El Gobierno paga los Presupuestos más caros de toda la era Zapatero - Expansión.com
El Gobierno paga los Presupuestos más caros de toda la era Zapatero
Publicado el 13-01-10 , por Estela S. Mazo
¿Qué pasó entre principios de octubre y el 1 de enero? ¿Qué imperiosas necesidades surgieron en los ministerios como para verse obligados a romper la hucha para futuros gastos que no estaban en sus agendas y quedarse sin reservas para posibles sorpresas durante este año?
Son las preguntas que encierran los cientos de páginas de la ley definitiva de los Presupuestos del Generales del Estado (PGE) para 2010 que entró en vigor el pasado 1 de enero.
Ese texto publicado en el BOE presenta una más que notable diferencia respecto al proyecto que el Gobierno presentó en octubre al Congreso y la opinión pública: la partida "para atender necesidades que puedan presentarse en los Departamentos Ministeriales". En aquel texto que se discutió en las Cámaras, ese capítulo estaba dotado con más de 510 millones de euros. Sin embargo, la norma final contiene una importante sorpresa: sin ninguna explicación oficial por parte del Ejecutivo, la cantidad se ha reducido a menos de 40 millones.
O, lo que es lo mismo: el Gobierno se ha gastado de golpe 470 millones de euros para gastos que "por su propia finalidad, carecen de objetivo e indicadores de seguimiento", como reconoce la memoria de las Cuentas del Estado. ¿Dónde están esos 470 millones, equivalentes, por ejemplo, al importe que anunció Zapatero en el G-8 para programas de nutrición o al recorte presupuestario en 2010 de los fondos para Defensa?
Los expertos dan una respuesta: con ese bote el Ejecutivo ha pagado los apoyos para sacar adelante sus Presupuestos. Así, durante los tres meses de tramitación de las cuentas, Zapatero ha tirado de la partida de gastos "para imprevistos" para conseguir votos a favor de sus Cuentas, convirtiendo así estos Presupuestos en los más caros desde que llegó a Moncloa.
"Bote de sus señorías"
Todos los gobiernos, también los del PP, han utilizado tradicionalmente esta táctica, usando el ya denominado en el argot popular como el "bote de sus señorías". Este fondo tradicionalmente se infla en el proyecto de las cuentas para experimentar después muy abultados descensos en el periodo que transcurre desde la presentación de ese proyecto y la norma definitiva, es decir, durante la negociación parlamentaria, como ha ocurrido también este año.
Sin embargo, a diferencia de todas esas ocasiones, esta vez la situación es más grave: Zapatero ha dejado esta partida en un mínimo histórico, precisamente cuando la crisis da sus peores coletazos y cuando aún no se han silenciado las alarmas sobre nuevas epidemias como la Gripe A o relativas a las nevadas, muestra de las sorpresas que puede deparar el cambio climático.
Y es que en otras ocasiones el vaciado del bote no ha sido tan acusado, llegado incluso a quitar el récord a los presupuestos de 2008, hasta este 1 de enero los más caros de la historia: se pagaron 408 millones para lograr el apoyo de las cuentas, lejos de los 25 millones que usó el PP para conseguir apoyos favorables a sus cuentas en 2004, el último año en el que los populares ocuparon la Moncloa. Entre uno y otro hito, las cifras son variadas, aunque nunca tan acusadas como en 2010: en 2009, desapareció el 70% del bote de imprevistos, reduciéndose de los 319 millones previstos a los 99 definitivos.
En 2007 se guardaron 532 millones, que quedaron en menos de 170 tras la tramitación en las Cortes. En 2006 se repitió la historia: los 644 millones del proyecto de ley quedaron en sólo 184 en la norma definitiva. En 2005, se pasó de 375 millones a 121 en el texto que entró en vigor, tres veces menos. En etapas del PP las diferencias eran mucho menos abultadas -ver gráfico-: por ejemplo, en 2003 se pasó de 314 millones a 246 millones y en 2002, de 237 a 208 millones. Diferencias de 68 y 29 millones, respectivamente, muy lejos de los 470 millones actuales.
Todas las claves
Su definición
Técnicamente se conoce como el "Programa 929 M, imprevistos y funciones no clasificadas". Con el tiempo, se le denominó "bote de sus señorías".
Su función
Recoge dos tipos de créditos. De un lado, los de difícil imputación unitaria. De otro, los que permiten financiar acciones puntuales relacionadas con obligaciones imprevistas.
Su control
"Este programa, por su propia finalidad, carece de objetivo e indicadores de seguimiento", como admiten los propios Presupuestos. No hay motivo para justificar su destino.
Su dotación
La partida suele variar durante la tramitación de las cuentas por la necesidad de lograr apoyos. Luego, durante el año, se suele usa mejor el Fondo de Contingencia.
El Gobierno paga los Presupuestos más caros de toda la era Zapatero
Publicado el 13-01-10 , por Estela S. Mazo
¿Qué pasó entre principios de octubre y el 1 de enero? ¿Qué imperiosas necesidades surgieron en los ministerios como para verse obligados a romper la hucha para futuros gastos que no estaban en sus agendas y quedarse sin reservas para posibles sorpresas durante este año?
Son las preguntas que encierran los cientos de páginas de la ley definitiva de los Presupuestos del Generales del Estado (PGE) para 2010 que entró en vigor el pasado 1 de enero.
Ese texto publicado en el BOE presenta una más que notable diferencia respecto al proyecto que el Gobierno presentó en octubre al Congreso y la opinión pública: la partida "para atender necesidades que puedan presentarse en los Departamentos Ministeriales". En aquel texto que se discutió en las Cámaras, ese capítulo estaba dotado con más de 510 millones de euros. Sin embargo, la norma final contiene una importante sorpresa: sin ninguna explicación oficial por parte del Ejecutivo, la cantidad se ha reducido a menos de 40 millones.
O, lo que es lo mismo: el Gobierno se ha gastado de golpe 470 millones de euros para gastos que "por su propia finalidad, carecen de objetivo e indicadores de seguimiento", como reconoce la memoria de las Cuentas del Estado. ¿Dónde están esos 470 millones, equivalentes, por ejemplo, al importe que anunció Zapatero en el G-8 para programas de nutrición o al recorte presupuestario en 2010 de los fondos para Defensa?
Los expertos dan una respuesta: con ese bote el Ejecutivo ha pagado los apoyos para sacar adelante sus Presupuestos. Así, durante los tres meses de tramitación de las cuentas, Zapatero ha tirado de la partida de gastos "para imprevistos" para conseguir votos a favor de sus Cuentas, convirtiendo así estos Presupuestos en los más caros desde que llegó a Moncloa.
"Bote de sus señorías"
Todos los gobiernos, también los del PP, han utilizado tradicionalmente esta táctica, usando el ya denominado en el argot popular como el "bote de sus señorías". Este fondo tradicionalmente se infla en el proyecto de las cuentas para experimentar después muy abultados descensos en el periodo que transcurre desde la presentación de ese proyecto y la norma definitiva, es decir, durante la negociación parlamentaria, como ha ocurrido también este año.
Sin embargo, a diferencia de todas esas ocasiones, esta vez la situación es más grave: Zapatero ha dejado esta partida en un mínimo histórico, precisamente cuando la crisis da sus peores coletazos y cuando aún no se han silenciado las alarmas sobre nuevas epidemias como la Gripe A o relativas a las nevadas, muestra de las sorpresas que puede deparar el cambio climático.
Y es que en otras ocasiones el vaciado del bote no ha sido tan acusado, llegado incluso a quitar el récord a los presupuestos de 2008, hasta este 1 de enero los más caros de la historia: se pagaron 408 millones para lograr el apoyo de las cuentas, lejos de los 25 millones que usó el PP para conseguir apoyos favorables a sus cuentas en 2004, el último año en el que los populares ocuparon la Moncloa. Entre uno y otro hito, las cifras son variadas, aunque nunca tan acusadas como en 2010: en 2009, desapareció el 70% del bote de imprevistos, reduciéndose de los 319 millones previstos a los 99 definitivos.
En 2007 se guardaron 532 millones, que quedaron en menos de 170 tras la tramitación en las Cortes. En 2006 se repitió la historia: los 644 millones del proyecto de ley quedaron en sólo 184 en la norma definitiva. En 2005, se pasó de 375 millones a 121 en el texto que entró en vigor, tres veces menos. En etapas del PP las diferencias eran mucho menos abultadas -ver gráfico-: por ejemplo, en 2003 se pasó de 314 millones a 246 millones y en 2002, de 237 a 208 millones. Diferencias de 68 y 29 millones, respectivamente, muy lejos de los 470 millones actuales.
Todas las claves
Su definición
Técnicamente se conoce como el "Programa 929 M, imprevistos y funciones no clasificadas". Con el tiempo, se le denominó "bote de sus señorías".
Su función
Recoge dos tipos de créditos. De un lado, los de difícil imputación unitaria. De otro, los que permiten financiar acciones puntuales relacionadas con obligaciones imprevistas.
Su control
"Este programa, por su propia finalidad, carece de objetivo e indicadores de seguimiento", como admiten los propios Presupuestos. No hay motivo para justificar su destino.
Su dotación
La partida suele variar durante la tramitación de las cuentas por la necesidad de lograr apoyos. Luego, durante el año, se suele usa mejor el Fondo de Contingencia.
