Niños, niños...
Qué entretenidos sois. Os creéis el guiñol que tienen montado entre Marianito y Pepeluí, ¡y tomáis partido y todo! ¿De quien es la culpa? ¡De los otros, claro! ¡Siempre!
Y mientras tanto España, país de listos -¿alguien puede explicarme como no ganamos todos los premios Nóbel todos los años, con lo listos que somos y las ideas que se nos ocurren?-, ha sido trinchada, dividida y repartida. ¿A vosotros os ha tocado algo? Es curioso que los que menos han sacado suelen ser los que más vociferan que la culpa de todo es del gobierno (o de la oposición). Angelitos míos.
A proposito del trasvase del Ebro, os voy a contar una teoría muy británica. La mayor aberración económico-social que hay en Europa no es la burbuja inmobiliaria, ni siquiera la española; no, el mayor factor de distorsión del continente (posiblemente del hemisferio) es la PAC (Política Agrícola Común). Sí, esa que todos los gobiernos españoles, aliados con Francia, defienden con uñas y dientes, y que consiste en subvencionar masivamente la producción agrícola de productos que no son rentables. Los beneficiados no son los pequños agricultores con su terrenito, sino los empresarios agrícolas con los invernaderos en Almería, que contratan marroquíes a dos duros, reciben agua de donde sea (si hace falta un trasvase, pues se trasvasa), y producen toneladas de tomates. Sacan una pasta, porque la PAC también sostiene artificialmente el precio del tomate en Europa; una pena que para ello haya que cerrar las fronteras a los tomates de países tercermundistas (la liberalización del comercio y la globalización no funciona para esto). Más aún: se dan ayudas a la exportación, para exportar los tomates europeos baratos al exterior. Los granjeros de Africa no pueden competir ni siquiera en su mercado doméstico, y su sector agrícola se va al garete. ¿Que pueden hacer? Bueno, siempre hay solución: en Almería necesitan mano de obra…
Es solo una teoría, popular aquí por razones obvias: pagan mucho a la UE y no reciben nada. Bueno, casi nada: algunas grandes explotaciones sí reciben algo (por ejemplo, el Duque de Northumberland). A mí me parece una teoría interesante. Lo que me parece curioso es que jamás, jamás la he oido mencionar en España.
¡Ah! Los beneficios enormes del empresario agrícola ya se sabe a donde van: a comprar pisitos… Lo mejor de todo es ver al presidente de turno, JoseMari o PepeLuí, volver de las cumbres europeas contando como ha "salvado" 40 mil millones para seguir ayudando a España. Y ver a la oposición despreciarlo, diciendo que no salvado lo bastante.