“La variedad feliz del capitalismo” nos llamaba el Deutsche Bank

Pedro el Grande

Madmaxista
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¿Qué me gusta la fruta, no? Perdón por la expresión, pero es que como ahora cargan las tintas contra nosotros tendrían que acordarse también dónde y qué coñas estaban haciendo ellos entonces.

¿Y el modelo español?
Por Alfredo Zaiat



El modelo económico español ha naufragado. Está recibiendo una sucesión de golpes su esquema basado en boom de la construcción, turismo, consumo exacerbado por el crédito a tasas bajas y especulación financiera. Muy fuerte ha sido el porrazo, como el de la derrota ante Suiza de su selección de fútbol, eterna candidata a ganar un mundial y fracasar por ahora en el intento. Durante años la corriente de pensamiento conservador ha exhibido a España como el faro para alcanzar el status de “país serio”. Se lo presentaba como un país “casi feliz” con su modelo económico, en niveles muy similares a los de Alemania, Irlanda, Francia, Bélgica y Austria. Esa fue la conclusión del estudio “La variedad feliz del capitalismo” elaborado por el banco Deutsche Bank. La crisis económica ha descolocado ese presuntuoso lugar de guía para países periféricos, populistas y atrasados. No sólo está siendo castigada la economía española, sino que junto a esa debacle también ha empezado a menguar esa soberbia de nuevo rico europeo. La misma que acompañaba al equipo dirigido por Vicente del Bosque, que luego de ganar la Eurocopa 2008, con Xavi, Iniesta, Fernando “el niño” Torres, Iker Casillas, estaba convencido de que el Mundial de Sudáfrica iba a ser un fácil paseo al triunfo.

Ese país que se lanzó a la segunda conquista de América en la década pasada con aspiración de nueva potencia mundial, hoy está siendo humillado por la tecnocracia del Fondo Monetario Internacional. En el informe conocido como Artículo IV, auditoría que Argentina resiste, el FMI descubre hoy que ese famoso modelo exitoso era un fiasco. La misión del organismo encargada de evaluar la economía española afirmó que las perspectivas son de un crecimiento “frágil” en los próximos meses. Más importante que ese pronóstico, que es relativo ante la sucesión de fallidos en el pasado, se encuentran las características que describe para una economía que fue presentada durante años como arrolladora. En ese documento se sentenció que España tiene “un mercado laboral disfuncional, una burbuja inmobiliaria venida a menos, un gran déficit fiscal, un enorme nivel de endeudamiento externo y del sector privado, un anémico crecimiento de la productividad, una competitividad débil y un sector financiero con bolsas de debilidad”. ¿Estas características surgen de la nada o son el desenlace de una estructura económica frágil? Lo último es más difícil de admitir por el establishment, puesto que se ha cansado de elogiar el modelo español. No es sencillo aceptar que se ha engañado a muchos durante muchos años. La administración Zapatero tuvo que desmentir en más de una ocasión la semana pasada que el FMI y la Unión Europea ya tienen dispuesto un paquete de rescate por 250 mil millones de euros de auxilio. La experiencia argentina enseña que puede ser que España finalmente no lo necesite, pero eso no significa que ya no esté preparado ante la emergencia de una profundización de la crisis.

En un recorrido que se parece bastante al transitado por Argentina en la década pasada, anteayer José Luis Rodríguez Zapatero brindó explicaciones al director gerente del FMI, Dominique StraussKahn, sobre la reforma laboral aprobada por decreto. Tampoco el tan ponderado pacto social español ha funcionado en esta oportunidad. Se definió que el Estado asumirá el pago de 8 días de indemnización en los casos de despidos a trabajadores con contratos indefinidos para los que se fija una media de 33 días por año trabajado, frente a los 45 actuales. Además, para recurrir a un despido las empresas sólo tendrán que argumentar que tienen pérdidas económicas sin un período mínimo específico. Para esa situación la indemnización será de 20 días por año trabajado. Frente a ese avance sobre derechos laborales, los sindicatos mayoritarios (Unión General de Trabajadores y Comisiones Obreras) convocaron a una huelga general para el 29 de septiembre. Los dirigentes sindicales rechazan la reforma laboral porque consideran que perjudica a los trabajadores y no fomentará la creación de empleo, al tiempo que facilitará el despido, mientras que las organizaciones empresariales previsiblemente la observaron “tibia” y consideraron que el Ejecutivo se ha quedado corto.

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Me da escalofríos leerlo:

Mayo de 2007

España es "casi feliz" con su modelo económico, según informe de Deutsch Bank

Madrid, 6 may (EFECOM).- España es un país "casi feliz" con su modelo económico y se sitúa en niveles muy similares a los de otras naciones como Alemania, Irlanda, Francia, Bélgica y Austria, según afirma el estudio "La variedad feliz del capitalismo" elaborado por el Deutsche Bank.

Este informe, elaborado por el departamento de Investigación del Deutsche Bank, pretende averiguar cómo influye en los ciudadanos y en su plenitud el tipo de capitalismo que se desarrolla en veintidós países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCEDE).

Así, la entidad evalúa diez criterios -desde el nivel de desempleo hasta el salario- de forma que los países totalmente felices cumplirían todos los requisitos, mientras que, al carecer de alguno de ellos, irían situándose en grados inferiores de felicidad.

De esta manera, Australia, Suiza, Canadá, el Reino Unido, Estados Unidos, Dinamarca, Noruega y Holanda son los países que, según el documento, pertenecen a la "variante feliz" del capitalismo.

A continuación se encuentran los países "casi felices" con su sistema económico, entre los que se encuentran Alemania, España, Francia, Bélgica y Austria.

Por último, el estudio recoge los casos de Portugal, Italia y Grecia, que, al incumplir varios de los requisitos, se engloban en el llamado "capitalismo infeliz".

Además, el estudio engloba a Japón y Corea del Sur en un cuarto tipo de capitalismo, "del Lejano Oriente"-, por sus particularidades respecto a Occidente.

El primer indicador que tiene en cuenta el estudio es la confianza que los individuos depositan en sus conciudadanos, que resultó "alta" en Dinamarca y Nueva Zelanda y "particularmente baja" en Francia, Grecia y Portugal.

Un segundo factor estudia el nivel de corrupción, signo del "empobrecimiento" de las instituciones políticas y sociales que, según el texto, es "relativamente común" en Asia y en el Sur de Europa y baja en Dinamarca y los países anglosajones.

El estudio destaca también, por regla general -salvo en el caso de Austria- la conexión entre las tasas de empleo y la felicidad, si bien el informe llama la atención sobre Corea del Sur y Japón.

El informe explica que en estos dos países, pese al bajo desempleo que registran, sufren un alto índice de descontento en el ámbito laboral que el estudio atribuye a que el desempleo amenaza, sobre todo, a los empleados de las empresas privadas, lo que provoca que en estas firmas el rendimiento laboral sea bajo.

Otro de los aspectos estudiados es la conexión entre el nivel de educación y la felicidad, de forma que en los países más felices es donde la escolarización dura más años, -unos trece de media-, mientras que en aquellos países menos felices con el capitalismo, el periodo escolar es más corto.

Por el contrario, la relación entre la plenitud de las personas y sus salarios no es siempre una constante, aunque el informe demuestra que todos los países considerados "felices" con el capitalismo, salvo Nueva Zelanda, tienen una alta renta per cápita.

Otra de las variables que explica el bienestar de los ciudadanos es que las personas entre 55 y 64 años estén en activo; de hecho, los países considerados felices tienen, al menos, un veinte por ciento más de trabajadores de este margen de edad que los otros países.

De la misma forma, los estados donde la economía es transparente y ofrece muchas libertades muestran mayor grado de felicidad ciudadana que otros con mayor presencia de la economía sumergida y donde la libertad económica esta más coartada.

Por último, el informe afirma que los países más felices registran mayores tasas de natalidad y tienen mercados laborales más flexibles, donde hay una reducida protección del despido y a la par, unas tasas bajas de corrupción y paro.

Lo subrayado en negrita es imperdible.

España es "casi feliz" con su modelo económico, según informe de Deutsch Bank - 6/05/07 - 207959 - elEconomista.es



¿Que tendrán para decir hoy?

¡Ah! Somos PIGS...