MonteKarmelo
Madmaxista
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«Las causas de la crisis siguen estando allí. Ésta es una crisis de ricos, por eso los países pobres se están recuperando mejor, porque esta es una crisis de endeudamiento, de los que tenían dinero. Pero aquí, salvo Madoff. nadie más ha pagado». Manuel Pizarro, diputado del PP y ex presidente de Endesa, parece tronar desde la tribuna de oradores pese a sus modales siempre educados.
Se trata de un almuerzo-coloquio organizado por el Club Nexo, fundado hace cinco años por el empresario Álvaro Ramírez. Ayer, el aforo de empresarios y ejecutivos estaba completo, cosa que no siempre ocurre según me confiesa mi compañero de mesa. Es la segunda vez que invitan a Pizarro. «Espero que después de lo que voy a decir me vuelvan a invitar», advierte el ex presidente de Endesa.
«Aquí ha faltado ejemplaridad. En vez de premiar al que lo hace bien se ha utilizado dinero público para sostener al que lo ha hecho mal». Pizarro no deja títere con cabeza: «Los banqueros centrales lo han hecho mal… los gestores empresariales (y hay varios presentes) no han cumplido su función, nadie ha dado la cara. Nadie ha devuelto los bonus, ni las hiperretribuciones por beneficios que no eran tales. Los accionistas tampoco han dado la talla. El Derecho Germánico decía que la propiedad obliga… pues no los hemos visto. También fallaron los auditores». ¡Uff!
Y Pizarro sigue desgranando sus argumentos y sacando los colores «a todos los que han participado en esta juerga». «¿Y quién podía creerse que había rentabilidades del 10%? ¿O dividendos del 10%?», pregunta. «El asunto es muy sencillo: si el problema es financiero, hay que sanear los balances de la banca. Cuando antes se haga, antes saldremos de la crisis».
El público ya ha comido y está entregado. Olvida muy rápidamente que antes que el turolense han intervenido otras dos personas. Una ha sido muy sincera y se ha felicitado de que el Gobierno decidiera subir el IVA y «no cargar contra las nóminas de los que aquí presentes». Después, un financiero ha hecho un sombrío análisis de la situación y se ha limitado a admitir su parte de responsabilidad con un «no hemos estado finos en la evaluación de riesgos», dicho así, muy de pasada.
Después ha venido la tormenta Pizarro, con estos pasajes que suenan a regañina para ejecutivos, empresarios y gobernantes. Usa el mismo tono que cuando esgrimió la Constitución, en la OPA de Gas Natural, their finest hour (su mejor hora). «El mercado inmobiliario estaba inflado... La banca no deja ahora que bajen los precios para no dañar sus balances. ¡Esto es una maquinación para no alterar el precio de las cosas!»
«Creo en el principio de Schumpeter de la destrucción creativa y creo que no se está aplicando. Tienen que perder los que lo han hecho mal y dejar espacio a los que lo hacen bien. Así de claro. Lo aprendí en la Bolsa. El que lo hace mal quiebra y se va del mercado».
«Estoy en contra del FROB. A las cajas de ahorro hay que dejarlas que sean lo que son. Si hay que poner dinero, hay que pedírselo al que nombró al presidente de la caja. Si no lo tiene, se les pone fuera, se sanea la entidad, se exigen responsabilidades y se vende. Pero es un insulto para todos los españoles que se les mantenga con dinero público».
Una persona que está detrás mío sigue la intervención subrayando cada una de las palabras finales de Pizarro. ¡Quién diría que este es el mismo Pizarro que perdió el debate con Pedro Solbes! Pues es el mismo. El mismo obediente diputado que se sienta un poco arriba en el Congreso y que hace sus deberes en la comisión constitucional. Un tipo que no hurta el cuerpo a ninguna pregunta: ¿Cuál es la política social del PP? «La mejor política social -dice- es generar empleo. Cuando alguien gana dinero, paga sus impuestos y con el resto hace lo que le da la gana, invierte en educación, en salud... Herta Müller, la última premio Nobel, decía que en Rumanía la pobreza era un elemento de coerción, porque la pensión y el subsidio te hacían depender del Estado. Pues tiene razón».
Palabra de Pizarro. Así sea.
john.muller@elmundo.es
e-pesimo Auxiliar 1: ECONOMÍA: Se agotó el dinero de las pensiones no contributivas/ La regañina de Pizarro
Se trata de un almuerzo-coloquio organizado por el Club Nexo, fundado hace cinco años por el empresario Álvaro Ramírez. Ayer, el aforo de empresarios y ejecutivos estaba completo, cosa que no siempre ocurre según me confiesa mi compañero de mesa. Es la segunda vez que invitan a Pizarro. «Espero que después de lo que voy a decir me vuelvan a invitar», advierte el ex presidente de Endesa.
«Aquí ha faltado ejemplaridad. En vez de premiar al que lo hace bien se ha utilizado dinero público para sostener al que lo ha hecho mal». Pizarro no deja títere con cabeza: «Los banqueros centrales lo han hecho mal… los gestores empresariales (y hay varios presentes) no han cumplido su función, nadie ha dado la cara. Nadie ha devuelto los bonus, ni las hiperretribuciones por beneficios que no eran tales. Los accionistas tampoco han dado la talla. El Derecho Germánico decía que la propiedad obliga… pues no los hemos visto. También fallaron los auditores». ¡Uff!
Y Pizarro sigue desgranando sus argumentos y sacando los colores «a todos los que han participado en esta juerga». «¿Y quién podía creerse que había rentabilidades del 10%? ¿O dividendos del 10%?», pregunta. «El asunto es muy sencillo: si el problema es financiero, hay que sanear los balances de la banca. Cuando antes se haga, antes saldremos de la crisis».
El público ya ha comido y está entregado. Olvida muy rápidamente que antes que el turolense han intervenido otras dos personas. Una ha sido muy sincera y se ha felicitado de que el Gobierno decidiera subir el IVA y «no cargar contra las nóminas de los que aquí presentes». Después, un financiero ha hecho un sombrío análisis de la situación y se ha limitado a admitir su parte de responsabilidad con un «no hemos estado finos en la evaluación de riesgos», dicho así, muy de pasada.
Después ha venido la tormenta Pizarro, con estos pasajes que suenan a regañina para ejecutivos, empresarios y gobernantes. Usa el mismo tono que cuando esgrimió la Constitución, en la OPA de Gas Natural, their finest hour (su mejor hora). «El mercado inmobiliario estaba inflado... La banca no deja ahora que bajen los precios para no dañar sus balances. ¡Esto es una maquinación para no alterar el precio de las cosas!»
«Creo en el principio de Schumpeter de la destrucción creativa y creo que no se está aplicando. Tienen que perder los que lo han hecho mal y dejar espacio a los que lo hacen bien. Así de claro. Lo aprendí en la Bolsa. El que lo hace mal quiebra y se va del mercado».
«Estoy en contra del FROB. A las cajas de ahorro hay que dejarlas que sean lo que son. Si hay que poner dinero, hay que pedírselo al que nombró al presidente de la caja. Si no lo tiene, se les pone fuera, se sanea la entidad, se exigen responsabilidades y se vende. Pero es un insulto para todos los españoles que se les mantenga con dinero público».
Una persona que está detrás mío sigue la intervención subrayando cada una de las palabras finales de Pizarro. ¡Quién diría que este es el mismo Pizarro que perdió el debate con Pedro Solbes! Pues es el mismo. El mismo obediente diputado que se sienta un poco arriba en el Congreso y que hace sus deberes en la comisión constitucional. Un tipo que no hurta el cuerpo a ninguna pregunta: ¿Cuál es la política social del PP? «La mejor política social -dice- es generar empleo. Cuando alguien gana dinero, paga sus impuestos y con el resto hace lo que le da la gana, invierte en educación, en salud... Herta Müller, la última premio Nobel, decía que en Rumanía la pobreza era un elemento de coerción, porque la pensión y el subsidio te hacían depender del Estado. Pues tiene razón».
Palabra de Pizarro. Así sea.
john.muller@elmundo.es
e-pesimo Auxiliar 1: ECONOMÍA: Se agotó el dinero de las pensiones no contributivas/ La regañina de Pizarro
