BoinaDeEmidioTucci
Madmaxista
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http://www.diariomalagahoy.com/diariomalagahoy/articulo.asp?idart=3463842&idcat=2830
El alza de las hipotecas crea una generación de jóvenes pobres
Málaga. Un nuevo perfil de pobreza empieza a saturar los recursos sociales de la provincia. Las dificultades para acceder a una vivienda y la presión de las hipotecas han desembocado en situaciones extremas y propiciado el nacimiento de una nueva generación de pobres, según advierten desde Cáritas y desde el Área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Málaga.
Se trata de familias de clase media que, tras algún contratiempo, se encuentran con dificultades para asumir las hipotecas contraídas. Responden con el banco, pero apenas tienen para comer. Es la condena de los mileuristas. La concejal de Bienestar Social, Mariví Romero, alerta de la expansión del fenómeno y reconoce: "Se trata de gente a la que le cuesta una barbaridad acudir a los servicios sociales comunitarios y que sólo lo hace cuando realmente está desesperada".
Anselmo Ruiz, de Cáritas, lo ratifica: "Cada vez hay más casos de parejas jóvenes con hijos pequeños que nunca hubieran imaginado que iban a tener que recurrir a las ONG para comer".
Uno de los matrimonios que se ha visto en la pobreza de la noche a la mañana vive en una casa de su propiedad en el Distrito de Cruz de Humilladero. Al casarse, hicieron cuentas y vieron que podían asumir el coste del crédito bancario con el sueldo de ambos (un poco inferior a los 2.000 euros entre los dos). En ese momento no contaron con el gasto que supondrían los dos hijos que vinieron después, ni que él fuera a quedarse en paro. Ahora, la nómina de ella apenas cubre el pago mensual y, para el resto, acuden a las ayudas de las ONG y la familia.
En Carranque, otra pareja joven con una hija pequeña se vio de forma repentina durmiendo en el coche en el mismo barrio donde habían vivido toda la vida. Cuando ella se quedó embarazada intentaron comprar una casa, pero los altos precios enseguida le hicieron desistir. Lo intentaron una y otra vez sin éxito en promociones sociales, mientras vivían con los padres de ella. Vivían los cinco en una casa antigua de 50 metros cuadrados y enseguida empezaron las tensiones.
Hasta que se encontraron con Cáritas, que les pagó un piso durante un tiempo. Hoy comparten casa con unos amigos.
El alza de las hipotecas crea una generación de jóvenes pobres
Málaga. Un nuevo perfil de pobreza empieza a saturar los recursos sociales de la provincia. Las dificultades para acceder a una vivienda y la presión de las hipotecas han desembocado en situaciones extremas y propiciado el nacimiento de una nueva generación de pobres, según advierten desde Cáritas y desde el Área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Málaga.
Se trata de familias de clase media que, tras algún contratiempo, se encuentran con dificultades para asumir las hipotecas contraídas. Responden con el banco, pero apenas tienen para comer. Es la condena de los mileuristas. La concejal de Bienestar Social, Mariví Romero, alerta de la expansión del fenómeno y reconoce: "Se trata de gente a la que le cuesta una barbaridad acudir a los servicios sociales comunitarios y que sólo lo hace cuando realmente está desesperada".
Anselmo Ruiz, de Cáritas, lo ratifica: "Cada vez hay más casos de parejas jóvenes con hijos pequeños que nunca hubieran imaginado que iban a tener que recurrir a las ONG para comer".
Uno de los matrimonios que se ha visto en la pobreza de la noche a la mañana vive en una casa de su propiedad en el Distrito de Cruz de Humilladero. Al casarse, hicieron cuentas y vieron que podían asumir el coste del crédito bancario con el sueldo de ambos (un poco inferior a los 2.000 euros entre los dos). En ese momento no contaron con el gasto que supondrían los dos hijos que vinieron después, ni que él fuera a quedarse en paro. Ahora, la nómina de ella apenas cubre el pago mensual y, para el resto, acuden a las ayudas de las ONG y la familia.
En Carranque, otra pareja joven con una hija pequeña se vio de forma repentina durmiendo en el coche en el mismo barrio donde habían vivido toda la vida. Cuando ella se quedó embarazada intentaron comprar una casa, pero los altos precios enseguida le hicieron desistir. Lo intentaron una y otra vez sin éxito en promociones sociales, mientras vivían con los padres de ella. Vivían los cinco en una casa antigua de 50 metros cuadrados y enseguida empezaron las tensiones.
Hasta que se encontraron con Cáritas, que les pagó un piso durante un tiempo. Hoy comparten casa con unos amigos.