El tijeretazo de Rallo

ralph

Madmaxista
Desde
2 May 2008
Mensajes
15.884
Reputación
13.433
Pienso que a estas alturas y con el gobierno que hay poco se puede hacer ya. Pero bueno, posteo lo siguiente porque sin duda hay alguna cuestión cuando menos curiosa:

Crisis
Un sencillo plan para acabar con el déficit
Juan Ramón Rallo

Con medidas como éstas, España puede dejar de ser un país de gorrones al borde de la quiebra, para convertirse en una economía solvente y confiable. Incluso tendríamos margen para contrarrestar la eventual quiebra del sector bancario.


LD2010-05-13

El plan de Zapatero para acabar con el déficit público ha generado mucha polémica por recortar unos presuntos derechos sociales que, no deberíamos olvidarlo, fueron incrementos del insostenible Estado de Bienestar propio de la socialdemocracia europea que ni nos podemos permitir ni es la mejor de las alternativas económicas.

Sin embargo, las medidas anunciadas se quedan cortas y mantienen numerosas transferencias de renta a las típicas castas amamantadas por el poder político que sería justo y necesario desaparecieran. Además, Zapatero ya ha amenazado con la posibilidad de subir impuestos, no porque sea imprescindible para eliminar el déficit, sino porque debe contentar a su electorado de ultraizquierda a costa de expoliar a las clases medias españolas. Una receta segura para el descalabro económico.

Estando como estamos en un momento de cambio, voy a esbozar mi propuesta de plan de ajuste, alternativa a la planteada por Zapatero. Mis sugerencias permitirían eliminar el déficit de la Administración Central en uno o dos años sin subir impuestos y por tanto colocaría a nuestro país en una posición idónea para encarar la reducción del endeudamiento privado y las distorsiones en la estructura productiva provocadas desde 2002 por la expansión crediticia de los bancos centrales.

Me basaré en las cifras del presupuesto ejecutado en 2009, que arrojó un déficit público de 87.000 millones de euros: la diferencia entre unos ingresos de 102.000 millones y unos gastos de 189.000 millones. A este objetivo, hay que tener en cuenta que el último ejercicio fue desastroso para el déficit, ya que aumentó en 68.000 millones con respecto a 2008 (momento en el que cerramos con un déficit del 1,8% del PIB), pues los ingresos se desmoronaron en 27.000 millones de euros y los gastos crecieron en 41.000.

Mi objetivo es, pues, reducir esa brecha en las cuentas públicas de la Administración Central de 87.000 millones de euros y para ello deben atacarse las siguientes partidas:

•Primero, reforma laboral: De nada sirve ajustar el presupuesto si una parte de la sociedad española (más del 20%) se encuentra ociosa en casa, sobreviviendo gracias a un subsidio del Estado. Los parados no generan rentas con las que obtener ingresos fiscales y además incrementan de manera muy sustancial el gasto público (no agrandan la tarta de la riqueza de la economía, sino que consumen partes crecientes de la tarta cada vez más pequeña del sector productivo). En 2009 la recaudación por IRPF cayó en 8.000 y, mientras tanto, los subsidios de desempleo aumentaron en 20.000 millones. Volver a tasas de paro europeas –unido a una progresiva terminación de los subsidios– permitiría reducir el gasto en esos 19.000 y aumentar los ingresos, tirando por lo bajo, en 6.000. Con la reforma laboral, por consiguiente, puede reducirse el déficit directamente en 26.000 millones.
•Las transferencias autonómicas, después: El sistema fiscal español, en el que se centralizan los ingresos y se descentraliza el gasto promueve un déficit estructural en el conjunto de las Administraciones Públicas: las autonomías gastan y el Estado no sube los impuestos para financiar ese gasto. O se centralizan ingresos y gastos o se descentralizan ambos (particularmente prefiero esta segunda opción, pues favorece la competencia fiscal), pero mantener el sistema actual es suicida. Mientras ello suceda, las transferencias corrientes que reciben las autonomías deben reducirse proporcionalmente con las cantidades realmente recaudadas por la Administración central. No es admisible que el Estado se endeude para que las autonomías gasten sin freno. En 2009, los ingresos totales cayeron en 26.000 millones, sin embargo, las comunidades autónomas recibieron 1.000 millones más que en 2008 y, por tanto, la Administración Central 27.000 millones menos. Una reducción proporcional de la menor recaudación hubiese supuesto unos 10.000 millones menos de ingresos para las autonomías y 16.000 menos para el Estado central. Con lo cual, por esta vía, el Estado se ahorraría en gasto 10.000 millones.
•No más planes E: En 2009, el Plan E, una medida contraproducente para el reajuste de la economía, supuso un gasto de 8.000 millones. No repitiendo ruinosos experimentos keynesianos, nos ahorraríamos este importe.
•Cursos de formación de parados: Los gestionan con dudosa eficacia los sindicatos y no tienen demasiado sentido existiendo contratos de aprendiz o de prácticas. Acarrean un gasto de 7.500 millones de euros.
•Supresión del gasto público en I+D: Es un mito, bastante caro, que el Estado tenga que promover las inversiones en investigación y desarrollo. Son las empresas las que, conociendo las particularidades de su negocio, las oportunidades de beneficio y las posibilidades de innovación, deben investigar o no hacerlo. De aquí se extrae un ahorro de 6.000 millones.
•Paralización de la inversión pública en Fomento e Industria: Siguiendo con la idea anterior, la política industrial no consiste en mantener industrias que no sobrevivirían en el libre mercado, sino dejar en que sean las propias empresas las que se orienten para servir a los consumidores de la mejor manera posible. Es una de las medidas aprobadas por el Gobierno, de donde se ahorran 6.000 millones.
•Acabar con la ayuda al desarrollo de dictadores: Por dejar de sufragar los gastos de las tiranías tercermundistas podemos ahorrarnos 2.900 millones.
•Reducción del gasto en personal: Los funcionarios han ganado un 16% de poder adquisitivo desde 1999, amén de tener su puesto garantizado por el Estado. En medio de un aquelarre laboral en el que han perdido su empleo más de cinco millones de personas –precisamente porque sus salarios eran demasiado elevados– debería resultar razonable que vieran recortadas sus retribuciones, al menos hasta que los ingresos tributarios vuelvan a aumentar. Es lo que sucedería en cualquier empresa privada. El Gobierno ha propuesto un recorte del 5%, pero debería ser al menos del 10%. Con ello, la Administración central se ahorraría 2.700 millones.
•No al cheque bebé: La natalidad puede ser beneficiosa para una sociedad, pero no a costa de subvencionarla por el Estado. Suprimiendo esta partida, de dudosa eficacia, nos ahorramos 1.500 millones de euros.
•Fin de ayudas a la vivienda: La mejor ayuda es dejar de sostener a los promotores y permitir que los precios del enorme stock de viviendas sobrante caigan. 1.500 millones menos de gasto.
•Acabar con las subvenciones a lobbys diversos (partidos políticos, sindicatos, patronal, mundo de la cultura): Aparte de sostener a un lobby caracterizado en buena parte por apoyar al presidente del Gobierno que nos ha llevado a esta situación crítica, ni las subvenciones a la cultura sirven para ello –¿qué cultura hace falta subvencionar en EEUU para que sea la primera potencial mundial en la transmisión del American Way of Life– ni las ayudas a los agentes sociales permiten otra cosa que cebar a quienes son responsables de la sangría laboral. Que cada palo aguante su vela, es decir, que cada afiliado sostenga a su organización. Evitamos gastarnos 700 millones.
•Otros: Suprimir el Ministerio de Igualdad, eliminar el cajón de sastre que representan los "imprevistos y funciones no clasificadas" y reducir de verdad los altos cargos y los asesores, unos 2.300 millones de euros.
•Reducción proporcional del resto del presupuesto: Para alcanzar el equilibrio presupuestario nos faltan 12.000 millones de euros (apenas un 1,2% de déficit público). Sin meternos a analizar otras partidas concretas, hay una manera bastante sencilla de lograrlo y que tomo prestada de Carlos Rodríguez Braun: reducir proporcionalmente el resto de partidas que no hemos tocado. Tras adelgazar como hemos visto el gasto de la Administración, todavía quedarán unos 84.000 millones de euros (excluyendo el gasto en personal para no aplicarles una rebaja adicional). Basta con que reduzcamos menos de un 15% todas las restantes partidas, para minorar el gasto en el importe que nos falta.​
Fijémonos que con esta reducción del gasto, ni siquiera sería necesario implementar el incremento del IVA y de la tributación de las plusvalías previsto para julio de este año o, al menos, podrían reducirse paralelamente otros impuestos. Asimismo, salvo para el caso del IRPF, asumo que todas estas medidas no producirán una reactivación económica que aumente la recaudación vía otras figuras tributarias como Sociedades o IVA.

Por otro lado, se me podrá objetar que la segunda medida –menores transferencias autonómicas– reduce el déficit del Estado a costa de aumentar el de las comunidades autónomas (desde los 20.000 millones a los 30.000). Este punto es cierto, pero desde luego no es el Estado quien tiene que cargar con el despilfarro de los políticos autonómicos. El mismo análisis que hemos efectuado con los Presupuestos Generales, podríamos realizarlo con cada presupuesto autonómico, de donde a buen seguro sería posible reducir enormes cuantías de dinero. El estudio de la Fundación UPyD sirve, como mínimo, para encender las luces de alarma: cada año, las comunidades autónomas despilfarran en duplicidades que no prestan función alguna 26.000 millones de euros. Es decir, con medidas como las que propone UPyD, prácticamente eliminaríamos el déficit autonómico de 30.000 millones.

Por último, el volumen de deuda acumulada durante los últimos años –que si bien no es todavía excesiva, sí que ha dificultado la capacidad de adaptación del sector privado– debería amortizarse a través de la venta de activos del sector público: a saber, privatizaciones de todo lo privatizable (empezando por las televisiones públicas y terminando por las participaciones en empresas).

Con medidas como éstas, España puede dejar de ser un país de gorrones al borde de la quiebra, para convertirse en una economía solvente y confiable. Incluso tendríamos margen para contrarrestar la eventual quiebra del sector bancario. Lástima que tanto socialista esté amenazando con poner el país patas arriba a la helena simplemente por el tímido recorte del gasto de Zapatero. Por lo visto, prefieren la quiebra hoy y la miseria mañana. Claro que por algo son socialistas.

Juan Ramón Rallo es jefe de opinión de Libertad Digital, director del Observatorio de Coyuntura Económica del Instituto Juan de Mariana, profesor de economía en la Universidad Rey Juan Carlos y autor de la bitácora Todo un Hombre de Estado. Ha escrito, junto con Carlos Rodríguez Braun, el libro Una crisis y cinco errores donde trata de analizar paso a paso las causas y las consecuencias de la crisis subprime.

Juan Ramón Rallo - Un sencillo plan para acabar con el déficit - Libertad Digital


Además el blog de Albert Esplugas donde lo leí originalmente enlaza a esta otra entrada de Roger Senserrich sobre por qué las subidas de impuestos que baraja la izquierda fracasarían. Copio solo la parte referida a esto (la primera parte del artículo analiza el recorte llevado a cabo por el Gobierno):


Propuestas desde la izquierda:

» Subir impuestos, en general: el gobierno ya está en ello, eliminando bajadas de impuestos, deducciones de vivienda y subiendo el IVA, entre otros. Pueden tocar más teclas, pero recaudar impuestos no siempre es fácil - y si se suben demasiado, crean problemas secundarios serios. La deducción de vivienda y los 400 euros, por cierto, eran medidas regresivas, así que está bien eliminarlas.
» Subir el impuesto de sociedades: hacer pagar a los empresarios suena muy bonito, pero su efecto recaudatorio es increíblemente limitado. En una recesión puedes gravar los beneficios empresariales tanto como quieras, que si nadie está ganando dinero no verás un duro. Los beneficios empresariales han caído en picado en los dos últimos años (mucho más que los salarios, de hecho), así que no saldrás de la recesión por ahí. Las empresas realmente grandes que aún tienen buenos resultados (los bancos) pueden recurrir a la ofuscación contable y pretender que todos sus beneficios vienen de Chile.
» Subir los impuestos “a los ricos”: suena genial, pero tiene muchos problemas. El primero, y más obvio, es que no hay ricos suficientes. Por mucho que apretemos a todo aquel que gana más de €100.000 al año, sencillamente no hay suficiente gente con esos ingresos para tocar el déficit. Segundo, recaudar dinero a la gente con pasta es complicado, ya que tienen dinero para pagase contables. Si les subes los impuestos lo suficiente, no tardarán en buscar formas creativas para evadirlos. Tercero, los ingresos de la gente con pasta son cosas complicadas, que vienen de muchos sitios distintos - y los salarios tienen un papel minúsculo. Los impuestos de sociedades y capital tendrían un papel central, pero son tradicionalmente MUY difíciles de recaudar. No llegaríamos demasiado lejos - y lo peor es que incluso si obramos el milagro y los hacemos funcionar, no hay suficiente gente rica. El IRPF, por cierto, no podemos tocarlo este año ya (estamos fuera de plazo) - no me extrañaría que lo subieran el año que viene.
» Impuestos sobre la banca o transacciones financieras: el gobierno está a favor, pero hacerlo en solitario es completamente inútil. La buena noticia es que el G20 parece querer aprobar algo, y los dos países más reticentes parecen haber cambiado de opinión. El Senado está reforzando la reforma del sistema financiero algo serio (para sorpresa de muchos), y Cameron tiene ganas de marcha contra la City.
» Impuesto de patrimonio: aunque suena estupendo en teoría, a la práctica es un impuesto básicamente regresivo que penaliza el ahorro, ya que es muy fácil de evadir. En España básicamente caía en las clases medias, de hecho. Si queremos ir por ese camino, de acuerdo, pero es un impuesto injusto.
» Combatir el fraude fiscal: algo necesario, pero en absoluto mágico - pasar de niveles españoles a niveles suecos de eficacia recaudatoria es algo complicado que lleva muchos, muchos años. El gobierno ha hecho ya mucho en este aspecto, pero no somos Grecia - la evasión fiscal es menor aquí, así que aumentar la recaudación no es fácil y lleva su tiempo.
» Reactivar el mercado de crédito: no me voy a detener demasiado, pero esto que la economía no crece porque no hay crédito tiene bastante de mito. No aportaría nada al déficit.
» Recaudar privilegios a políticos, altos cargos y la Casa Real: suena precioso, pero dentro del gasto público es básicamente calderilla - no llega a décimas del presupuesto. No sirve de nada.
» Reducir la burocratización de los organismos públicos: si el gobierno hace eso, estoy seguro que todo Dios pierde la cabeza hablando de recortes de derechos, nada de despedir funcionarios y ni de broma uno debe tocar el estatuto de la función pública. Sin esos cambios, esta clase de retórica es puro papel mojado​

Club Lorem Ipsum :: Materias Grises Archivo De perdidos, al río
 

lucasgrijander

Madmaxista
Desde
31 Jul 2007
Mensajes
1.452
Reputación
2.983
Todo lo que dice es pura lógica, pero ni los políticos, chupópteros irredentos, ni la mayoría de la gente, completamente brainwahsed para culpar a la libertad económica de esta gigantesca crisis del Estado, lo van a aceptar.

No hay más que ver la reacción de la mayoría de los foreros cada vez que se les recuerda que todo este colapso económico no tiene NADA que ver con el capitalismo, sino todo lo contrario, con su opuesto: el socialismo financiero, impuesto por las élites políticas de espaldas a los ciudadanos.

Algún día alguien como Rallo será ministro de Economía (soñar es gratis).
 
Última edición:

melchor rodriguez

Madmaxista
Desde
1 Oct 2008
Mensajes
10.710
Reputación
30.104
Escuché a Lamas de Libertad Digital algo con sentido común.

En primer lugar, el endeudamiento público no supone para el Estado español un problema crítico (puede pagar los intereses por momento) pero Bruselas ha dicho basta ya que a la velocidad que iba podíamos ser Grecia II en poco tiempo. España no puede ser Grecia ya que llevamos al euro al cadalso por nuestro tamaño. Además si Bruselas nos va pagar el pufo bancario, es de mal gusto pagar otro pufo, déficit público.

Pues Lamas comentó que el recorte fuera el 20% (en nuestra situación, un 30% nos iba mejor) en todos los capítulos para que fuera un equitativo y no hubiera agravios. Es muy matizable, en pensiones o gasto de personal debe concentrarse en los salarios/pensiones altas. Intocable algunas partidas: subsidio de empleo o aportaciones a U.E. Cada departamento debe asumir -priorizando- un recorte del 20% de su presupuesto. Estamos en una situación de emergencia o de economía de guerra. Eficiencia de los recursos. En las AA.PP. si se puede. Si funcionase como una empresa privada, el departamento que consiga ofrecer la misma cobertura que antes con un recorte del 20%, pues recibiría un incentivo económico a sus empleados (complementos de productividad).

Este año hay un gasto público previsible de casi 500.000 millones de euros. Con un recorte del 20% se pasaría a un 400.000 millones de euros (si se puede ya que desde los últimos años el gasto público dentro del PIB ha aumentado y hay un capítulo: subvenciones y ayudas, que es muy cuantiosa y donde puede haber una poda muy grande). Además el año pasado España necesitó emitir deuda pública por 120 mil millones de euros. Con un recorte de 100.000 millones de euros, nuestras necesidades de endeudamiento se reducirían con que podemos mostrar una imagen de solvencia. Además es lo que pide Bruselas para 2013, que recortemos esa cantidad.

El problema es la estructura organizativa del Estado. Salgado y cía aún están pensando que si tuvieran el mismo poder que Rato I, donde aún sanidad (INSALUD) y Educación (Ministerio) estaban gran parte en manos de AGE y se podían hacer recortes eficaces. Lo ideal sería corresponsabilidad fiscal entre las CC.AA. que cada una aguante su vela. Pero ante la presión de Bruselas, ya no es posible. Más poder central.
 
Última edición:

cuatro.g

Ministro Burbujista
Desde
6 Ago 2007
Mensajes
12.670
Reputación
23.518
Lugar
3rd rock from the sun
Con la reforma laboral, por consiguiente, puede reducirse el déficit directamente en 26.000 millones.
Menudo iluminado o sea que votamos cuatro leyes y volvemos a tasas europeas de desempleo.

Por Dios mucho opinologo barato es lo que hay.
 

ralph

Madmaxista
Desde
2 May 2008
Mensajes
15.884
Reputación
13.433
Hay un punto en concreto que me sorbe bastante el coco, que es este:

•Acabar con la ayuda al desarrollo de dictadores: Por dejar de sufragar los gastos de las tiranías tercermundistas podemos ahorrarnos 2.900 millones.


¿Realmente creéis que se le da tantísima pasta a Chávez & cía.? ¿Se trata más bien de asuntos relacionados con la Alianza de Civilizaciones?