda la opción de la venta. Y claro, ahora ya no se vende tan pronto ni tan fácilmente un piso, y claro, si han de rebajar la pretensiones pues entonces el margen para volver a comprar otra cosa por separado se reduce a un ritmo apabullante, tanto casi como la presión fiscal o el aumento de los precios de los productos y servicios básicos. Al final, mientras el piso no se venda, uno de los tiene que ceder, tiene que realizar un gran favor a la otra persona, dejando el piso y buscándose la vida. En uno de los casos que conozco personalmente el marido ha vuelto a casa de los padres, y en el otro caso, el novio se ha ido a casa de un amigo y busca desesperadamente una habitación en un piso de alquiler compartido, por 200 euros como máximo (no puede pagar más si quiere seguir comiendo y pagando los recibos). Es lo que hay, ya no hay más margen, por mucho que digan algunos. Hemos pasado ya el punto de no retorno, y cada día a unos cuantos español ceporros se le despierta la conciencia y se dan cuenta de que España no va bien y que las cuentas microeconómicas ya no cuadran de ninguna manera y sólo queda el suicidio financiero via Cofidis.
Y ojo, que dentro de lo malo, estos conocidos todavía deben sentirse ciertamente afortunados porque, por el momento, tienen trabajo. Lo cual me hace reafirmarme en un hecho impepinable: si estamos como estamos ahora mismo, cuanto el desempleo comience a crecer (algo más que plausible a corto y medio plazo), el aterrizaje va a ser de emergencia, con paracaídas y sálvese quien pueda.