Cuñada Ninja VI. “ El Hundimiento”.

perroflauta

Madmaxista
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Cuñada Ninja VI. “ El Hundimiento”.


Estimados conforeros, burbujos todos.

Me temo que todo está perdido. La esperanza se desvanece por momentos mientras escribo estas líneas atrincherado en mi habitación de “matrimonio”, único espacio que he logrado mantener a salvo del cruel invasor. Ella está ahí fuera. Acechándome.

En vísperas de la pasada Nochebuena, al alba y con viento de levante, el Primer Cuerpo de Ejército Ninja (y qué cuerpo señores), mi cuñadísima, desembarcó en la T4 de Barajas sin ninguna oposición. Se cernía ante mí un período de ocupación de dos meses durante los cuáles, según promesa realizada a mi señora no-esposa, debía comprometerme a respetar la frágil paz firmada entre las partes con el fin de mantener el conflicto dentro de unos márgenes razonables.

Fiel al citado compromiso, me ofrecí a recoger en persona a mi archienemiga como muestra de buena voluntad (y de calzonazismo supino todo sea dicho), ilusamente confiado, cual comprador de piso sobre plano, en que todo podía acabar bien. No hubo de transcurrir mucho tiempo para constatar la magnitud de mi error.

Afirma el proverbio que “la casa de un hombre es su castillo”. Trataré de hallar las palabras más adecuadas para manifestar mi discrepancia con el autor de dicha cita: ¡¡¡ los bemoles!!!!. Tan sólo una semana después de su llegada, mi Cuñada había logrado establecer una cabeza de puente que, como mencionaba al principio de esta crónica, abarcaba todos los aposentos salvo la que alberga mi lecho conyugal. Hondo dolor me supone revivir las agresiones de las que he sido objeto pero mi compromiso con la verdad me obliga citar al menos las más relevantes

La invasora parece haber confundido la nevera con el cuerno de la abundancia, un objeto del que es posible extraer viandas sin necesidad de reponerlas vía compra , pues ni un triste paquete de cervezas ha aportado a la economía común desde su fatídica llegada..

Similar confusión padece en lo que respecta a nuestro vetusto horno. Parece empeñada en eliminar la grasa del asado anterior con el calor del asado futuro y convertir así nuestro pobre electrodoméstico en pirolítico por la vía de los hechos consumados, en lugar de emprender la tediosa tarea de fregarlo tras preparar la pizza diaria que incluye su equilibrada dieta.

Forzando mucho mi humilde entendimiento puedo llegar a admitir su error en cuanto a la naturaleza pirolítica del horno pero me resulta difícil aceptar que este malentendido se haga extensivo al baño. Y sin embargo su conducta es similar, como bien lo prueba el hecho de que dicho habitáculo se haya convertido en una mezcla entre la fábrica de pelucas del “Puma” y el departamento de calidad de “Ausonia”.

Podría colapsar el Pentium II de querido líder recogiendo el sinfín de afrentas sufridas a manos de mi Cuñada (las luces permanentemente encendidas, la calefacción a 30º, la televisión a todo volumen con la nueva programación de CNN+ ….) pero basta señalar que servidor llegó a la cena de fin de año con sus facultades mentales al límite.

Logramos sobrellevar una noche relativamente normal hasta que, pasado el postre, mi cuñada propuso dar de baja de la suscripción de la vida el tiempo en torno a un juego de mesa. En este sentido llamó poderosamente su atención el “Pasapalabra” que mi santa abuela había tenido a bien regalarle por Papá Noel a este humilde servidor (aprovecho para maldecir desde aquí al dependiente que convenció a mi antecesora de que se trataba de un juego de rol y para agradecer a mi provecta yaya el asumir el riesgo que supone abandonar la eterna muda como regalo refugio).

Probablemente como resultado de mi mermada paciencia y un cierto abuso de sustancias psicotrópicas opté, tras adoptar el rol de presentador del programa pero en feo, por aportar cierta creatividad en la lectura de las tarjetas en lugar de limitarme a leerlas textualmente. De este modo, el rosco de mi cuñada fue configurándose de la siguiente guisa:

Con la “A”: “Acto de reservar parte de los ingresos”.
- Ahorrar -. Respondió rauda y veloz.

Con la “B”: “ Mujer con poderes para lanzar hechizos”
- Bruja -. Volvió a acertar la idem.

A la altura de la quinta pregunta de este estilo, mi compañera trató de advertirme sutilmente, valiéndose para ello de unas patadas a la espinilla propinadas bajo la mesa propias del mismísmo Juan Carlos Arteche, de que debía deponer mi actitud. A pesar de esta incómoda interferencia, pude mantener la compostura y continuar con el rosco de mi cuñada. El alborozo de la misma cuando acertaba pregunta tras pregunta tipo: con la “G”, acto de aprovecharse de terceros en beneficio propio” contrastaba con la creciente expresión de contrariedad de mi compañera.

Llegamos de este modo a la última palabra. Con la “Z”, femenino, animal al que según el refrán no debe encargarse el cuidado de las gallinas. Encogida por la tensión que suponía encontrarse a las puertas de semejante hazaña intelectual, mi cuñada logró murmurar con un hilo de voz: “astuta”. Mantuve mi mejor expresión Carlos Sobera unos instantes mientras los nervios la consumían y repondí: “ Estás segura”. Se limitó a asentir, temerosa de haber echado a perder la partida y, cuando menos lo esperaba exclamé a voz en grito:

- Siiiiiiiii, “Zoooorra” …..muy bien, claro que si…. astuta ….. has ganado, que fuerte, todo el rosco a la primera.

Mi cuñada comenzó a celebrar su triunfo con risas y cabriolas dignas de un chimpacé con síndrome de down mientras mi señora me lanzaba miradas asesinas. Muy poco a poco, a su ritmo, mi archienemiga pareció percatarse de que tal vez el enfado de mi santa no se debiese a su mal perder y de que un servidor quizá tenía algo que ver con su fulgurante victoria. Tras unos minutos en los que se mascó la tragedia finalmente la situación se calmó y pude disfrutar de una relativamente tranquila noche en el sofá.

A la mañana siguiente, cuando me dirigía a tratar de entablar relaciones de carácter reconcialiador con mi costilla, ésta me sorprendió con un ultimátum: o pedía inmediatamente disculpas a su hermana y mantenía la compostura o “lo nuestro” peligraba.

Absolutamente desolado he sopesado las opciones que se abren ante mi y, convencido de lo insostenible de mi posición (solo susceptible de empeorar con la inminente llegada de Gareth,), he optado por seguir el lema “uno debe saber cuando ha sido conquistado”.

He comunicado a mi compañera que respeto su actitud respecto a su hermana pero que, por el bien de todos, quizá lo mejor sea que me acelere mi plan de mudarme a un contenedor marítimo alquilado sobre suelo rústico alquilado. Me haré fuerte en mi particular bunker y, desde allí, planearé en secreto mi contraataque mientras dejo que mi enemiga confíe en su victoria y relaje sus defensas.

En caso de no lograr mi objetivo, dejaré el mundo con dignidad. Me encomendaré a Tochovista y buscaré un final original. De momento gana enteros la opción de contratar una prostituta, casarme con ella y después suicidarnos en grupo junto a mis canes.

Hasta siempre burbujirrrims …..
PD: propongo a querido líder la creación con carácter provisional de un subforo de contactos en el que poder confraternizar con las cinco foreras registradas en burbuja.info
 
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