furia angelical
Madmaxista
Agentes federales retuvieron durante varias horas a su jefe Salomón Alarcón Olvera, a quien acusan de estar coludido con bandas del crimen organizado. Además lo responsabilizan, junto a otros mandos, de “cargar” de droja a víctimas inocentes Foto Ap
Ayer, aproximadamente 400 agentes de la PF acantonados en esta ciudad se negaron a trabajar durante 13 horas para demandar la libertad de un compañero, al que sus jefes acusaron de delitos del fuero federal, y para exigir la destitución de sus mandos, a quienes acusaron de estar coludidos con bandas del crimen organizado y de enviarlos a la calle a extorsionar.
Desde las cuatro de la mañana, cientos de agentes, uniformados y con sus armas de cargo, bloquearon la avenida López Mateos, frente al hotel La Plaza, donde tienen sus habitaciones, y exigieron la destitución y consignación de sus jefes Salomón Alarcón Olvera, Joel Ortega y Ricardo Duque, quienes se atrincheraron en las habitaciones 105, 106 y 107 acompañados de 30 elementos de mandos medios que trataban de protegerlos.
Entre gritos y cortes de cartuchos, los agentes se abalanzaron a la habitación de sus jefes, sacaron de una a Alarcón Olvera y lo mantuvieron retenido mientras protestaban. “Ingresamos y les encontramos drojas como cocaína, mariguana y armas que utilizan para cargar a víctimas inocentes”, dijo uno. También había símbolos de vudú, magia negra y brujería, dijeron.
Los policías tuvieron roces verbales, empujones, patadas y golpes con el grupo que defendía a los comandantes; los insubordinados explicaron que Alarcón Olvera cargó de droja a uno de sus compañeros, identificado como José D’Cid, quien por reclamar su jefe mandó detenerlo y lo consignó ante la Procuraduría General de la República por delitos del fuero federal.
Durante la revuelta, los amotinados detuvieron a un hombre que intentaba huir por la parte trasera del hotel derribando una reja y a quien se le encontró en poder de paquetes aparentemente de droja.
Este hombre se identificó frente a los medios de comunicación como Julián González, y dijo que desde hace dos semanas está a cargo de la seguridad del comandante Alarcón Olvera; manifestó que iba a buscar un taxi para su jefe.
Alarcón Olvera sostuvo que la habitación 105 donde fue encontrada la droja no es suya y que “el que nada debe, nada teme”; comentó que dará la cara por lo que consideró una acción ilegal cometida en su contra por parte de los manifestantes. El grupo “subversivo”, dijo, es de aproximadamente 25 elementos y su protesta se debió a que exigían la liberación de un elemento detenido por posesión de marihuana.
Los agentes corearon consignas y exigieron la presencia del comisionado general de la PF, Facundo Rosas Rosas. Una comisión de mandos se trasladó al hotel La Plaza para negociar y restablecer el orden.
Después, los manifestantes informaron que se llegó a una solución del problema “favorable a nosotros, sobre todo en relación con la detención de un agente al cual presuntamente se le encontró droja”. Los carriles de la avenida López Mateos fueron desalojados y reabiertos al tránsito de vehículos.
La Jornada: Tras protesta de policías federales en Juárez, relevan a cuatro mandos de segundo nivel
Ayer, aproximadamente 400 agentes de la PF acantonados en esta ciudad se negaron a trabajar durante 13 horas para demandar la libertad de un compañero, al que sus jefes acusaron de delitos del fuero federal, y para exigir la destitución de sus mandos, a quienes acusaron de estar coludidos con bandas del crimen organizado y de enviarlos a la calle a extorsionar.
Desde las cuatro de la mañana, cientos de agentes, uniformados y con sus armas de cargo, bloquearon la avenida López Mateos, frente al hotel La Plaza, donde tienen sus habitaciones, y exigieron la destitución y consignación de sus jefes Salomón Alarcón Olvera, Joel Ortega y Ricardo Duque, quienes se atrincheraron en las habitaciones 105, 106 y 107 acompañados de 30 elementos de mandos medios que trataban de protegerlos.
Entre gritos y cortes de cartuchos, los agentes se abalanzaron a la habitación de sus jefes, sacaron de una a Alarcón Olvera y lo mantuvieron retenido mientras protestaban. “Ingresamos y les encontramos drojas como cocaína, mariguana y armas que utilizan para cargar a víctimas inocentes”, dijo uno. También había símbolos de vudú, magia negra y brujería, dijeron.
Los policías tuvieron roces verbales, empujones, patadas y golpes con el grupo que defendía a los comandantes; los insubordinados explicaron que Alarcón Olvera cargó de droja a uno de sus compañeros, identificado como José D’Cid, quien por reclamar su jefe mandó detenerlo y lo consignó ante la Procuraduría General de la República por delitos del fuero federal.
Durante la revuelta, los amotinados detuvieron a un hombre que intentaba huir por la parte trasera del hotel derribando una reja y a quien se le encontró en poder de paquetes aparentemente de droja.
Este hombre se identificó frente a los medios de comunicación como Julián González, y dijo que desde hace dos semanas está a cargo de la seguridad del comandante Alarcón Olvera; manifestó que iba a buscar un taxi para su jefe.
Alarcón Olvera sostuvo que la habitación 105 donde fue encontrada la droja no es suya y que “el que nada debe, nada teme”; comentó que dará la cara por lo que consideró una acción ilegal cometida en su contra por parte de los manifestantes. El grupo “subversivo”, dijo, es de aproximadamente 25 elementos y su protesta se debió a que exigían la liberación de un elemento detenido por posesión de marihuana.
Los agentes corearon consignas y exigieron la presencia del comisionado general de la PF, Facundo Rosas Rosas. Una comisión de mandos se trasladó al hotel La Plaza para negociar y restablecer el orden.
Después, los manifestantes informaron que se llegó a una solución del problema “favorable a nosotros, sobre todo en relación con la detención de un agente al cual presuntamente se le encontró droja”. Los carriles de la avenida López Mateos fueron desalojados y reabiertos al tránsito de vehículos.
La Jornada: Tras protesta de policías federales en Juárez, relevan a cuatro mandos de segundo nivel