estiercol inmobiliario
Será en Octubre
¡Buenas tardes, señores! ¡Bienvenidos una vez más al bono-hipódromo! No cerramos nunca, 24 horas abiertos para que no se nos escape nada, para no dejar nada a la improvisación.
Aquí todos los bono-caballos corren en referencia del bono-caballo alemán e intentan cogerlo, no saben que es imposible. Este bono-caballo alemán es el claro favorito para las apuestas, no en vano es el mejor alimentado y corre con el mejor jockey. Pero además tiene a favor a la prensa, a los mantenedores (Banco Central Europeo), a los nutricionistas (seguros de cobertura ante impagos o CDS), a los veterinarios (Agencias de Calificación de Riesgos)… aquí todo esta amañado. Lo que no parece entender el dueño de este BONO-caballo Alemán es que es una carrera sin solución ya que cuanto más corra su bono-caballo a la larga más perderá (ya que tiene dinero invertido y mucho en todo el negocio del BONO-hipódromo y en los bono-caballos de toda Europa).
A su lado, también claro favorito, a priori inalcanzable, sale de la primera línea de parrilla el bono-caballo de los EEUU. Este es un caballo drojado (el dia 2 de Agosto tiene “cita” con el mantenedor, le dará un poquito de “vitaminas”), con las piernas artificialmente hinchadas por los esteroides, conducido por un jockey bisojo… pero le mantienen en las posiciones de cabeza ya que su patrón es padre del veterinario (Agencias de Calificación) y hermano del nutricionista (CDS) del bono-hipódromo. Así que más vale tenerle contento que tal vez no posea el mejor caballo, no, PERO ESTE TÍO CONTROLA LAS APUESTAS. Y si fallara, —está a punto de explotar, pero nadie sabe cuánto aguantará— cuenta con un ejército de matones tras el graderío.
Varios metros por detrás, andan ahora perdiendo terreno el bono-caballo español y el bono-caballo italiano. El mantenedor del hipódromo les anda diciendo que coman menos, que recorten su alimentación, que están muy gordos, pero todo el mundo sabe que con eso el caballo no mejorará, que el veterinario ya ha decretado que tienen anemia —¿pero no acabábamos de decir que estaban muy gordos?— y el nutricioncita se anda frotando las manos con los supositorios vitamínicos que como por ensalmo había sabido acopiar. Un tinglado, vaya.
Pero ojo, que si a usted le van las emociones fuertes, el todo por el todo, puede apostar por el bono-caballo griego. Eso sí, le advertimos: está mal alimentado y el jockey está rellenito como un cebón. Además, cada poco debe parar a alimentarse (no le conceden crédito para pienso) y no garantizamos que supere la próxima inspección veterinaria (a este veterinario de las Agencias de Calificación le gusta golpearle en las piernas, en la línea de flotación). Por supuesto, nadie señala a una evidente mala praxis del nutricionista (CDS) que ha dejado a este caballo está al límite del raquitismo, transparente como una estantigua. ¿Pero busca usted una apuesta de riesgo, tirar su dinero? Nuestro consejo es apostar por el bono-caballo griego. Obsérvenos a nosotros, los dueños de este bono-hipódromo, de este mercado de caballos. Llevamos meses apostando a que pierde… ¡y nos va de querida madre! Mirad, mirad cómo cede terreno y posiciones. ¿No es un primor verle caer? Y atentos al bono-caballo irlandés, que me han dicho que el jockey está borracho (¿y quién le habrá facilitado el whisky?) y es el próximo. Nada se deja al azar. ¡ES UN GRAN NEGOCIO!
Así, señores, ¡pasen y vean! ¡Bienvenidos a este nuestro bono-hipódromo de locos! Quieran o no, se acerquen o no, sean ustedes espectadores de este “espectáculo”. Y muy atentos a la carrera, porque sea cual sea su resultado ustedes serán los paganos de tooooooodas las apuestas.
Como siempre, la Banca gana…
Aquí todos los bono-caballos corren en referencia del bono-caballo alemán e intentan cogerlo, no saben que es imposible. Este bono-caballo alemán es el claro favorito para las apuestas, no en vano es el mejor alimentado y corre con el mejor jockey. Pero además tiene a favor a la prensa, a los mantenedores (Banco Central Europeo), a los nutricionistas (seguros de cobertura ante impagos o CDS), a los veterinarios (Agencias de Calificación de Riesgos)… aquí todo esta amañado. Lo que no parece entender el dueño de este BONO-caballo Alemán es que es una carrera sin solución ya que cuanto más corra su bono-caballo a la larga más perderá (ya que tiene dinero invertido y mucho en todo el negocio del BONO-hipódromo y en los bono-caballos de toda Europa).
A su lado, también claro favorito, a priori inalcanzable, sale de la primera línea de parrilla el bono-caballo de los EEUU. Este es un caballo drojado (el dia 2 de Agosto tiene “cita” con el mantenedor, le dará un poquito de “vitaminas”), con las piernas artificialmente hinchadas por los esteroides, conducido por un jockey bisojo… pero le mantienen en las posiciones de cabeza ya que su patrón es padre del veterinario (Agencias de Calificación) y hermano del nutricionista (CDS) del bono-hipódromo. Así que más vale tenerle contento que tal vez no posea el mejor caballo, no, PERO ESTE TÍO CONTROLA LAS APUESTAS. Y si fallara, —está a punto de explotar, pero nadie sabe cuánto aguantará— cuenta con un ejército de matones tras el graderío.
Varios metros por detrás, andan ahora perdiendo terreno el bono-caballo español y el bono-caballo italiano. El mantenedor del hipódromo les anda diciendo que coman menos, que recorten su alimentación, que están muy gordos, pero todo el mundo sabe que con eso el caballo no mejorará, que el veterinario ya ha decretado que tienen anemia —¿pero no acabábamos de decir que estaban muy gordos?— y el nutricioncita se anda frotando las manos con los supositorios vitamínicos que como por ensalmo había sabido acopiar. Un tinglado, vaya.
Pero ojo, que si a usted le van las emociones fuertes, el todo por el todo, puede apostar por el bono-caballo griego. Eso sí, le advertimos: está mal alimentado y el jockey está rellenito como un cebón. Además, cada poco debe parar a alimentarse (no le conceden crédito para pienso) y no garantizamos que supere la próxima inspección veterinaria (a este veterinario de las Agencias de Calificación le gusta golpearle en las piernas, en la línea de flotación). Por supuesto, nadie señala a una evidente mala praxis del nutricionista (CDS) que ha dejado a este caballo está al límite del raquitismo, transparente como una estantigua. ¿Pero busca usted una apuesta de riesgo, tirar su dinero? Nuestro consejo es apostar por el bono-caballo griego. Obsérvenos a nosotros, los dueños de este bono-hipódromo, de este mercado de caballos. Llevamos meses apostando a que pierde… ¡y nos va de querida madre! Mirad, mirad cómo cede terreno y posiciones. ¿No es un primor verle caer? Y atentos al bono-caballo irlandés, que me han dicho que el jockey está borracho (¿y quién le habrá facilitado el whisky?) y es el próximo. Nada se deja al azar. ¡ES UN GRAN NEGOCIO!
Así, señores, ¡pasen y vean! ¡Bienvenidos a este nuestro bono-hipódromo de locos! Quieran o no, se acerquen o no, sean ustedes espectadores de este “espectáculo”. Y muy atentos a la carrera, porque sea cual sea su resultado ustedes serán los paganos de tooooooodas las apuestas.
Como siempre, la Banca gana…
